Según publica La Nación En línea con otros países europeos, empezó una desescalada progresiva de restricciones; también reabrieron las discotecas, aunque con aforo.
Por: Elisabetta Piqué
Después de meses de idas y venidas, marchas y contramarchas de medidas y agotadoras normas para la población, Italia dio hoy un paso hacia la normalidad al establecer el fin del uso obligatorio del barbijo al aire libre y la reapertura de la discotecas.
En línea con otros países europeos que comenzaron una desescalada, el gobierno italiano comenzó a levantar estas dos restricciones debido a una mejora de la situación epidemiológica. Aunque superó la simbólica y dramática cifra de los 150.000 muertos por coronavirus, los datos de la evolución de la pandemia son vistos con buenos ojos: ayer se registraron 75.861 nuevos casos de contagio y 325 decesos, con una tasa de positividad estable del 11,1%.
“Estamos cerca de la salida, pero debemos tener cautela y seguir con comportamientos prudentes”, repite una y otra vez el ministro de Salud, Roberto Speranza, que junto al primer ministro, Mario Draghi, apostó a una estrategia de reapertura gradual, progresiva. Nadie quiere, en efecto, que suceda como en el verano de 2020, cuando la decisión de reabrir las discotecas contribuyó a un fuerte repunte de los contagios.
La gran diferencia es que hoy la población italiana es una de las más vacunadas del mundo: según datos oficiales, el 93,44% de la población mayor de 12 años se inoculó al menos con una dosis o cursó la enfermedad en los últimos seis meses y el 84,20% completó el ciclo y recibió el refuerzo.
Por eso el gobierno piensa ir levantando las restricciones por etapas. Si bien a partir de hoy ya no será necesario usar “mascherina” al aire libre, igual habrá que llevarla siempre en el bolsillo en caso de aglomeraciones o situaciones en las que es imposible mantener una distancia de un metro de otra persona. Y seguirá siendo obligatoria en espacios cerrados, medios de transporte, negocios, etc. hasta nuevo aviso.
A pesar del anuncio, mucha gente aún llevaba el tapabocas por la calle. “Ya sé que no es más obligatorio, pero yo tengo miedo y voy a seguir poniéndome”, explicó a LA NACIÓN Angela, una jubilada, que hacía compras en el mercado al aire libre de la Plaza Campo de’ Fiori, en una jornada invernal de sol radiante.
Súper green pass
También a partir de hoy reabren discotecas para salir bailar, pero siguiendo protocolos especiales que prevén que sólo podrán ingresar quienes tienen el súper green pass, es decir, el pase sanitario que sólo otorgan a los vacunados o aquellos que transitaron la enfermedad. Si el local es en un espacio cerrado habrá que usar barbijo, salvo a la hora de estar en la pista de baile, mientras que si es al aire libre no será necesario. Y habrá un aforo del 50% si el local es en un espacio cerrado y del 75% si es al aire libre.
Todo indica que será el 31 de marzo cuando termine el estado de emergencia vigente en Italia desde el inicio de la pesadilla coronavirus, hace dos años, el día en que los italianos podrán decirle adiós al barbijo también en espacios interiores. Aunque aún no es seguro y es muy probable que en algunos lugares se decida prorrogar la medida manteniéndola hasta el 15 de junio, fecha en la que también vence el plazo de vacunación para las personas mayores de 50 años.
Si bien se está analizando el fin del famoso pase sanitario a partir del 1 de abril, en línea con países como Francia, en Italia prefieren esperar y ver cómo evolucionan las cosas. Si sigue bajando la curva de contagio y de internaciones, sí podrá darse la desescalada progresiva.
De todos modos la intención de Draghi y Speranza es que el súper green pass siga siendo necesario, al momento, para todas las actividades consideradas de alto riesgo de contagio, como bares, restaurantes, cines, teatros, salas de conciertos y tiendas no de primera necesidad. Aunque todo esto desde el 5 de febrero ya no vale para los extranjeros y turistas que llegan a Italia, que podrán acceder a todos estos lugares –y a los hoteles–, presentando el green pass base, es decir, el que se consigue después de un test de hisopado, si es que no están vacunados con fármacos aprobados por la Unión Europea.
“Creo que ya a partir del mes de marzo podremos prever un relajamiento del ‘green pass’ gradual, partiendo de los lugares al aire libre”, indicó el subsecretario de Salud, Andrea Costa. Pero la comisaria europea de Salud, Stella Kyriakides, invitó a la prudencia, a no bajar la guardia, ni cantar victoria: “la única certidumbre del Covid es la incertidumbre. Debemos estar listos para enfrentar una nueva variante”.
Por lo pronto, Nicola Magrini, director general de la Agencia del Fármaco (AIFA) excluyó ayer el vía libre a una cuarta dosis de vacuna en Italia, mostrándose más propenso a un “refuerzo anual”. Según datos del Instituto Superior de Salud, la vacunación fue un escudo fundamental para la pandemia y redujo en un 94% las enfermedades graves. (La Nación)