Según publica Clarín Fue la única funcionaria no alineada a Cristina Kirchner que se sumó a esa ola de presión. Por primera vez, respondió sobre el tema.
Por: Mariano Gavira
En medio del terremoto político luego de las PASO y la derrota del Gobierno se generó un tsunami de renuncias por parte de ministros y funcionarios K ante Alberto Fernández. De aquella lista que generó presión para un cambio de Gabinete Victoria Donda, la titular del INADI, fue el nombre más extraño: la funcionaria había sido ratificada por el Presidente en sus peores momentos y no era una figura fija de alineación con Cristina Kirchner.
Pareció un desplante no explicado.
Ahora, confirmada y firme en su puesto, Donda habló por primera vez de esa situación y explicó qué fue lo que la motivó a tomar esa decisión que sorprendió a propios y extraños.
“Todos los funcionarios estamos a disposición del Presidente. Yo no estoy sola y soy parte del proyecto político junto a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner”, comenzó la funcionaria en diálogo con Clarín.
Ante la consulta sobre la sorpresa que generó esa decisión, Donda fue clara: “Yo soy consciente de que no estoy atornillada al INADI. Acá lo importate es la idea de siempre construir, es una responsabilidad estar en este puesto”.
“Atornillada” no parece una palabra casual: se instaló en el léxico del kirchnerismo duro, tras los explosivos audios filtrados de Fernanda Vallejos, en paralelo a la eclosión interna en la cúpula del Gobierno. Así se refirió al Presidente esa diputada ultracristinista.
La charla con Donda se dio fuera de contexto. En rigor, la funcionaria accedió a hablar con Clarín este miércoles en el marco -bien delimitado por sus asesores- de la intervención del INADI en el reglamento del Festival de Cosquín luego de una denuncia por discriminación de la cantante trans Ferni de Gyldenfeldt. Allí se anularon las categorías de “voz femenina” y “voz masculina” y ahora habrá un único rubro sin distinción de género, englobado en “voz solista”.
Donda evalúa su gestión frente al INADI de manera positiva. “Yo creo que estamos haciendo las cosas bien y una forma de demostrarlo es con números que hablan por sí solos. Se generaron nuevos espacios de debate, aumentaron las denuncias, hay más confianza en el organismo”, afirmó.
En el marco temático delimitado de la conversación, mientras la funcionaria explicaba las actuaciones del organismo que dirige ante la organización de Cosquín se le consultó sobre aquella presentación de su renuncia. Fueron un par de preguntas, que Donda no tuvo inconvenientes en contestar. Una vez.
La ex diputada nacional contó que tanto el día de la presentación de su renuncia como los días siguientes mantuvo charlas con Alberto Fernández. “Claro que hablé con él”, dijo. “Tenemos mucho diálogo y el Gobierno es una coalición donde todos nos escuchamos”, aclaró y fugó en sus definiciones hacia el futuro: “Ahora tenemos la responsabilidad de que la crisis no la paguen los sectores más bajos y es el momento de empezar a salir adelante luego del desastre de los cuatro años del macrismo y los daños que dejó la pandemia”.
Adelante, macrismo, pandemia. Una sucesión con sonido a respuesta de molde del funcionariado kirchnerista en campaña.
En la entrevista de este miércoles el tiempo fue tirano y no hubo lugar para repreguntas. Este jueves había una promesa de extender el abordaje de sus razones para sumarse a la ola de renuncias. Pero sus asesores la excusaron: Donda adujo problemas en su agenda personal.
Por primera vez Donda habló de sus razones de renuncia. No quiso correrle la voz a la pregunta. Tampoco pareció querer abundar.
Cronología de una renuncia sorpresiva
Donda fue tal vez la única funcionaria en sumarse a las renuncias masivas que no pertenecía al más duro entorno de Cristina Kirchner, al menos, explícitamente. Más bien ha tejido vínculos con el renovador Sergio Massa y se sumó al Frente de Todos desde una facción de Libres del Sur.
Como Wado de Pedro, la punta de lanza de la movida de renuncias, Donda es hija de desaparecidos y nieta recuperada que ingresó a la política de mano de Néstor Kirchner.
Pero ella se alejó y fue muy crítica en tiempos de Cristina. Y volvió en acuerdo al paraguas oficialista, tras ser implacable con el macrismo en el Congreso.
Su gestión antidiscriminación dejó una catarata de críticas. Primero con el affaire por las denuncias de su ex empleada doméstica quien acusó a Donda por ofrecerle un contrato en el INADI o anotarla en un plan social, si ella renunciaba al trabajo en su casa.
Por el escándalo fue investigada por los delitos de administración fraudulenta y malversación de fondos públicos, en el que el juez Sebastián Casanello la sobreseyó, pero el fiscal Guillermo Marijuan apeló e insistió en que Donda sea llamada a indagatoria.
Pese a todo eso fue el propio Alberto Fernández quien la ratificó al frente del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo. Y casi como reciprocidad, Donda firmó un expediente exculpatorio del Presidente y justificó al mandatario cuando dijo que “los mexicanos salieron de los indios y los brasileños, de la selva” en un acto el 9 de junio.
Por aquella frase, Fernández fue tildado de “racista” por medios brasileños y recibió también la crítica de organizaciones de pueblos originarios por su referencia a la llegada de los argentinos en “los barcos”.
Donda transformó sus argumentos en una defensa cerrada a la gestión presidencial. Sostuvo que los dichos “no reflejan las acciones del gobierno de Fernández, que, lejos de promover la discriminación y la invisibilización de los pueblos originarios, promovió intensamente la igualdad de los grupos históricamente vulnerabilizados”.
Pero en su momento interno más complejo, Donda le presentó la renuncia a Fernández. Que no la aceptó. (Clarín)
