(Por: Rubén Lasagno) – De acuerdo a las declaraciones públicas realizadas por Roxana Reyes (UCR/JxC) en medios de Caleta Olivia, se conoció que están muy avanzadas las negociaciones con el oficialismo (Frente para la Victoria) para dilatar las elecciones con una nueva modalidad donde no está en discusión las PASO, sino que se implementaría la boleta única.
El punto aquí es que las coincidencias políticas entre la oposición y el oficialismo en Santa Cruz, especialmente, deja a ambos (UCR y FPV) en sus zonas de confort, por cuanto impiden que se realicen internas dentro de cada partido y permite que sean las estructuras partidarias las cuales definan los candidatos.
Tanta benevolencia…
Esta suerte de corriente “empática” entre unos y otros, léase el oficialismo representado por el Frente para la Victoria y la oposición por el Radicalismo en Santa Cruz, un lugar donde los primeros desprecian a los segundos y éstos jamás fueron reconocidos por los primeros, ni siquiera como fuerza de fuste opositor, debe obligarnos a una lectura más profunda; y es, precisamente preguntarnos ¿Qué punto de interés común hace que ambos se encuentren en un cruce de camino de la política en esta provincia, marcada por la hegemonía del oficialismo y prácticamente un ninguneo permanente a los opositores políticos?.
Del análisis resulta claro que en Santa Cruz este proceso de boleta única le sirve a ambos, básicamente porque las dos dirigencias retoman el manejo de la estructura partidaria y este sistema “consensuado” les permite a ambos volver a definir candidatos a quienes mayor poder tienen dentro de cada partido y esto, le simplifica todo, tanto al kirchnerismo, como al radicalismo.
En el FPV
No es casual que Claudio Vidal (SER/FPV), Daniel Peralta (PJ/Santa Cruz Somos Todos) y Javier Belloni(PJ/FPV), estén pensando en términos eleccionarios y no encuentren sano para sus aspiraciones, seguir aliados al kirchnerismo en las próximas elecciones.
El caso de Peralta estaría más o menos resuelto, dado que en las de 2019 si bien no fue por dentro del FPV, estuvo asociado con uno de ellos, Claudio Vidal, que hizo sus primeras movidas para ir apareciendo por la avenida del medio, en una provincia donde (entre tantos caminos sin terminar) esa avenida, precisamente, está llena de baches y barreras insalvables. De los tres, el ex gobernador es quien se encuentra más alejado de la estructura política del FPV, pero todavía es muy temprano para adivinar si cederá a las tentaciones o se mantendrá fuera de la línea oficialista.
Vidal es un caso “sui generis”. El petrolero ve venir un nuevo manoseo K, lo vive en carne propia, toda vez que la provincia le impide desplegar su pre campaña, pero no quiere ni puede romper con los padres de la criatura; es decir: Cristina y Máximo.
Las piedras que caen sobre el techo de Alicia, están cuidadosamente amortiguadas porque Vidal sabe que puede tirar la cuerda, pero no hasta que ésta se corte. No solo el tema político partidario depende de su buena relación política con la jefa de la banda; su sindicato, está fuertemente vinculado a las decisiones política en materia del manejo energético y la vinculación con YPF, totalmente kirchnerista y realzada como herramienta política en la vuelta al poder.
Javier Belloni, intendente de El Calafate, sueña con el vuelo propio, pero no quiere despegarse de la pollera de la viuda, que viviendo a escasos metros de la municipalidad, es siempre un factor de presión ineludible.
En el caso de Vidal y Peralta, el kirchnerismo los observa pero no les preocupa tanto. En el caso de Belloni si.
El intendente es un recio candidato con votos propios, pero que ha fracasado, precisamente, debido a la estructura política provincial del FPV que nunca lo apoyó pero se sirvió de él. Es en ese marco que hace poco, lo acercaron a Máximo. Alicia recibió la orden de no presionar más a El Calafate y el intendente se cuida de no ofender al partido, excepto algún que otro comentario sobre los palos en la rueda que le pone la provincia en el desenvolvimiento del turismo, la presencialidad y otros temas menores, que no dejan llegar la sangre al río.
A Belloni lo quieren acercar porque puede ser un candidato que desestabilice el orden interno de votantes en la provincia y el intendente sabe que solo no puede ni podrá conquistar la gobernación, pero difícilmente (no imposible) avance con una alianza junto a Vidal y Peralta, para hacer un frente común. Para eso, Belloni tendría que romper definitivamente con el kirchnerismo y no creo que sea esa la elección más lógica que tenga en este momento, en virtud de su proyecto político. De los tres, Belloni es el más kirchnerista y al único que el kirchnerismo le otorga cierto respeto y como tal, Belloni es respetuoso de las órdenes que reciba de la familia.
Resumiendo, a Javeir Belloni tratan de reconquistarlo, llamándolo del Instituto Patria, lo sientan con Máximo para darle un lugar y en la provincia eyectaron a “Pepe” Bodlovic como vicepresidente 1º de la legislatura y en su lugar lo pusieron a Jorge Arabel, un diputado históricamente alineado con el intendente de El Calafate.
Sacando a Belloni quien es el único con algunas posibilidades de negociar con el FPV, Vidal y Peralta, saben que no tienen ninguna chances de ser elegidos para ir como candidatos en los próximos comicios y en las elecciones de 2023. A esos candidatos los pone (si o si) Cristina, Máximo, Alicia o Leonardo Álvarez y no ellos.
Tal vez, quizás, ambos conformen un frente por fuera del kirchnerismo, pero no tan afuera como para recibir la dura respuesta política que suele dar el oficialismo, a quienes corren por la vereda de enfrente, más aún después de haber pertenecido al proyecto o la que le puede llegar de la gente, por cuanto los “arrepentidos” no son lo más confiable en términos políticos.
Por todo ello, el nuevo sistema consensuado por la UCR y el FPV, tiende a limitar la “democratización” de los partidos, al borrar las internas. En este contexto, Vidal y Peralta saben que no tienen lugar por dentro del Frente y que si van, serán absorbidos por la estructura y condenados a servir de apoyo de aquellos candidatos que decidan los antes nombrados.
UCR
Dentro del radicalismo pasa algo muy parecido. La oposición política representada en las personas de Eduardo Costa y Roxana Reyes, están sumamente tranquilos porque con este sistema se aseguran que a dedo, puedan digitar a cada candidato, teniendo en cuenta que poseen los 13 miembros del partido comiendo de sus manos, por cuanto los 13 son empleados directos o indirectos de Costa, Reyes, Tapia, Roquel o Richi. Es decir, que por este sistema, ellos Costa y Reyes) podrían poner el candidato que deseen y cortan las aspiraciones de gente del partido que han tenido muy buena performance electoral, pero que por las internas existentes, podrían ser ignorados; tal es el caso de Fabián Leguizamón, Facundo Prades (en zona norte) o Omar Zeidán en Río Gallegos, por mencionar solo a algunos.
También aquí se da un proceso similar al del FPV. Hay mucha gente del partido a quien no les alcanzan los números para ir por fuera del partido e ir por dentro, los hacen perder peso político y los condena a obedecer las órdenes que imparta la estructura partidaria.
Ahora habrá que observar cómo se acomodan los acuerdos alrededor del proceso eleccionario y las restricciones que impone la pandemia, sobre lo cual, cada partido (oficialismo y oposición) parecen haber encontrado la fórmula para recomponer el poder interno de los líderes de cada espacio, quienes volverían a tener en sus manos, la capacidad para decidir quien va y quien se queda, quien prospera y a quien postergan y de esta forma, no siempre los candidatos que surgen para representar a las distintas alianzas o partido en el sentido puro, son los mejores para representar a esos espacios y mucho menos a la ciudadanía. (Agencia OPI Santa Cruz)
por eso santa cruz es una provincia de mer da, por que tiene gente de me rda como votantes y como politicos