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Planes de ahorro “trampa”: qué hacer si la cuota del auto se volvió impagable y cómo salir

Según publica Clarín La situación cambia mucho si ya se recibió el coche o no. Una por una, las opciones. Y qué derechos hacer valer.

Planes de ahorro “trampa”: qué hacer si la cuota del auto se volvió impagable y cómo salir

Por: Martín Grosz

El sueño del cero kilómetro se transformó para muchos en un costoso trastorno. Casi en una trampa, de la que hoy no ven forma de escapar sin grandes pérdidas. Los afectados son los que apostaron a comprarse un auto con planes de ahorro, cuyas cuotas se dispararon en el último tiempo hasta resultarles hoy casi impagables.

“Mucha gente está abandonando los planes porque la cuota les subió 80% en un año, 100% en un año o más también”, contó a Clarín Osvaldo Riopedre, abogado de la asociación de consumidores Adecua.

“Estamos recibiendo muchos reclamos de compradores que ya no pueden pagar más y que se desesperan porque su plata quedó atrapada y no podrán recuperar lo aportado por varios años. O peor: si ya tienen el auto, corren riesgo de ser embargados”, añadió.

La bronca entre los clientes es grande. Y, si se suman promesas incumplidas y manejos poco claros por parte de las empresas, pueden perder la paciencia. Como ocurrió la semana pasada en Caballito, cuando un hombre estalló de furia y causó destrozos en una concesionaria.

Fuertes aumentos en los cero kilómetro, el origen del problema

El gran problema es que, en estos planes, las cuotas se ajustan mes a mes según lo que vale el modelo cero kilómetro. Si el precio de lista del auto aumenta, la cuota lo hace en igual proporción.

Y lo que viene ocurriendo es que los vehículos han incrementado sus precios muy por encima del nivel general de inflación.

Según el INDEC, en el AMBA, los costos de adquirir un vehículo subieron 5,6% en mayo, 28% en los primeros cinco meses del año y un 85,8% promedio en sólo 12 meses.

¿Pero cómo funcionan los planes de ahorro?

La modalidad, desconocida en muchos países, está muy arraigada en Argentina. Actualmente 1 de cada 5 autos nuevos se adquiere así.

En la variante más común, el esquema permite abonar un vehículo durante siete años (84 meses), en cuotas variables que cada mes se calculan dividiendo por 84 el valor actualizado del 0 km, más cargos varios (gastos administrativos, seguro de vida, impuestos) que pueden elevar la suma más de un 30%.

Eso se hace en general en grupos de 168 compradores, que van recibiendo los vehículos a razón de dos por mes, uno por sorteo y otro por licitación.

Otro formato posible permite abonar el 30% de la unidad al inicio y financiar el otro 70% con el plan. En cualquier caso, al recibir el auto, las cuotas se deberán seguir pagando hasta la última, como las de un préstamo.

El ahorrista, si quisiera, también puede llegar a la última cuota sin retirar su auto, y cobrar lo que valga el modelo en ese momento.

Todo esto suele funcionar bien en tiempos de estabilidad. Pero, si se dispararan los precios de los 0 km, los ahorristas que más esfuerzo venían haciendo para pagar quedan complicados. En 2018, tras una devaluación, pasó algo similar.

En 2020, por la pandemia, la Inspección General de Justicia (IGJ), el organismo que regula los autoplanes, buscó aliviar a los ahorristas permitiéndoles diferir -si así lo piden- por hasta 12 meses hasta el 30% del valor mensual de sus cuotas.

Esta posibilidad se prorrogó hasta el próximo 31 de agosto, pero a muchos el alivio no les alcanza para poder seguir en carrera. Y se sienten estafados.

La gran pregunta de quienes firmaron estos contratos -muchas veces, sin comprender en qué se estaban metiendo- es qué pueden hacer si ya no pueden seguir pagando: cómo pueden salir.

La situación cambia mucho dependiendo de si el coche ya fue adjudicado o no.

¿Qué opciones de salida tienen los que todavía no recibieron el auto?

En cualquier momento de la “vida” del plan de ahorro, previo a la adjudicación, los ahorristas pueden:

1) Renunciar al plan. De esta manera se deja de pagar y se podrán recuperar las “cuotas puras” pagadas (sin los cargos extra), a valor actualizado. Pero para cobrar el dinero se deberá esperar al final del plazo (el mes 84), más los 60 a 120 días hábiles que suele demorar la liquidación.

2) Vender el plan. Hay concesionarias, particulares e inversores que los compran, obviamente, a un valor que permitirá recuperar sólo una pequeña parte de lo invertido (se puede perder la mitad o más). Pero sin espera.

3) Ir a la Justicia. En Adecua explican que si hubo falta de información, publicidad engañosa, promesas incumplidas (por ejemplo, la de entregar la unidad en cierto mes) o algún otro abuso que se pueda probar, se puede dar por rescindido el contrato e iniciar acciones legales. Esto para pedir la devolución de todo lo invertido con intereses y obtener una indemnizaciones por daños.

En los últimos años, en tanto, algunos compradores han conseguido en la Justicia medidas cautelares que frenaron parte del aumento de sus cuotas, con distintos argumentos. En mayo, un fallo de alcance colectivo ordenó rebajarlas 50% a clientes bonaerenses de Fiat y dispuso que en adelante las subas no sean mayores a la inflación general.

¿Qué derechos tiene el que nunca obtuvo el auto y espera hasta el final para recuperar lo pagado?

En la ONG Usuarios y Consumidores Unidos (UCU) los repasaron en una publicación reciente, para que los ahorristas estén alertas ante cualquier intento de hacerles descuentos injustificados a la hora de cobrar:

  •     Los que pagaron hasta el final. Tras abonar la cuota 84 (o la que sea la última en su plan), tienen derecho a cobrar el valor actual de la unidad (o sea, la última cuota pura multiplicada por 84). “No pueden descontarte concepto alguno. Tampoco te pueden obligar a renunciar”, aclararon en UCU.
  •     Los que dejaron de pagar. Pueden sufrir un descuento del 4% sobre dinero a recibir si no cumplieron con las cuotas por más de tres meses seguidos; o del 2% si antes de dejar de pagar renunciaron al plan comunicando esa decisión de modo fehaciente.
  •     Una excepción. La penalidad anterior, indicaron en UCU, no se puede aplicar si se ejerció el derecho de arrepentimiento. Eso vale dentro los 10 días de la compra cuando la contratación fue a distancia por medios electrónicos, o cuando se usa el nuevo botón de arrepentimiento.
  •     Descuentos por cargas administrativas impagas. Si se dejó de pagar sin aviso previo fehaciente, la administradora puede cobrarse lo adeudado por este concepto respecto de las tres cuotas que quedaron impagas. ¿Cuánto es? El 10% del valor de la última cuota pura del plan, multiplicado por tres. No más que eso.
  •     Descuentos por seguro de vida no devengado. Si el plan cayó por no pagar las cuotas, algunas administradoras hacen un cobro por este concepto. Según UCU, esto no corresponde y no debe permitirse, ya que la empresa administradora “no abona seguro alguno”. “Quienes pagan son los ahorristas -explicaron-, no existiendo deuda con nadie. Simplemente el deudor pierde la cobertura por falta de pago.”
  •     Reclamar el fondo de multas. “Si fuiste cumplidor durante todo el plan, corresponde que te abonen el proporcional del fondo de multas cobrado a los compañeros de grupo renunciantes o rescindidos por falta de pago. Sin embargo, es muy raro ver que estos fondos sean repartidos”, dijeron en la entidad.
  •     Liquidación parcial por morosidad del grupo. Si el grupo es moroso, al final del plan se liquidará a los que no recibieron autos una suma que no será el 100% del valor ahorrado, hasta tanto los adjudicatarios deudores no paguen todo lo pendiente. Pero, a medida que vayan recuperando los fondos, las empresas tienen obligación de liquidarlos trimestralmente. Si eso no ocurre, recomiendan intimarlas por carta documento a que cumplan.

Clientes de planes pueden pedir asesoramiento gratuito en UCU sobre estos temas llenando este formulario.

¿Qué pueden hacer los que ya recibieron el auto?

Los compradores que ya retiraron su vehículo y no pueden seguir pagando son los que están en peor situación. Sucede que el auto se entrega firmando un contrato prendario.

“Si no se paga más, pasado el tercer mes la empresa administradora le pedirá a un juez que ordene el secuestro del auto usado y lo remate para saldar la deuda”, explicó Riopedre, de Adecua.

Otro problema, según el abogado, es que en esas subastas privadas el bien se suele liquidar a “precio vil”, que puede ser incluso la tercera parte de su valor real de mercado.

Con lo cual, aun perdiendo el auto, la persona puede quedar debiendo muchas cuotas, con riesgo de que le embarguen también otros bienes (el sueldo, la vivienda, etc.), además de quedar en el Veraz.

Para que ese no sea el desenlace, los expertos mencionan dos alternativas:

  •     Llegar a un acuerdo de refinanciación. En algunos casos las administradoras están abiertas a esta posibilidad, aunque recomiendan asesorarse con un abogado antes de firmar.
  •     Cancelar anticipadamente la deuda. De este modo, al menos, se logra que las cuotas no se sigan incrementando.

Claro que no cualquiera tiene a disposición todo el dinero junto para sacarse el problema de encima de esa última manera. Si para conseguirlo hay que pedir un préstamo personal, se entrará en otra costosa deuda. Y el auto terminará saliendo aún más caro.

Adrián Bengolea, presidente de UCU, reflexionó: “El sistema de planes de planes de ahorro necesita ya una reforma. Si el precio del auto se dispara y ya no podés pagar, tenés que esperar muchos años para recuperar tu plata. Y si ya tenés el auto, te arruina. Así como está, se vuelve una trampa”. (Clarín)

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1 COMENTARIO

  1. El mio no es pla de ahorro pero si esta prendado y lo q pasa es q me estan cobrando casi el doble el seguro del coche esto tiene alguna solucion…?

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