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Efecto Boudou: la mayoría de los presos K consiguieron beneficios extraordinarios

Amado Boudou por Zoom

Según publica Clarín Condenados y procesados afines al Gobierno lograron condiciones de “detención” inusuales con domiciliarias en barrios privados, exención de pagos de fianzas y reducciones de condenas. Los casos de Báez, Samid, De Vido y Schiavi.

Por: Lucía Salinas

El ex vicepresidente Amado Boudou es uno de los presos K que mayores beneficios obtuvo. Además de la domiciliaria en una casona de Avellaneda con pileta y quincho, consiguió que le redujeran la pena 11 meses y desde este martes estará en condiciones de tener la libertad condicional.

Pero los beneficios que recibió Boudou no fueron los únicos para los presos K. Hoy, gran parte de ese universo de ex funcionarios y dirigentes detenidos pasan los días en barrios cerrados con comodidades, evitaron pagar fianzas y al igual que el ex vice consiguieron reducir sus condenas por cursos insólitos. Con una trato VIP consiguieron mejoras muchas veces inalcanzables para otras personas detenidas. En la lista, además de Boudou, aparecen Lázaro Báez, Jorge Castillo, Alberto Samid, Juan Pablo Schiavi y Julio De Vido, entre otros.

Según cifras oficiales, un 67% de la población carcelaria argentina cuenta con estudios primarios, y 9 de cada 10 no terminaron el secundario. A su vez, un 43% de las personas estaban desocupadas cuando ingresaron a prisión, y un 39% solo contaba con empleos flexibles o de tiempo parcial. ¿Otro dato? Más del 46% de los presos en cárceles federales no tienen condena. La pregunta, entonces, emerge sola: ¿para quiénes están diseñados los beneficios sobre las condiciones de detención o una mejora de sus sentencias?

La última imagen había sido la del “Rey de la Carne”, el empresario Alberto Samid, condenado a cuatro años de prisión efectiva por asociación ilícita. Almorzaba libremente en una parrilla, violando un arresto domiciliario que se monitorea supuestamente a través de una tobillera electrónica.

Pese a la escandalosa situación, la justicia no ordenó que vuelva al Penal de Ezeiza, sólo se le ordenó que nunca más viole las restricciones de su prisión. “Ante un nuevo incumplimiento de las obligaciones asumidas, se dejará sin efecto el arresto domiciliario concedido y se dispondrá su inmediato alojamiento en sede carcelaria”, advirtió el Tribunal. Pero seguirá en su casa. Tiene pileta, quincho y un enorme parque en la zona de Ramos Mejía.

La situación fue superada la semana pasada, por las medidas judiciales a favor de Boudou, quien este martes ya podrá acceder a la libertad condicional, gracias a la reducción de plazos de cumplimiento de su condena que le concedió la justicia federal. En total le redujeron once meses de los 5 años y 10 meses a los que había sido sentenciado por corrupción por el caso Ciccone.

​El dato que acompaña esas medidas, es que el ex vicepresidente logró la morigeración de su detención en plena pandemia: el juez Daniel Obligado dijo que como era padre de mellizos y que aún eran pequeños, era conveniente que permaneciera en su casa.

Boudou vive en una amplia propiedad en Avellaneda, con cuatro pisos conectados por un ascensor, cinco habitaciones, varios ambientes con livings, playroom, escritorio y baños en las cuatro plantas. Con añosas palmeras que rodean una gran pileta a metros del quincho para disfrutar de la parrilla, la propiedad estuvo en venta mucho tiempo por la inmobiliaria Alvarez, donde se ofrecen la mayoría de las casas del barrio Quinta Galli.

Con la condena por corrupción en el caso Ciccone, confirmada por la Corte Suprema de Justicia, Boudou continúa en esa propiedad porque pese a tener revocada la prisión domiciliaria, la Cámara de Casación ya no se expedirá al respecto: está cerca de acceder a la libertad condicional, por cumplir dos tercios de su condena. Eso será este 20 de julio, gracias a que el viernes pasado redujeron un mes más los plazos de su sentencia.

Jorge Castillo, el Rey de la Salada, cumple su arresto domiciliario con tobillera electrónica, en una mansión en el country Haras Argentino Farm Club de Luján, un lujoso emprendimiento de la zona oeste.

Fue allí mismo donde rodeado por la Policía disparó dos veces con su pistola a través de la mirilla de una puerta blindada que dividía las habitaciones del resto de la casa. Uno de esos tiros le provocó heridas en un ojo a un agente de la bonaerense. A finales de junio de 2019, la causa por asociación ilícita y tentativa de homicidio (por el ataque al policía) fue elevada a juicio.

No es el único arresto domiciliario que se cumple en una propiedad de importantes dimensiones. Las comodidades para el arresto domiciliario llegaron también a Lázaro Báez y a su hijo Martín, condenados por lavar 55 millones de dólares. Ambos, se encuentran en el un barrio semi cerrado del sur del gran Buenos Aires, en casas prestadas ubicadas a pocos metros de distancia. Los dos viven en casas amplias, con pileta y parquizado.

Los arrestos domiciliarios tienen otros componentes. En el caso de Boudou, Báez, su hijo y otros presos como Daniel Pérez Gadín, dejaron la cárcel sin pagar ningún tipo de fianza. Si bien a los Báez se les había impuestos cauciones millonarias, la Cámara de Casación terminó dejando sin efecto ese condicionamiento que el Tribunal Oral Federal 4 (TOF 4) había impuesto. Se fueron sin pagar nada.

Algunos de estos condenados en casos de corrupción, sumaron también otro beneficio: la aplicación de la Ley de Estímulo Educativo.

El ex vicepresidente, Licenciado en Economía, logró bajar su condena por cursos de electricidad, montador electricista, organización de eventos, filosofía, entre otros. Su socio y amigo, José María Núñez Carmona, también condenado en el caso Ciccone, obtuvo el mismo beneficio por realizar cursos de organización de eventos y electricista. Como publicó Clarín este domingo, Nuñez Carmona parece estar interesado en otros oficios. En unas charlas detectadas con el Rey de la Efedrina Mario Segovia hablan de hacer un negocio para hacer “10 ó 15 palos de un saque”.

El último en ser beneficiado con la aplicación de esta ley fue el ex secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi, con condena firme de cinco años y diez meses de prisión por la tragedia de Once. Schiavi hizo cursos de Antropología Cristiana, reparación de refrigeradores, práctica de injertos, entre otros, y logró reducir más de tres meses su sentencia. Julio de Vido también consiguió la domiciliaria en su chacra de la zona de Zárate donde solía criar pájaros y aves.

Florencia Arietto, abogada penalista especializada en asuntos penitenciarios, explicó a Clarín que “el sistema es tan desigual que esa Ley termina favoreciendo a Schiavi en desmedro del 90% de la población carcelaria que no terminó el secundario o primaria. Se reproduce y beneficia a una minoría privilegiada como a presos que son detenidos por casos de corrupción o que vienen de ser funcionarios, con un nivel de formación alto, que son profesionales y ellos terminan siendo beneficiados con una ley que debería impactar en otra población carcelaria”. (Clarín)

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