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Misión imposible: quieren comprar vacunas para sus empleados, pero no pueden

La vacuna de AstraZeneca

Según publica La Nación Actualmente hay solo dos vacunas registradas para su comercialización, Pfizer y Astrazenca.

Por: Sofía Diamante

Luego de que el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, dijera hace dos meses que estaba permitido la compra de vacunas por parte del sector privado, algunas cámaras empresariales comenzaron a conversar la posibilidad de adquirir dosis para inocular a sus trabajadores. Sin embargo, las gestiones hoy parecen prácticamente imposibles, ya que la Anmat tiene registradas solo dos vacunas para su comercialización en el país: Pfizer y Astrazeneca, y ninguno de los dos laboratorios habilitó la negociación con privados.

La Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha), que agrupa a las estaciones de servicio, indicó que había iniciado negociaciones con China para comprar la vacuna Sinopharm, que en el país tiene aprobada una autorización de uso de emergencia y ya se recibieron 4 millones de dosis.

“Hablamos con un contacto de la embajada de China y nos dijeron que vendían las dosis sin ningún inconveniente y que nos la dan en 30 días hábiles. El mínimo de compra son 500.000 dosis; nosotros necesitamos 70.000, por lo tanto la idea es juntarnos con otras cámaras. El único problema es que no entra nada de vacunas Covid si no están autorizadas por las autoridades nacionales y provinciales”, explicó Gabriel Bornoroni, presidente de Cecha.

Según le explicaron, las dosis no pasan nunca por manos de un particular, sino que la colocación la hacen las provincias en los centros de vacunación, a donde deberían ir los trabajadores. “China no tiene problema de negociar, pero nos piden la autorización del Gobierno. Todavía no presentamos la nota al Ministerio de Salud, pero hablamos con la provincia de Córdoba y dijeron que no habría problema. Nosotros no queremos ayuda estatal, solo pedimos que nos dejen comprar las vacunas. La idea es donar después las que sobren”, agregó Bornoroni.

La Unión Industrial Argentina (UIA) también está en conversaciones para adquirir vacunas, pero está buscando alternativas que no estén siendo utilizadas en el país “para no competir con el Gobierno”. El interés pasaría por comprar Moderna o Pfizer.

“Cualquier trámite necesita la habilitación de las importaciones y las autorizaciones del Gobierno, al cual ya hemos manifestado nuestro interés. Estamos pensando en comprar vacunas no solo para este año, sino para 2022, cuando también habrá que vacunarse después de las dosis de este año”, indicaron en la central fabril.

Las complicaciones para comprar vacunas

Las únicas dos vacunas contra el Covid registradas en la Anmat son las de Pfizer y Astrazenca; el resto tiene una autorización especial de emergencia, como la Sputnik V y la Sinopharm. Cada lote que ingresa necesita la habilitación que manda el Ministerio de Salud. Para estar registradas en el país, un representante local de aquellos laboratorios (ambos estatales) debería comenzar el proceso ante la Anmat.

“Es muy compleja la compra de vacunas desde el punto de vista administrativo, porque requiere la voluntad de Anmat para liberar el lote, ya que no son vacunas registradas y se necesitan permisos de importación. Igualmente, el problema es que es un insumo escaso, no es un tema de plata. Y hay que andar con mucho pie de plomo, porque hay mucho intermediario que promete el envío de vacunas y después no llegan”, dijo el diputado oficialista Pablo Yedlin, presidente de la Comisión de Salud.

Sonia Tarragona, jefa de Gabinete del Ministerio de Salud, explicó que solo el Estado Nacional y las provincias pueden solicitar el uso de emergencia para adquirir vacunas que no estén registradas, ya que no tendrán un uso comercial, sino que son para las autoridades sanitarias. A su vez, indicó que solo los laboratorios pueden pedir el registro a través de un responsable legal en la Argentina.

“Para que las vacunas las puedan comprar los privados, tiene que haber un registro, no pueden solo con el uso de emergencia. Y nuestras normas piden una serie de controles de calidad y criterios, hacer estudios de trazabilidad y certificar el lugar donde fueron fabricados, porque estamos importando productos médicos y tienen que ser aprobados por la Anmat, porque si no pueden traer agua con azúcar”, dijo la funcionaria a LA NACION.

“El problema no es solo la imposibilidad legal, por eso estamos preocupados con las promesas de vacunas. Es raro que alguien consiga vacunas cuando hay escasez. Hay muchos oportunistas que no puede certificar el control de calidad de esas vacunas, ya han aparecido varias falsificadas. En todo el mundo se demandan por año 5000 millones de dosis, la pandemia además incrementó el pedido en 11.000 millones más. Estamos triplicando el volumen de demanda de vacunas, pero no se triplicó la capacidad de producción. No sobran vacunas, por eso es raro que alguien aparezca”, agregó Tarragona.

Orden de prioridad

En las últimas semanas aparecieron los pedidos también de los sindicatos por anotarse entre los prioritarios para recibir vacunas, una vez que se inoculen a los 15 millones ciudadanos que figuran como la primera población objetivo (personal de salud, docentes, fuerzas armadas y de seguridad, mayores de 60 años y personas con patologías preexistentes).

Entre los sindicatos que hicieron público su pedido se encuentran los choferes del transporte público, personal embarcado y trabajadores del sector hidrocarburífero. Según indicó Tarragona, el orden de vacunación del personal estratégico se irá determinando según el riesgo que implica su actividad.

“Quienes aplican las vacunas son las provincias. Los que tienen prioridad son los que tienen más riesgo de enfermar gravemente o morir. Cada jurisdicción puede incluir a aquellas personas dentro de su propio plan de vacunación”, indicó. (La Nación)

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