Según publica Clarín El país lidera la cifra de vacunados en América, pero sufre su peor ola de contagios desde que comenzó la epidemia. Las explicaciones.
Por: José María del Pino
“La recta final”. “El último esfuerzo”. La comunicación del gobierno de Chile para convencer a su gente que respeten las restricciones y, así, enfrentar su peor ola de contagios desde que se decretara la pandemia, hace más de un año, hizo que este jueves las calles el país amanecieran con bastante menos movimiento. El pasado sábado, el país registró su pico de nuevos casos, con 7.084 en un solo día. Se realizaron 75.000 test y la positividad rondó el 10%.
Chile había hecho noticia por alcanzar una velocidad prácticamente supersónica con la vacunación. Según Our World In Data, centro estadístico de la Universidad de Oxford, inoculando Sinovac y Pfizer, los chilenos ya han alcanzado 6 millones de personas con una dosis y más de 3 millones con dos.
La meta era vacunar a 5 millones con una dosis a fines de marzo, pero dicha meta se superó 15 días antes. Durante el mes y medio de la campaña de vacunación masiva, han registrado más de 400.000 vacunados en un solo día: el 2% de su población accedió a uno de los 15.000 puntos de vacunación en tan solo 24 horas.
¿Cómo se explica entonces que el país modelo del proceso de vacunación registre un 95% de ocupación de camas UCI y sufra los efectos de una tasa de contagios que no había visto en toda la pandemia? Clarín, en Chile, quiso encontrar las respuestas.
Inmunogenicidad de la vacuna: aún falta tiempo
El pasado miércoles, la Universidad Católica de Chile, entregó los resultados preliminares del estudio de Fase 3 de Sinovac que se desarrolla en el país.
En conversación con Clarín, el científico Pablo González, del Instituto Milenio de dicha casa de estudios, explicó que existe una ventana entre la segunda dosis y el desarrollo de anticuerpos neutralizantes de la enfermedad.
“En el 90% de las personas que se vacunaron, los anticuerpos se desarrollaron entre 14 y 28 días después de la segunda dosis”, expone el académico.
Si se revisa el calendario, el único grupo de edad que empieza a alcanzar dicha ventana es el de mayores de 70 años. Y ahí, los resultados son alentadores. Como no se había visto durante la pandemia, los intubados en camas críticas de ese grupo han caído drásticamente. Si al inicio de la vacunación representaban casi el 30% de los intubados, al día de hoy no superan el 20% y los médicos chilenos han asegurado que seguirá bajando.
Según González, esto no es novedad. El débil 52% de inmunidad que presentó dicho estudio tiene, a juicio del académico, una explicación en que ese estudio fue realizado sólo en médicos que trabajan en unidades críticas, donde la concentración del virus es mucho más alta que para la población general.
“Tiendo a pensar que sí. La vacuna tiene mayor efectividad. De hecho, en Indonesia, donde se incluyó a población general en el estudio, los resultados fueron mucho más alentadores y se condicen con lo que vemos en Chile”, agregó.
Según el comportamiento de la vacunación en Israel, se espera que los primeros efectos de inmunidad se logren entre dos y cuatro semanas después que el 30% de la población tenga las dos dosis lo que, según las proyecciones del gobierno chileno, se graficaría en las cifras después del 15 de abril.
Los costos de las vacaciones
La península ibérica sufrió una dura segunda ola cuando miles de ciudadanos regresaron a sus ciudades desde playas y centros de vacaciones. Durante enero y febrero, el gobierno chileno habilitó un permiso que le permitía viajar a los chilenos hasta por dos semanas a otra ciudad, con una condición: la ciudad de origen y destino no podían estar en fase 1. Para ese entonces, pocas lo estaban.
Tanto el Colegio Médico de Chile como organizaciones de la sociedad civil acusaron laxitud en los criterios para permitir vacaciones. “Las modificaciones de la fase 2 y el permiso de vacaciones sin una racionalidad, entendiendo que era necesario, nos parece que es un error que hoy día estamos pagando los costos”, señaló Iskia Siches, presidenta del gremio médico.
La subsecretaria Paula Daza, en conferencia de prensa, entregó matices a las críticas que el permiso recibió: “con respecto al verano quiero decir que hay que recordar que los meses de noviembre, diciembre las personas ya estaban con una fatiga pandémica importante, teníamos problemas de salud mental y todavía tenemos problemas de salud mental importante, por lo tanto, era fundamental dar ciertas libertades a las personas. Hay que recordar que muchas personas viven en pocos metros cuadrados”.
Lo cierto es que, con el fin de las vacaciones, la velocidad de reproducción del virus aumentó considerablemente y todas las regiones reportaron aumentos de contagios, según constata el Departamentos de Epidemiología del Ministerio de Salud.
La sociedad: desgaste y falsa sensación de seguridad
El tercer punto que explica la suba de contagios es sociocultural. Con el inicio de la vacunación, se instaló un exitismo social y la falsa sensación de seguridad. “Vamos bien, pero les pido, de corazón, que no bajen la guardia”, dijo la semana pasada, al borde de la desesperación, el Ministro de Salud Enrique Paris.
Las cifras también entregan luces sobre ello. Como nunca antes, el promedio de edad de los hospitalizados bajó a menos de 55 años.
“Mis nietos, mis hijos, creen que porque estoy vacunada ellos ya pueden cuidarse menos. Como si por su edad fueran inmunes al virus”, explica a Clarín Guillermina Gómez, mientras espera el subte en la capital del país.
Y, tras constatarlo con los operativos policiales, tiene razón. Más de cuatro mil detenciones se producen en un día por incumplimiento de Toques de Queda o medidas sanitarias. Carabineros y los municipios han desbaratado fiestas, matrimonios y compromisos sociales de toda índole.
Los jóvenes, las nuevas víctimas
Durante el mes de marzo, casi la mitad de los pacientes fallecidos por Covid no fueron hospitalizados. ¿La razón? “No corresponde solo a un colapso del sistema, porque al menos en la Región Metropolitana, en mayo y junio del año pasado, la situación era más crítica que ahora, aunque en regiones la realidad es otra”, señala a Radio Cooperativa el Director de la UCI de la Clínica Indisa, Sebastián Ugarte.
A su juicio, la razón está en que cambió la demografía de los enfermos y los jóvenes esperan mucho más para asumir que están graves.
“En la primera ola los pacientes podían demorar más de siete días en ser conectados a ventilación mecánica, ahora son pacientes más jóvenes, pero que en 24 horas se agravan tremendamente y hay que conectarlos a ventilación. Pareciera que esperan mucho y llegan más graves o que la enfermedad es más rápidamente progresiva”.
Así, mientras Chile implora responsabilidad a sus habitantes, la respuesta de la ciencia para los efectos de la vacuna es una sola: “tiempo al tiempo”. (Clarín)