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Murió el exsecretario de Estado Colin Powell, un ícono de la guerra contra el terror de EE.UU., por “complicaciones del Covid”

El exsecretario de Estado Colin Powel - Foto: Telam

Según publica La Nación Fue el primer afroamericano en ocupar el puesto de jefe del Estado Mayor Conjunto; tuvo un rol clave tras los ataques del 11 de Septiembre.

Colin Powell, que trabajó con presidentes demócratas y republicanos en la guerra y la paz, pero cuya excelente reputación se deterioró cuando compareció ante la ONU e hizo afirmaciones imprecisas para justificar la guerra en Irak, murió por complicaciones del Covid-19 anunció hoy su familia. Tenía 84 años.

Powell fue el primer afroamericano en ocupar el puesto de jefe del Estado Mayor Conjunto, antes de convertirse durante el mandato de George W. Bush en secretario de Estado, cargo que desempeñó durante las “guerras contra el terror” que Estados Unidos lanzó en respuesta a los atentados del 11 de Septiembre.

“Estaba completamente vacunado. Queremos agradecer al personal médico del Centro Médico Nacional Walter Reed por su atento tratamiento. Hemos perdido a un esposo, padre, abuelo y un gran estadounidense extraordinario y amoroso”, dijo su familia en una publicación en Facebook.

El exsecretario de Estado falleció en el hospital Walter Reed, en la periferia de Washington, donde suelen ser atendidos los presidentes estadounidenses.

Su trayectoria

Powell fue uno de los funcionarios afroamericanos más destacados de Estados Unidos durante décadas. Fue nombrado para altos cargos por tres presidentes republicanos y alcanzó la cima del Pentágono mientras aún se recuperaba del trauma de la guerra de Vietnam.

Nacido el 5 de abril de 1937 en Harlem, el periplo estadounidense de Powell, o “American Journey”, como tituló su autobiografía, comenzó en Nueva York, donde creció y obtuvo una licenciatura en geología.

Después de su graduación en junio de 1958 inició su carrera militar, en la cual fue primero enviado a Alemania y luego a Vietnam, donde estuvo en 1962-63 como uno de los miles de asesores militares del presidente John F. Kennedy, y luego nuevamente en 1968-69 para investigar la masacre de My Lai.

Fue condecorado con el Corazón Púrpura, pero también tuvo que enfrentarse críticas por su informe sobre los centenares de muertes en My Lai, que para algunos descartaba cualquier acusación de delito.

Las experiencias de Powell en Vietnam cuando era un joven soldado lo llevaron a desarrollar la llamada “Doctrina Powell”, que decía que si Estados Unidos debe intervenir en un conflicto extranjero, debe desplegar una fuerza abrumadora basada en objetivos políticos claros.

De vuelta en Washington, rápidamente ascendió, y sirvió a Ronald Reagan como asesor de seguridad nacional, y a George H.W. Bush y Bill Clinton como jefe del Estado Mayor Conjunto de 1989 a 1993.

El mandato de Powell en ese último cargo estuvo marcado por su participación en algunas de las acciones militares estadounidenses más notables de finales del siglo XX, incluida la operación de Panamá en 1989, la Guerra del Golfo de 1991 y la intervención humanitaria de Estados Unidos en Somalia.

Aunque Powell se mostró inicialmente reacio a enviar tropas estadounidenses cuando Irak invadió Kuwait en 1990, se convirtió en uno de los voceros más confiables de la administración cuando finalmente llegó el ataque al ejército de Saddam Hussein.

Su popularidad nacional se disparó a raíz de la victoria de la coalición liderada por Estados Unidos durante la Guerra del Golfo, y durante un tiempo, a mediados de los años 90, fue considerado uno de los principales candidatos para convertirse en el primer presidente negro de Estados Unidos. Powell, un republicano moderado y pragmático, consideró la posibilidad en 1996, pero las preocupaciones de su esposa Alma respecto a su seguridad lo desanimaron.

La invasión a Irak de 2003

Powell fue confirmado por unanimidad como secretario de Estado en 2001, y en ese cargo le tocó lidiar con los atentados del 11 de Septiembre. Como principal diplomático de Bush, se le encomendó la tarea de generar apoyo internacional para la guerra contra el terrorismo, incluida la guerra de Afganistán, pero su mandato quedaría marcado por el apoyo que dio a la invasión de Irak.

Powell siempre estará asociado con su controvertida presentación ante el Consejo de Seguridad de la ONU el 5 de febrero de 2003, cuando pronunció un largo discurso sobre las armas de destrucción masiva que supuestamente poseía Irak. Sus argumentos fueron la base para justificar la invasión de ese país poco después.

Años más tarde admitió que la presentación estuvo plagada de inexactitudes y de datos de inteligencia alterados proporcionados por otros funcionarios en la administración Bush y que representó una “mancha” en su reputación. “Es una mancha porque soy yo quien hizo esa exposición en nombre de Estados Unidos al mundo, y siempre será parte de mi historia”, dijo.

En 2008, rompió con su partido para respaldar al demócrata Barack Obama, que se convirtió en el primer presidente negro en la historia de Estados Unidos.

La reacción de Bush

El expresidente George W. Bush dijo que él y su esposa Laura Bush estaban “profundamente entristecidos” por la muerte de Powell.

“Fue un gran servidor público” y “ampliamente respetado en casa y en el extranjero”, dijo Bush. “Y lo más importante, Colin era un padre de familia y un amigo. Laura y yo enviamos a Alma y a sus hijos nuestro más sentido pésame mientras recuerdan la vida de un gran hombre”. (La Nación)

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