Según publica Clarín Los corrales de engorde muestran niveles de ocupación menores a los del año pasado y no hay incentivos para producir animales pesados.
Por: Lucas Villamil
El Gobierno viene destacando que gracias a la decisión de restringir los embarques de carne, el precio de ese producto en el mercado local bajó en julio y agosto 1 y 1,4 por ciento respectivamente. Pero según advierten diversos actores de la cadena de la carne, el alivio para el bolsillo durará apenas una primavera y antes de fin de año llegará una nueva suba provocada por la tensión entre una alza estacional de la demanda y una caída en la oferta de carne, también estacional pero más pronunciada que la de otros años.
Para entender lo que puede suceder en los mostradores en el corto plazo hay que remontarse a los eslabones anteriores en el proceso productivo. Según Leonardo Rafael, presidente de la Cámara de Matarifes y Abastecedores (CAMyA), “de acá a un mes va a haber un bache en el que habrá un faltante porque hubo un momento del año en el que no ingresó una buena cantidad de hacienda para el engorde a feedlot”.
Además, al factor oferta Rafael le agrega un condimento de demanda: “Encima, con la cantidad de plata significativa que (el Gobierno) piensa largar, se va a generar inflación, no solo en la carne sino en varios productos”.
Por su parte, el presidente de la Cámara Argentina de Feedlot, Juan Eiras, confirma la caída en los niveles de encierre y detalla que la primera semana de septiembre se perdió algo más de un 3 por ciento de ocupación en los corrales de engorde, y que hoy el porcentaje de ocupación es alrededor de un 5 por ciento menor que a igual mes del año pasado.
Pero además, Eiras remarca que aunque hubiera las mismas cabezas o algo menos “es muy probable que haya menos kilos porque el cierre parcial de la exportación le quita horizonte a ese novillo bueno Hilton o el novillo “supermercado”, que es el que más castigado está y no dan los costos para producirlo”.
Según el representante de los feedloteros, todos los novillos que se venden a 185-190 pesos por kilo se venden “a pérdida”, por lo cual nadie va a repetir la experiencia de producir para vender a esos valores. “Aun cuando se produzcan un poco menos de cabezas, además se van a producir más livianas y esto tarde o temprano va a generar un desfasaje en la oferta. Además en la zafra, entre fin de año y marzo, históricamente hay una recomposición de precios por menor oferta. Lo que se encierra hoy, la gran mayoría sale en 2022”, explica Eiras, y concluye con una advertencia: “Iba a pasar y pasó. En la medida que se prolonguen las medidas, más se va a profundizar”. (Clarín)
