Según publica Clarín La titular de la AFIP Mercedes Marcó del Pont decidió que siga en funciones aunque el fallo por el caso Oil Combustibles lo inhabilita para ejercer cargos públicos de por vida.
Por: Lucía Salinas
Ricardo Echegaray tendrá un beneficio a pesar de haber sido condenado a cuatro años y ocho meses de prisión el jueves pasado en la causa de Oil Combustibles. La AFIP, que controla Mercedes Marcó del Pont, lo mantendrá en su cargo en la Aduana hasta que la sentencia este firme. Así, el ex funcionario K seguirá cobrando un sueldo del Estado y ejerciendo un cargo a pesar de que la sentencia lo inhabilita de por vida a desempeñarse como funcionario público.
En febrero del año pasado, Marcó del Pont decidió dejar sin efecto la suspensión que se había dictado durante la anterior gestión sobre Ricardo Echegaray. En 2018, cuando fue procesado por el juez Sebastián Casanello por proteger impositivamente a Lázaro Báez (condenado a doce años por lavado de dinero), había sido suspendido en base al Régimen Disciplinario Unificado del organismo.
Echegaray contaba con un cargo de planta permanente en la Aduana con más de 25 años de antiguedad.
Cuando Alberto Fernández llegó a la Casa Rosada, el ex titular del fisco durante la gestión K pidió regresar a la Aduana. En su nota enviada a Marcó del Pont se refirió a una “persecución política” y recordó que como empleado del organismo recaudador llevaba más de 25 años.
“(Pido que) se disponga el cese inmediato de las medidas de persecución política que la institución instrumentó hacia mi persona de manera directa a partir del 10 de diciembre del 2015. Hasta esa fecha carecía de procesamientos judiciales y sanciones administrativas en mi vida personal”, había dicho en su carta.
Así fue que Mercedes Marcó del Pont le restituyó el cargo y sus funciones dentro de la Aduana, donde se desempeña actualmente. Algo que él mismo recordó el día de sus palabras finales ante el Tribunal Oral Federal 3 (TOF 3) antes de escuchar la sentencia condenatoria.
En su exposición, Echegaray sostuvo que “el fiscal -quien pidió una condena de cuatro años y ocho meses-, tuvo mi legajo de empleado de la Administración Pública de más de tres décadas, pero sus únicas consultas giraron en los pormenores de mi vínculo político con los Kirchner”, se defendió.
Pidió en ese contexto, que no se lo enjuicie penalmente por su “convicciones políticas”. “Ha sido una canallada indignante y una vergüenza profesional que la AFIP -mi empleador de tres décadas- haya cuestionado a lo largo de este juicio el sistema de planes de pago del Artículo 32 de la Ley de Procedimiento Tributario”, agregó y luego defendió su gestión frente al fisco organismo que seguirá integrado.
La condena de los jueces Fernando Machado Pelloni, Javier Ríos y András Basso fue unánime al encontrar penalmente responsable a Ricardo Echegaray del delito de administración fraudulenta, agravado por haber sido cometido en perjuicio de la administración pública. Además, le prohibieron de por vida, ejercer cargos públicos.
Pero pese a la condena desde la AFIP confirmaron a Clarín que el ex titular del organismo recaudador, “continuará en sus funciones”, y ampliaron: “la regla para todos los funcionarios del organismo es la presunción de inocencia hasta que las decisiones judiciales pasen en autoridad de cosa juzgada”.
Es decir, la AFIP bajo la conducción de Marcó del Pont que levantó la suspensión que regía sobre Echegaray, aguardará ahora a que la sentencia este firme. Podrían pasar años, ya que incluso se podría dar intervención a la Corte Suprema de Justicia.
El 17 de marzo se conocerán los fundamentos en base a los cuales los jueces tomaron la decisión de condenar al ex funcionario kirchnerista. Con la disidencia del juez Andrés Basso, los otros dos integrantes del TOF 3 resolvieron absolver a Cristóbal López y a Fabián De Sousa. Para el magistrado que votó en disidencia, no había dudas de la participación de los empresarios en la maniobra investigada y entendió que todos debían ser condenados.
Una vez conocidos los fundamentos del fallo, las defensas estarán en condiciones de apelar, al menos así lo hará Echegaray, el único condenado. (Clarín)
