Según publica Clarín El ministro lo aseguró en charlas privadas y ante intendentes. En el Gobierno creen que está desbordado por la nueva ola de inseguridad.
Por: Mariano Roa
El miércoles no fue un día más en la vorágine diaria de Sergio Berni. El reciente asesinato de un joven en Quilmes, apuñalado para robarle la mochila y el celular cuando iba camino a la escuela, pareció haberlo superado.
Además, en las 12 horas previas a ese crimen hubo otros dos homicidios, también en el Conurbano: un subcomisario de Caseros y un comerciante de Gerli, en Lanús, murieron a balazos en intentos de robos.
Berni atraviesa su peor momento al frente de la seguridad bonaerense. Y aunque se le reconoce el cuero curtido para manejar un cargo que según él “es sólo dar malas noticias”, esta vez se manifiesta más fastidioso. Como saturado.
En ese contexto, el ministro de Axel Kicillof expresa su bronca abiertamente, no importa quién lo esté escuchando. “Hasta acá llegué. El Frente de Todos es un cachivache”, repitió en charlas privadas, confirmadas a este diario por distintas fuentes.
“Lo dije antes de las PASO y ahora ya todos lo saben: me voy. No quiero saber más nada. No voy a participar más de un lugar que se parece más a un cabaret que a un espacio político comprometido para mejorarle al vida a la gente. El día después de las elecciones, que no cuenten conmigo en el Frente de Todos”, avisó ante distintos interlocutores, como algunos intendentes, según pudo reconstruir Clarín.
A Berni le molesta cómo se manejan varios funcionarios y dirigentes prominentes en el FdT. Apunta principalmente contra la estructura de La Cámpora. La última vez que vio a Máximo Kirchner, el día de las PASO, casi se van a las manos tras una fuerte discusión. Un colaborador tuvo que interponerse en su camino cuando encolerizado avanzaba sobre él.
El ministro de seguridad bonarense es casi como un tío para el hijo de la vicepresidente. Pero hay asuntos pendientes entre ellos, algunos personales, que se fueron acumulando por años. Berni siente que La Cámpora le juega sucio.
En la tarde de este jueves, el ministro de Axel Kicillof dio declaraciones a tono con lo publicado por Clarín. “Los soldados no nos rendimos”, dijo Sergio Berni, aunque condicionó su continuidad: “Hablemos después de las elecciones”, agregó en una entrevista con Viviana Canosa.
La relación con Cristina
El centro de la supervivencia de Berni es Cristina. Necesita de su protección para poder trabajar de la forma que siempre lo hizo: autónomo, sin rendirle cuentas a nadie, salvo a ella.
Tras la enfrentamiento con Máximo, Berni no habló más con Cristina, según aseguran en el entorno del funcionario. “No la llamó ni ella lo llamó a él”. Nadie sabe bien si esa falta de comunicación con la vicepresidente presagia una ruptura mayor.
El ministro también apunta contra los intendentes. Su relación con varios de ellos es de desconfianza. En La Plata todos notan esa falta de feeling. Un ejemplo es la relación con Martín Insaurralde, nuevo jefe de Gabinete y punta de lanza de los jefes comunales del GBA para monitorear “en tiempo real” la administración de Kicillof.
“Con Insaurralde no tiene nada personal pero claramente no son lo mismo. No comparte para nada su visión de cómo resolver los problemas. Sergio vino para cortar mucha runfla que hay con la Policía Bonaerense. Y ese trabajo lastima varios intereses municipales”, señalan cerca del ministro.
Puntualmente, Berni arremete contra los intendentes que tienen policías retirados como secretarios de seguridad de sus municipios. “Son gente de la vieja estructura de la fuerza que nosotros vinimos a desactivar. Les cortamos la caja”, resaltan sin nombrar a nadie pero con una poca solapada alusión al Ezeiza de Alejandro Granados y el ex comisario Hugo Matzkin.
Justamente, y como pasa cada vez que hay una crisis en la seguridad bonaerense, la figura de Granados volvió a ser nombrada como un posible reemplazo de Berni. “Mi viejo está para colaborar en todo lo que le pidan pero ni loco está para volver a conducir la fuerza”, descarta su hijo Gastón. En Ezeiza remarcan que Granados padre comenzaría con una serie de licencias en su cargo de intendente como la que se tomó durante la pandemia.
Otro de los que se barajaron es Mariano Cascallares. El intendente de Almirante Brown cree que Berni está más afuera de su cargo que de su continuidad. Pero en la Municipalidad del sur del GBA aseguran que nadie llamó para ofrecerle el cargo.
¿Qué dice Kicillof? Poco y nada. Al gobernador, en un punto, le conviene que Berni siga llevándose la marca de la inseguridad que acecha a la Provincia. “Hubo tres asesinatos en 12 horas en el GBA y Axel evitó el desgaste de dar la cara gracias a la figura que representa Berni”, admiten en La Plata. También para eso están los ministros.
“No se dejen operar por Berni y su entorno. No renuncia ni loco. Dónde mejor va a estar que en ese cargo. ¿Dónde se iría a trabajar? Está muy golpeado por los asesinatos y una delincuencia que no sabe o no puede dominar en la Provincia. Además está, otra vez, la alarma de una huelga de la Policía por el tema de los sueldos. Le está mandando un mensaje a Cristina para que lo apuntale, tras la pelea que Máximo”, apunta un integrante del Gabinete nacional de Alberto Fernández.
El Presidente sentía hasta hace poco una causa perdida su intención de lograr remover a Berni de su cargo. Ahora quizás huelan una oportunidad para lograrlo. (Clarín)
El peronismo cortará varias cabezas para salvar su eterna revolución, por lo tanto hay que rajar antes que el barco se hunda con la kapitana.