(Por: Giuliano Ventura para OPI Chubut) – Y no se trata de un slogan promocionando terapias alternativas donde la “energía positiva” es la fuerza que motoriza todas las cosas. No. Se trata del desequilibrio entre ciudades y pueblo, unas iluminadas y otras postergadas a fuerza de generadores. Se trata de mayores aumentos en el canon energético para pagar salarios a trabajadores de cooperativas. Se trata de una deuda enorme con la distribuidora nacional Cammesa. Se trata de gestión.
La compleja situación de los servicios públicos en la Provincia del Chubut, sus matices y los desafíos futuros, fueron eje de una extensa entrevista que Gustavo Monesterolo, presidente del Ente Provincial Regulador de Servicios Públicos (EPRESP) concedió a la emisora Cadena Tiempo en Comodoro Rivadavia.
El referente mencionó que “en primer lugar, la principal asimetría o desigualdad que existe en la provincia se da entre las localidades del interior provincial y las grandes ciudades; las ciudades más grandes están conectadas al interconectado y tienen una provisión solida de energía, más allá de los problemas que tienen las empresas distribuidoras y cooperativas por los retrasos tarifarios”. Para Monesterolo, hay que trabajar en la idea de “la interconexión del interior, que será un salto cualitativo en materia energética para Chubut”. Se refiere a sumar a todos los centros poblados al Sistema Argentino de Interconexión (SADI), antiguamente conocido como Sistema Interconectado Nacional.
El interior, allá lejos y olvidado
El mapeo energético evidencia el desequilibrio en Chubut. En el interior la provisión está sujeta a los motores, y su funcionamiento no esat regulado pro el estado. Caso testigo de esa crítica situación se vivió -la semana pasada- en la comuna de Colán Conhué, que quedó sin energía eléctrica, ya que el motor con el que se contaba para el abastecimiento, fue retirado del lugar, en el marco de una decisión de Servicios Públicos del Gobierno provincial. O por caso, las localidades con motores “prestados” . En los poblados distantes, el “oro” es la energía, y de ello saben mucho en Telsen, Las Plumas, Aldea Chacay Oeste, El Escorial, Paso del Sapo, Corcovado, Carrenleufú y Cerro Centinela, por nombrar una referencia en el mapa. Pa estas comunidades, el generador provee energía, pero también abastecimiento de agua. Y este invierno 2020 fue uno de los más castigados en esa materia.
Según estiman, la problemática energética podría resolverse en 2021 o 2022, con la interconexión de Chubut -en términos energéticos- que ya está en el orden nacional presupuestado y representa una inversión que está en el orden de los 3 mil millones de pesos.
Tan cruda como la deuda externa…
La realidad de las empresas distribuidoras de energía tiene un camino señalado desde el aspecto económico y financiero. En Chubut la dificultad de un sistema totalmente desarticulado con el retraso tarifario, donde cada ciudad tiene un cuadro tarifario distinto, dificulta las negociaciones con la CAMMESA, que es la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico, con la que las cooperativas tienen que ver el temas de sus deudas. Para algunas entidades, deudas “impagables”.
Tarifas y acuerdos
Sobre el escenario posible post pandemia y la posibilidad concreta de que existan alzas o reajustes tarifarios, Monesterolo explicó que hay dos vectores: “Por un lado, las definiciones del Gobierno nacional que va a tener una política completamente diferente que a las del anterior gobierno, con valores diferenciados según los distintos segmentos sociales. La idea es no generar aumentos que supongan quitarle poder de consumo de otros bienes a la sociedad”. “Los poderes concedentes locales no pueden seguir mirando para otro lado distraídamente y deben tener primero, un sinceramiento de la estructura de costos operativos de los mismos, conocer cuánto cuesta dar el servicio”. Esto demanda conocer la complejidad adicional, de que en nuestra provincia las cooperativas no sólo son cooperativas distribuidoras de energía, sino que también tienen a su cargo otros servicios, como agua y cloacas, que es donde reside el mayor déficit que tienen”.
Aumento para todos, salarios de unos pocos
Uno de los reclamos centrarles en pandemia, se vivió en la localidad de Comodoro Rivadavia ante la recurrente queja de los usuarios por los incrementos en la factura de la Sociedad Cooperativa Popular Limitada (SCPL).
Con el argumento de la necesaria actualización de costos, la entidad cooperativa no solo justificó sus incrementos sino también que pidió al municipio –como poder concedente-, la autorización para incrementar en un 65% la tarifa para poder pagar los salarios del mes de enero en dicha entidad. La Cooperativa tiene un déficit mensual de más de 100 millones de pesos. Debe unos 4000 millones a Cammesa y no le está pagando al corriente, para poder pagar los salarios. Dejaron además de pagar a los proveedores, y cancelaron órdenes de compra por insumos.
Ante ello, los ediles de la ciudad petrolera citaron –este jueves y a pedido del concejal del Frente de Todos, Marcos Panquilto- a las autoridades de la SCPL a recurrir al concejo Deliberante. En la casa legislativa, escucharon los argumentos de las autoridades cooperativistas. En la ocasión, el gerente comercial de la SCPL, Ezequiel Forner planteó la necesidad de un aumento de un 65 %, pero los concejales pidieron más información al respecto.
Por el momento se analiza la viabilidad del pedido cooperativo, mientras la ciudadanía, en un año parado en términos productivos, sigue reclamando por los costos de la energía, reclamo que es además un correlato histórico a la cantidad de “colgados” a la red eléctrica. (Agencia OPI Chubut)
