Según publica La Nación “En el gobierno hay una interna feroz por la hidrovía. El kirchnerismo se quiere quedar con la caja. Cristina apunta a entregársela a los chinos con Gerardo Ferreyra, de Electroingeniería, como socio”, aseguró Jorge Lanata.
La Hidrovía es un canal navegable por los ríos Paraguay, Paraná y algunos de sus afluentes. Dado el fluctuante nivel del río, el objetivo es que puedan navegar barcazas de gran calado y grandes volúmenes de carga los 365 días del año. Las principales mercaderías que se transportan pueden ser minerales, combustible y productos agrícolas.
Se trata de un circuito de transporte que requiere de permanente crontrol, ya que es necesario rectificar el trayecto (eliminando meandros), ensancharlo (eliminando vegetación ribereña), hacerlo más seguro (mediante señalización), eliminar islas e islotes y profundizarlo (dragando el cauce del río). Por el Paraná y el Río de la Plata sale la mayor parte de las exportaciones argentinas, y también podría serlo de las de Paraguay, Brasil y Uruguay. Son casi 3500 kilómetros de extensión y se mueven alrededor de 6000 barcos por año.
Este domingo, el periodista Jorge Lanata presentó un informe sobre el enfrentamiento entre las dos posturas que hay en la alianza gobernante del Frente de Todos sobre el destino de la Hidrovía. “En el Gobierno hay una interna feroz por la Hidrovía. El kirchnerismo se quiere quedar con la caja. Cristina apunta a entregársela a los chinos con Gerardo Ferreyra, de Electroingeniería, como socio”.
El periodista explicó que se trataría de una alianza entre Shanghai Dredging Co y Ferreyra, un hombre que Lanata definió como “socio de los chinos en las represas de Santa Cruz”. En este contexto, Cristina Kirchner hizo aprobar en el Senado la creación de una Comisión Bicameral que intervenga en la licitación de la Hidrovía.
Pero además adelantó que según la información con la que cuenta en los próximos días el Gobierno relicitará la Hidrovía y habrá un cambio en la administración, que implica que el cobro de los peajes por los barcos que pasan quedará en manos de un funcionario de la Administración General de Puertos, “que responde al Instituto Patria”.
Por otro lado está la posición de la Casa Rosada. “La Hidrovía no es un hecho revolucionario, es resolver un problema que tenemos para conectar al norte del país para salir al Atlántico”, contestó en su momento a modo de defensa el presidente Alberto Fernández, luego de calificar de “muy virulentos” a aquellos militantes kirchneristas que lo cuestionan por la continuidad de las empresas encargadas del funcionamiento y control de la vía marítima por la que pasa más del 80 por ciento del comercio internacional del país.
Según Lanata, el Presidente ya acordó con el ministro de Transporte, Alexis Guerrera, que al finalizar los 90 días de prórroga firmados a fines de abril le seguirá otra postergación por otros 90 días, mientras avanza la licitación internacional “corta” pensada para generar una “mayor participación del Estado”, sobre todo en el cobro de peaje a las embarcaciones, que utilizan los ríos Paraná y Paraguay para los traslados y la salida a los mercados del Exterior, desde hace 25 años a cargo de la empresa belga Jan De Nul en sociedad con la argentina Emepa.
En el informe de Lanata, la diputada nacional de la Coalición Cívica, Mariana Zuvic, aseguró que en caso de que se imponga la posición cristinista, “después de la estatizacion” el Ejecutivo “entregará la Hidrovía con llave en mano a China”, en un contexto de alianzas con “Rusia y Venezuela”. También fue entrevistado por el equipo de PPT el legislador provincial Carlos Del Frade, quien dio cuenta de la altísima circulación de “contrabando en la Hidrovía, que incluyó también en el tiempo reciente la detección de cargas millonarias de droga, inclusive abandonadas en el río”. Por su parte, Gustavo Idigoras, presidente de la Cámara Argentina de la Industria Aceitera, también aportó su visión sobre la interna del Frente de Todos y aseguró: “La estatización sería un gravísimo error”.
Según la investigación de Lanata, “en los próximos días Alberto Fernández firmara un decreto que relicita por un año la administración de la Hidrovia”; y en este sentido se destacó que “lo más importante que cambiará ese proceso es que en la nueva licitación el cobro de peajes dejará de estar a cargo del concesionario y quedará en manos de la Administración General de Puertos. De esa manera, la caja de la Hidrovia quedará en manos del Estado. Pero específicamente en manos del kirchnerismo, porque aunque el ministro de Tranporte lo conduce Alexis Guerra, la caja no irá directamente a su órbita si no a la de la AGP que conduce José Beni, un abogado santacruceño y referente de Transporte en el Instituto Patria”.
“La concesión se va a prorrogar una vez más. La decisión política es continuar por ese camino mientras avanzan las nuevas licitaciones”, afirmaron a LA NACION recientemente dos altos funcionarios del ministerio a cargo de Guerrera, que minutos después de asumir el cargo se ganó la reprobación del kirchnerismo ortodoxo por afirmar que la estatización de la Hidrovía no está en los planes inmediatos, ni de su gestión ni de la Casa Rosada.
Frente a esta posición, se encuentra la otra, representada por ejemplo en las figuras de la economista Fernanda Vallejos, o del gobernador bonaerense Axel Kicillof quien definió: “Mi postura es que el estado tiene que tener el control de los peajes”. (La Nación)