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Coronavirus: ante las demoras con las vacunas, el Gobierno extendería las restricciones por un mes

El Presidente de la nación Alberto Fernández -

Por: Maia Jastreblansky

Según publica La Nación Alberto Fernández se enfrenta a la renovación del DNU que fija las pautas sanitarias -vence el domingo- con un escenario distinto al que había proyectado semanas atrás. Sin tener en el país las casi 5 millones de vacunasSputnik V que estaban previstas por contrato para enero y con la “voluntad política” de regresar a las clases presenciales, el Presidente y sus colaboradores deben recalcular la hoja de ruta de febrero. Las medidas se prorrogarán, en principio, por un mes, según afirmaron fuentes oficiales a LA NACION.

En las últimas horas trascendió que se barajaba extender el nuevo DNU por solo 15 días, para revisar la situación epidemiológica a mediados de febrero, al filo del inicio de clases. Sin embargo, el Presidente definió -reunido mientras avanzaba la noche con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero- ofrecer un horizonte hasta fines de febrero.

Fernández llegó este jueves a la Casa Rosada pasadas las 17. No se descarta que en las próximas horas el Presidente repita su tradicional reunión vía Zoom con los gobernadores para hacer una puesta a punto de las medidas. El encuentro virtual aún no fue convocado.

“El principal tema a revisar es la parte de la normativa vinculada a la cuestión educativa y, atado a eso, la situación del transporte público”, aportó un portavoz de la Casa Rosada. La “decisión política”, aseguran en el Gobierno, es volver a la presencialidad educativa, tal como viene repitiendo el ministro de Educación, Nicolás Trotta, en su tour por las provincias.

El escollo es que el DNU vigente, en el artículo 24º, refiere a que “podrán reanudarse las clases presenciales” de acuerdo a los “parámetros” establecidos por el Consejo Federal de Educación, que es el ámbito que reúne al Ministerio de Educación nacional con los ministros de las carteras educativas de las 23 provincias y la Ciudad.

En su última resolución, ese Consejo Federal de Educación fijó un “semáforo” por el cual solo si se cumplen parámetros epidemiológicos muy estrictos se considera que el riesgo es “bajo” (verde) y se habilitan las clases presenciales en todos los niveles educativos y modalidades.

Muchas provincias están esperando modificar ese semáforo y pasar a otro criterio más laxo: las exigencias actuales no permitirían volver a las aulas en muchos lugares del país.

“Trotta está trabajando en un consenso con los gobernadores para modificar ese semáforo y permitir más actividades educativas. Está en proceso de discusión y debe resolverse antes del inicio de clases”, aseguraron fuentes del Ministerio de Educación. No hay, sin embargo, una fecha agendada para estipular los nuevos parámetros.

Frente a este difuso horizonte, Horacio Rodríguez Larreta pretende que las clases en la ciudad arranquen el 17 de febrero y que, de forma escalonada, todos los cursos regresen a las aulas. En la provincia, Axel Kicillof planteó retomar el mismo día, aunque solo con los alumnos que “perdieron el vínculo” con la escuela durante el 2020. El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, dijo que “si no hay rebrote la idea es iniciar las clases el 17 de febrero”. El resto de las jurisdicciones, con variaciones, prevé el retorno para el primero de marzo.

Ligado a la cuestión de las clases, están los permisos para utilizar el transporte público. Las restricciones nocturnas, en tanto, seguirían como hasta ahora, sujetas a las decisiones que tome cada provincia para controlar la circulación, deslizaron fuentes oficiales. Ese tema fue el que marcó a fuego los primeros días de enero, cuando la curva de casos rebotó pronunciadamente y se debatió un posible “toque de queda” que finalmente derivó en medidas localizadas.

Actualmente, cada provincia puede “dictar normas para limitar la circulación por horarios o por zonas”, con el fin de evitar la propagación del virus. Eso, según fuentes oficiales, se sostendría en el nuevo DNU.

“Enero pintaba muy difícil y pudimos surfearlo, esto es día a día”, reconocía un portavoz oficial. Si bien el Gobierno asegura que la demora en el envío de las dosis de la Sputnik V no modificará el plan de vacunación ni tampoco el regreso a la escolaridad, lo cierto es que las demoras en la producción que reconocieron esta semana el Instituto Gamaleya y el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) sí modificaron las expectativas en Gobierno.

Algunos colaboradores se ilusionaban con vacunar a parte de los docentes antes del retorno a las aulas y así disminuir el riesgo en las escuelas y descomprimir la tensión con los gremios. Hoy ese escenario parece más vidrioso. (La Nación)

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