- Publicidad -

Dos provincias aplicaron 22 mil vacunas más de las que recibieron: cómo lograron el “milagro”

Vacunación Estados Unidos

Según publica Clarín El dato salió a la luz en el Monitor Público de Vacunación. Y quedó en evidencia por la gran velocidad con la que esos distritos inmunizan. Cuál es el secreto para multiplicar las dosis disponibles.

Por: Pablo Sigal

Mientras algunas provincias argentinas reprueban el examen de eficiencia a la hora de suministrar con rapidez las vacunas contra el coronavirus que reciben de Nación, otras no sólo superan esa prueba, sino que además ostentan el don de multiplicar el stock disponible. Es decir, han aplicado más dosis de las que recibieron, aunque esto a priori parezca un absurdo.

¿Esa yapa virtuosa obedece a las vacunas que algunas provincias decidieron comprar por su cuenta, por fuera de la distribución nacional? La explicación en principio no sería ésa, ya que los lotes aún no han arribado. El argumento se recuesta en otra orilla: respetar la urgencia y el omnipresente escenario de escasez de dosis contra el Covid.

“Inventar” vacunas -en tiempos en que impera la falta- no es poco. Los distritos que han logrado hasta ahora evidenciar esa diferencia son La Pampa y San Luis. Las cifras consolidadas de este martes: en el primer caso. la primera había vacunado a 217 mil pampeanos con 206 mil dosis recibidas. La segunda había inmunizado a 297 mil puntanos con las 286 mil vacunas llegadas en el reparto.

Entre ambas provincias consiguieron que el stock disponible les rindiera para 22 mil personas más de lo previsto. Esto, claro, en caso de haber ofrecido una dosis per cápita; 11 mil, en cambio, si hubieran administrado el esquema de vacunación completo. Una operación sanitaria que, hasta el momento, ha reportado un 4,5 por ciento de “interés”: 5,3 por ciento en La Pampa y 3,8, en San Luis.

La respuesta al misterio interpela al resto del país, que no ha logrado demostrar “hazaña” semejante. Si cada gobernador hubiera avanzado con la misma celeridad -más allá de los matices geográficos y sociales que puedan volver más o menos complejo vacunar a la población objetivo- hoy el país seguramente contaría con varios miles de inmunizados más reflejados en los registros.

Las provincias que no consiguen “multiplicar los panes y los peces”, en realidad, no incurren en delito alguno, aunque el presunto desliz en el desempeño abre una pregunta: si La Pampa y San Luis pueden hacerlo, ¿por qué el resto no?Hay que recordar que hasta existe un protocolo nacional que enseña el método.

En rigor, es posible que otros distritos también estén abrazando esta práctica; lo que no se sabe es si eso efectivamente es así y en qué medida: la mayor lentitud de la vacunación con la que transitan el día a día no ha permitido en ningún otro caso llegar a apreciar la diferencia.

El “milagro” en cuestión se funda en un rasgo que no supone mayor secreto: se trata, simplemente, de la destreza con la que los vacunadores aprovechan hasta la última gota del líquido que viene contenido en los viales multidosis. Muchas veces esos frascos pueden rendir entre una y dos dosis más de lo que indica el rótulo. Algunos viales de Sputnik V, de 5 dosis, alcanzan para 6. Y los de AstraZeneca, que vienen para 10 inyecciones, se estiran hasta 11 ó 12.

El resultado de la eficiencia plasmada en sólo dos distritos genera sensaciones encontradas: por un lado, valoración de que algunas administraciones locales asuman el uso de los recursos del Estado bajo la lógica que debería imperar en pandemia: premura y economía de guerra. Por otro lado, inquietud sobre si en otros distritos los activos y pasivos se equiparan o también existe una cosecha extra.

Las cifras oficiales no dan respuesta a esta última incógnita: en las 22 provincias restantes la cuenta que repasa el Monitor Público de Vacunación muestra siempre más dosis distribuidas que aplicadas, lo que impide dimensionar el fenómeno de las “vacunas de más” que son utilizadas en cada uno de esos territorios.

De cualquier manera, nadie podría reclamar una rendición de cuentas por esas dosis potencialmente clandestinas, hayan sido aprovechadas o no. En cierta forma, el excedente presente en los viales habilita tácitamente un costado informal de la campaña de vacunación, ya que el rebusque no exige constancia.

En sus roles de “mejores alumnos de la clase”, funcionarios pampeanos y puntanos parecen marcarle a la medianía argentina la necesidad de un esfuerzo por transparentar y optimizar el operativo de inmunización, que a la vez sea consistente con un precepto clave en esta crisis global inédita: reducir a la mínima expresión cualquier esbozo de malversación o despilfarro. (Clarín)

spot_img

Suscribité al Newsletter

Más Noticias

- Publicidad -spot_img

Más Noticias

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí