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DECIR QUE SERGIO ACEVEDO “ROMPE EL SILENCIO”, ES UNA EXAGERACIÓN DE LA NACIÓN QUE SOLO MUESTRA LA TIBIEZA DE UN SOLDADO K QUE NUNCA DEJÓ DE SERLO

Vidal, Acevedo y Di Tulio: billete mata renovación
Claudio Vidal y Sergio Acevedo – Foto: La Vanguardia del Sur

El diario La Nación sacó una nota a modo de “primicia” o en calidad de “hallazgo”, a juzgar por el título que la encabeza y un texto donde la colega Mariela Arias le hace una entrevista al ex gobernador mandato incumplido Sergio Acevedo, hoy rescatado de las cenizas políticas por el partido SER, un ala del kirchnerismo provincial, que tiene como cabeza visible al petrolero Claudio Vidal.

Cuando uno lee que Sergio Acevedo “rompe el silencio”, espera encontrar en el cuerpo de la nota alguna revelación de las tantas que guarda el ex gobernador al paso, ex diputado nacional, ex Señor 5, ex vicegobernador  y muchos “ex” pero nunca un “Ex kirchnerista”. 

Su esencia partidaria, su pertenencia al partido que lo parió, nunca se rompió, al contrario, los silencios de todos estos años por parte de Sergio Acevedo lo ponen dentro del esquema de aquellos cómplices de la corrupción kirchneristas, sea por acción o por omisión, como sucede acá. En este caso, Acevedo, siendo uno de los hombres que más conocen el mecanismo de corrupción, las tramoyas, las cuentas, la ruta de los fondos y cómo Néstor Kirchner, el mentor del sistema, forjó su fortuna junto a Lázaro Báez y se robó los Fondos de Santa Cruz, nunca, jamás abrió la boca para esbozar un mínimo de decoro y/o de arrepentimientoni denunciarlo ante la justicia; y tampoco en esta entrevista, se lo preguntaron como debería hacerse, porque se trata de una nota de autoayuda para poner en carrera y darle una mano a un eterno candidato a algo.

No vamos a reproducir la nota acá, porque en realidad nos parece que no tiene ningún valor desde el punto de las expectativa política, de lo informativo y mucho menos si esperamos leer alguna cuestión reveladora, nueva, interesante o la expresión de algún pensamiento crítico ácido, sagaz y mucho menos autocrítico. Nada de eso, Acevedo luce como un astronauta que hace 25 años lo enviaron a la luna y apenas una semana atrás volvió a la tierra y de la cápsula fue directamente y sin escalas a vivir a su casa en Pico Truncado. No tiene entidad como hombre político, pero mucho menos como candidato.

En la nota de la Nación, ponderan desde la bajada, que fue el gobernador que renunció en el 2006 por negarse a pagar un adelanto de obra para Lázaro Báez, como si se tratara de un hecho heroico y en realidad, esa es la cáscara de un relato que lleva inmerso otros problemas de intereses personales y políticos lo cual, de haberse conocido realmente, hubiera abierto una caja de Pandora de la que Acevedo se encargó de guardar muy bien las llaves y armar un relato “para la gilada”, que aún hoy repite con tan buen resultado que logra despertar interés de una parte del periodismo que todavía lo llama para escuchar la nada misma, de quien sabe todo y un poco más sobre el verdadero numen de la corrupción kirchnerista a la cual arropó durante todos estos años y aun sigue encubriendo.

En la nota de La Nación, el silencio cómplice del ex gobernador, hoy con ganas de retomar la beca política, es calificada como “moderación” y luego se acude a lugares comunes, a frases hechas como las intenciones de “cerrar la grieta” y pertenecer a un espacio (el SER) “sin sectarismo ni exclusiones” y recrudece su kirchnerismo más puro al traer de la historia, la vieja frase de Néstor de que Santa Cruz “sigue en la periferia de la patria” y después, muy suelto de cuerpo larga la frase insignia de un político desmemoriado al decir que “La corrupción en la política se mide por la cantidad de pobres que hay en una sociedad en un momento determinado”.

Es todo un pronunciamiento sobre lo mal que ha gobernado su partido/nave nodriza /FPV en Santa Cruz, teniendo en cuenta el nivel de pobreza alcanzado, gracias a esa corrupción que él ha callado sistemáticamente, dado que Acevedo estuvo al lado del maestro y jamás fue a una fiscalía para denunciar el latrocinio del kirchnerismo (su partido) que lleva casi 30 años ininterrumpido de gobierno en Santa Cruz donde el propio Acevedo sacó el 60% de los votos, precisamente, gracias a su mentor político que cuando se cansó, lo echó por teléfono, aunque Acevedo no lo reconozca, obviamente.

Luego, el texto se desarrolla con una serie de preguntas tan naif como el personaje. Por ejemplo, por qué vuelve a la política después de 15 años de su renuncia, lo cual es inexacto. Sergio Acevedo intentó varias veces colarse en el tándem de Eduardo Costa y hasta armó una coalición con el empresario, llamada “Nuevo Movimiento”. La verdad es que Sergio Acevedo quiso, pero no pudo, resurgir en la política provincial pero su imagen pública no tiene buena performance, precisamente, por la forma en que dilapidó su credibilidad al renunciar alegando “razones personales”, cuando todos saben, fue una cobardía más de un hombre que vivió siempre, sometido al linaje patriarcal del FPV, al que obedeció y del cual guarda secretos que llevará a la tumba.

Estamos participando de una organización política nueva que no es sectaria, que no es excluyente, que es participativa y que pretende recobrar la defensa de los intereses de Santa Cruz más allá de la lógica de las fuerzas nacionales”, dijo Acevedo y en realidad no aclaró y nadie le preguntó sobre el periplo el Claudio Vidal por todos los partidos, tratando de unir voluntades para ganar una banca y cómo varios le dijeron que no, por lo obvio de la propuesta del petrolero. Es más, el propio Acevedo, destaca en la nota que él personalmente fue el puente para que Vidal le propusiera a Gabriela Mestelán (Encuentro Ciudadano) ser parte de esa alianza, lo cual fue rechazado por la diputada.

Está claro que la realidad inspiró a Vidal, Prades y Acevedo a estar bajo un mismo techo: nadie se ofreció a acompañarlos. De hecho, ante la pregunta de si hubo referentes políticos de la provincia que lo hayan tentado a volver, Sergio Acevedo dijo lacónicamente: “No hubo ofrecimiento”. La explicación es obvia.

Luego la entrevista transita por temas recurrentes, frases y párrafos que ya hemos leído y escuchado en boca de Sergio Acevedo, cuando desde los canales de Buenos Aires lo convocaban “para que hable quien más sabe del krichnerismo en santa Cruz”, era la frase-cliché con la que lo presentaban y al final de la charla, no quedaba nada, porque Acevedo se diluía en falsos diagnósticos sobre los recursos naturales, el trabajo, la pobreza etc, cosas que todos sabemos (como las que repite en la nota de La Nación) y no necesitamos que alguien como él lo ratifique. Al menos el lector o el oyente, espera una contrastación brutal de las realidades vividas por los santacruceños en estos tiempo, de cómo llegamos a este estado de cosas y para explicarlo, Sergio Acevedo tiene argumentos, herramientas y conocimiento  pleno y certero, pero elige el camino jabonoso del discurso político light, sin alma, sin sustancia, sin compromiso, con mucho palabrerío y prognosis berreta, pero sin decir absolutamente nada de lo importante que hay para realmente explicar de por qué y cómo el kirchnerismo ha hundido a Santa Cruz en 30 años de desinversión, pobreza, empleados públicos y desesperanzas.

Hay una sola explicación de por qué Sergio Acevedo no lo dijo, no lo dice y nunca lo dirá: porque él mismo fue parte de todo este proceso; fácticamente hasta que renunció en el 2006 y a partir de allí, con la complicidad del silencio que merodea con frases  trilladas y enunciados de manual y se complementan con la extraña costumbre del periodismo de no preguntar para no molestarlo, desvalorizando, finalmente, un trabajo que podría ser revelador, si al entrevistado se lo incomoda para que diga la verdad y no lo que le conviene decir, en vista a una campaña donde ante la necesidad (como aquel tiempo en que adhería a Costa) Acevedo retoma el discurso oportunista de alguien que pretende posicionarse ante la opinión pública casi en calidad de mártir del sistema, cuando es uno de los responsables directos de que Santa Cruz esté como está, después de 30 años de haber pasado por el poder, gente como Néstor Kirchner, Carlos Sancho, Daniel Peralta, Eduardo Arnold y el propio Sergio Acevedo. (Agencia OPI Santa Cruz)

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10 COMENTARIOS

  1. Cuanta verdad en el texto, el peor de los cobardes pretende que el pueblo le perdone su huida del gobierno provincial, sin dar explicaciones, dejandonos en manos de un obtuso frívolo como Sancho, primero confesá cómplice, luego veremos. Por otra parte que pobres estan los peronistas de candidatos que ponen a una gorila como candidata a diputada, que hizo de bueno esta Moira Lanesán Sancho para merecer tal honor?

  2. EL NEGOR ESTA DESESPERADO POR MARCAR TARJETA Y ENCONTRO A OTRO NEGO QUE ESTA DESESPERADO POPR ENCONTRAR APOYO Y OTRO QUE QUIERE MOJAR PAR ANO IR EN CANA JAJAJAJAJAJAJA

  3. Consulta para opi periodismo independiente…en la última semana subieron 4 notas “criticando” o referenciando específica y únicamente al espacio ser/vidal/acevedo, etc…mi pregunta es si en algún momento van a escribir o criticar sobre las 5 o 6 listas de la alianza pro cambiemos o al frente de todes también? Como para que sea más objetiva la cosa…estaría bueno desenmascarar a todos los candidatos y candidatas, hay bastante para decir. Saludos

    • Marcos: no es criticar siempre al mismo, es que los que se ofrecen dan para la crítica. El FPV tiene unos candidatos que no los conoce nada, son ignotos, porque ellos se aseguran que el kirchnerista va a votar cualquier cosa que les ponga Alicia o Cristina. Estros otros tres, se hacen los independientes y son K hasta el hueso. Nuestra obligación, dado que en Santa Cruz nadie abre la boca, es que la mayor cantidad de gente posible, sepa de qué se trata. Y hacia ahí vamos. Saludos

  4. Sergio Acevedo… una babosa tibia, sin huevos. Cuando dió el portazo debería haber denunciado. Optó por el silencio cómplice. C I N I C O …

  5. Es un tibio, lo escuché el otro día al aire en radio News, lo caracteriza su ambigüedad. Es cómplice con su silencio de la corrupción K. Tuvo oportunidad de Denunciarla, máxime siendo funcionario público en esa oportunidad (gobernador). Defraudó al mas del 60% del electorado que lo votó, se cagó en ellos y se fue a su casa, hizo silencio y ahora aparece como pancho por su casa. Es un tibio. Hombre formado por el kirchnerismo fiel al modelo, sino los hubiera denunciado. Es otro “K” encubierto. Ni respeto merece, está como el presidente y el Diputado Massa, denigraron a su presidente (CFK) y ahora están con ella, son un asco…..

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