Según publica Clarín Con la nueva composición del cuerpo muchos pierden dictamen si no se votan antes del 10 de diciembre. La Ley de Envases y la reforma del Ministerio Público Fiscal entre los clave.
Por: Jazmín Bullorini
Empezaron a soplar nuevos vientos en el Congreso. Con el recambio legislativo de diciembre, varios de los proyectos del kirchnerismo se enfrentan a la posibilidad de sufrir un retroceso -como puede ser el caso de la Ley de Envases, empujada por Máximo Kirchner- o directamente naufragar, como la reforma del Ministerio Público Fiscal; situación que reabre incógnitas en el Frente de Todos.
El reglamento establece que con el ingreso de los nuevos legisladores, los proyectos que tienen dictamen de comisión pero no llegaron a ser votados en el recinto pierden el despacho. La norma entiende que como ese grupo de diputados que avaló el texto ya no forma parte del cuerpo, el tema debe volver a debatirse en comisión con la nueva composición.
En esa situación hay una batería de proyectos clave para el oficialismo. Pero en Diputados, donde la tensión entre el oficialismo y Juntos por el Cambio está a flor de piel y las bancadas de las “vías del medio” muestran un endurecimiento post electoral, la posibilidad de sesionar antes del 10 de diciembre para evitar que caigan los dictámenes se complica.
De hecho, el oficialismo ya le había pedido a sus diputados quedarse en la zona de Congreso por si este martes se lograba sesionar pero después tuvieron que cancelar los planes porque no iban a alcanzar el quórum.
“Desde la semana pasada estamos tratando de acordar sesión previo al recambio para que no se caigan los dictámenes”, reconocen en el bloque del Frente de Todos de Diputados y señalan a la oposición por “obstruir”.
Igual, trabajan a contrarreloj para intentarlo y apuntan el 6 de diciembre -un día antes de la sesión preparatoria en que asumen los nuevos legisladores prevista para el 7- como meta.
“Aunque haya consenso de temas, ¿quién va a traer a los diputados que vencen mandato para ese día? Ya están en otra”, deslizó incrédulo el jefe de una bancada del medio.
En el Senado, en cambio, al oficialismo le queda su última sesión con mayoría propia que será el 9 de diciembre. Pero en lugar de quemar las naves, dicen que apostarán a llevar temas de consenso. “No vamos a divertirnos media hora para después sufrir dos años”, asegura una autoridad del Frente de Todos.
Entre los proyectos que corren riesgo de tropezar en Diputados se encuentra la Ley de Envases, empujada por el jefe de bloque Máximo Kirchner y el ministro de Ambiente, Juan Cabandié. El texto se presentó el mes pasado y se trató con celeridad en comisiones pero no consigue los números para ser aprobado.
La iniciativa crea un impuesto, una “tasa ambiental” de hasta un 3 % del precio mayorista de los productos, salvo generan su propio sistema de reciclaje.
Tal como está, el texto es rechazado por Juntos por el Cambio, el Interbloque Federal de los lavagnistas y cordobeses, el de los misioneros y rionegrinos e incluso legisladores que responden a gobernadores oficialistas porque la recaudación no es coparticipable. Si pierde dictamen, sería un tropiezo duro para La Cámpora que tendría que volver a debatirlo de cero en comisión.
Lo mismo ocurre con la prórroga de la ley que suspende la ejecución de desalojos de las tierras ocupadas por comunidades con personería jurídica registrada; el proyecto de Cannabis Medicinal y Cáñamo Industrial, -empujado por el ministerio de Producción de Matías Kulfas-; y la iniciativa contra la Violencia Institucional del kirchnerismo que busca generar mayores controles y ámbitos de denuncia sobre el accionar de las fuerzas.
Pero en el paquete también hay otros proyectos de larga data que directamente van camino a enterrarse si pierden dictamen. El principal es el de la reforma del Ministerio Público Fiscal, que busca poder elegir al procurador con menos de dos tercios de los votos del Senado.
El texto tuvo media sanción en 2020 y con la llegada del ministro de Justicia Martín Soria, que movió fichas y habilitó cambios, logró dictamen con lo justo en Diputados en mayo de este año. Sin embargo, nunca logró llegar al recinto y con la pérdida de legisladores oficialistas que implica el recambio legislativo, el Frente de Todos se aleja aún más.
En el Senado ya lo dan muerto. Eso reabre dudas respecto al pliego del candidato del presidente Daniel Rafecas. El kirchnerismo decía que no lo trataba hasta que no estuviera la nueva ley. Con la ley caída algunos creen que debería reflotarse, pero la comisión de Acuerdos la preside Anabel Fernández Sagasti, mano derecha de la vicepresidenta Cristina Kircher, que tendrá la palabra final.
La Ley Pandemia, otro fracaso de Fernández, también perderá dictamen en diciembre. (Clarín)
