Según publica La Nación Las empresas mandaron una carta a las autoridades advirtiendo su “preocupación”.
Por: Sofía Diamante
Muchas veces se advirtió sobre la fragilidad social y de infraestructura que rodea a Vaca Muerta. La formación rocosa, que tiene uno de los niveles más altos de productividad de gas y petróleo del mundo, tiene un problema de competitividad solo por desarrollarse en la Argentina.
Desde hace siete días, una serie de protestas gremiales y de las comunidades aledañas cortaron las rutas 7 y 17 en Neuquén, justo en el acceso a la mayoría de los yacimientos, lo que genera complicaciones de operación y producción a la mayoría de las empresas, entre las que se encuentran YPF, Tecpetrol, Pan American Energy (PAE), Total, Vista, Shell y ExxonMobil. Según dijeron en la industria, este conflicto ya generó pérdidas acumuladas por US$10 millones.
De hecho, la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH), que la agrupa a todas las compañías y es liderada por YPF, envió una carta a las autoridades naciones y provinciales manifestando su preocupación por la situación, “que impiden la continuidad de las operaciones hidrocarburíferas”.
Los cortes de ruta comenzaron el miércoles pasado, a raíz de una protesta de los trabajadores de la salud, que pedían mejores condiciones salariales, pero se extendió con la suma de otros actores que aprovecharon la visibilidad y acercaron sus reclamos también.
El gobierno provincial todavía no generó respuestas. La situación es delicada porque las finanzas de la provincia están golpeadas por la crisis económica por la pandemia, aunque los ingresos por regalías petroleras comenzó a recuperarse y ya recaudaron $9064 millones en solo los primeros dos meses del año, según datos de la consultora Aerarium.
Sin embargo, hay dos temores que miran en el gobierno de Omar Gutiérrez: ¿Cómo saben que si ceden a un reclamo, no irán después otros sectores a cortar las rutas? Lo que por ahora es seguro es que nadie cree que las fuerzas de seguridad intervengan para despejar las rutas, un hecho que las empresas analizan con preocupación porque no saben cuánto puede durar el conflicto.
En el Movimiento Popular Neuquino, el partido político que domina la provincia desde hace décadas, ven una sombra traccionado detrás de estas protestas. Los más desconfiados apuntan al senador nacional Oscar Parrilli y a Ramón Rioseco, excandidato a gobernador del Frente para la Victoria, que tampoco tienen muy buena relación con el secretario de Energía, Darío Martínez, y exdiputado de la provincia, a pesar de ser parte de la misma coalición oficialista. Ambos funcionarios buscarán quedarse con la gobernación en las elecciones de 2023.
“Hay un malestar social que empieza a propagarse. Cada sector hace escuchar su voz y le dan visibilidad a otros reclamos que ya existían, pero que no tenían la amplificación para hacerse oírse. Empieza con el personal de la salud, pero no sabemos dónde termina. La Argentina está mal, los argentinos estamos mal. Añelo, particularmente, es una zona muy productiva y muy relevante para todo el país, es el corazón de la producción de energía. El Gobierno está teniendo dificultades para abastecer el gas en invierno. Con estos cortes, si hay afectación en la producción, será muy complejo el invierno”, dijeron a LA NACION en una de las empresas afectadas.
Las petroleras explican que los bloqueos impiden el traslado de personal propio de las empresas y también de sus contratistas, y de los equipos necesarios para la realización de los trabajos habituales para garantizar la continuidad de la explotación de los yacimientos.
“Dada la imposibilidad de acceder a nuestras áreas de Fortín de Piedra y Los Bastos con personal de relevo de operación y mantenimiento, y con insumos, Tecpetrol está sin poder fracturar ni perforar. Tecpetrol tiene hoy tres equipos de perforación y uno de fractura parados dado que no puede ingresar la arena para el set de fractura ni tampoco ingresar el gasoil para los equipos de perforación, entre otros insumos”, indicaron fuentes de la compañía de Techint.
Como Tecpetrol, están la mayoría de las compañías. Si no pueden perforar, temen por la producción de gas, que en los últimos años está en caída y eso generó la necesidad de aumentar las importaciones. “Si hay menos producción de gas, hay más descalce en la balanza comercial y hay más divisas que se van para pagar las importaciones. Al no haber tantas, se corta el gas a las industrias, que así no pueden producir. Si cortan la actividad, esto significa que no hay pago de impuestos, entonces hay menos ingresos a las arcas del Estado. Así empieza el vuelco de la economía”, describieron en otra de las compañías.
La carta de la CEPH está dirigida al ministro de Economía, Martín Guzmán, al secretario Martínez, al gobernador Gutiérrez, y al ministro de Energía de la provincia, Alejandro Monteiro. “Además de afectar el normal desarrollo de las operaciones hidrocarburíferas, estas medidas de fuerza generan elevados costos que implicarán el lento retorno a las actividades, (…) así como también incumplimientos contractuales que afectan a toda la cadena de valor, incluyendo a las empresas locales”, dijeron en la cámara.
Y advirtieron: “La falta de una resolución efectiva en tiempo y forma de este conflicto pone en riesgo no solo las actividades nombradas, sino también el desarrollo estratégico de los hidrocarburos de Vaca Muerta a mediano y largo plazo en la provincia”. (La Nación)