Según publica Clarín El anuncio de Gustavo Beliz, secretario de Asuntos Estratégicos, de que se trabaja en un plan de buenas prácticas en redes, generó una ola de repudio que sorprendió al Ejecutivo.
Por: Guido Carelli Lynch
El anuncio de Gustavo Beliz de que Consejo Económico y Social (CES) que preside trabaja en un plan de buenas prácticas del uso de Internet y redes sociales, generaron una ola de repudio opositor y cruces entre funcionarios del Gobierno y dirigentes de la oposición. Desde el Ejecutivo se sorprendieron por el alcance de la polémica y negaron la posibilidad de que se instrumenten leyes que limiten la libertad de expresión.
“Vamos a profundizar los lineamientos centrales en el uso de las redes sociales para el bien común. Estamos trabajando con un estudio pionero que marca y propone un pacto para el buen uso de las redes sociales y que dejen de intoxicar el espíritu de nuestra democracia”, aseguró Beliz desde el estrado que compartió en el CCK con el presidente Alberto Fernández, ministros nacionales, el titular de Diputados Sergio Massa, la CGT y cámaras empresarias.
El secretario de Asuntos Estratégicos, que está a cargo del organismo que coordina leyes de consenso con empresarios y sindicatos y políticas de mediano plazo -pero sin participación de la oposición- aclaró que el Ejecutivo trabaja con académicos y organizaciones civiles para diagramar una hoja de ruta. “No lo estamos haciendo solos. Hemos convocado a 40 universidades de la argentina para pensar y proponer estas iniciativas”, añadió sobre el “acuerdo amplio sobre buenas prácticas en Internet”, el documento impulsado dentro del programa del CES, Redes para el bien común.
Académicos de la UBA relativizaron los dichos de Beliz sobre su participación en la iniciativa y destacaron que solo recibieron un documento, que devolvieron con observaciones menores.
El acuerdo -del que solo se conocen los lineamientos generales- propone compromisos voluntarios entre la dirigencia política, sindical, medios de comunicación y universidades para limitar el alcance de la sobre-información y la difusión de las noticias falsas.
“No está previsto que tenga un estamento legal”, explicaron funcionarios del CES. El organismo ya había realizado en junio de 2021 un foro internacional sobre el impacto de las noticias falsas y los discurso de odio.
Las palabras de Beliz, que no explicó en el CCK el alcance de su propuesta, fueron interpretadas por algunos de los dirigentes opositores más relevantes como un ataque a la libertad de expresión.
Horacio Rodríguez Larreta estuvo lejos de la “tibieza” que le achacan los halcones del PRO. “La mejor manera de no intoxicar el espíritu de nuestra democracia es respetando la libertad de expresión y de opinión. Meterse a controlar las expresiones en las redes sociales es inaceptable e inconstitucional”, sentenció en Twitter. Le contestó la portavoz presidencial Gabriela Cerruti. “Lo que erosiona la democracia es que un jefe de gobierno instale noticias falsas”, señaló la ex diputada.
El propio Beliz, que no habla con los periodistas pero escribe columnas en los diarios, aclaró en un texto que la iniciativa no pretende “regular las redes sociales ni vulnerar la libertad de expresión”.
La presidenta del PRO Patricia Bullrich y el presidente del interbloque de diputados JxC Mario Negri también rechazaron la iniciativa. “El debate sobre el buen uso por parte de los ciudadanos de las redes sociales para no generar odio o bullying o ansiedad es eje de las prácticas republicanas en el mundo”, añadió Cerruti.
Desde CIPPEC, una de las ONG que asesoraron al CES para el programa en cuestión, rechazaron cualquier posibilidad de apoyar leyes que coarten la libertad de expresión . “Estamos muy satisfechos con nuestra tarea en el Consejo, pero de ninguna manera apoyamos medidas o leyes que regulen la interacción en las redes sociales”, dijo a Clarín el presidente de la entidad Sergio Kaufman.
Marita Carballo, miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas, estuvo a cargo desde el principio de la coordinación del programa, que buscó replicar experiencias como las que se ejecutaron en Francia y Alemania a través del Pacto por la Información y la Democracia al que adhirió la Argentina y que promueve la autorregulación y alfabetización digital.
La discusión sobre la regulación de las redes atraviesa también a los Estados Unidos y a Europa, cuyo Parlamento también debatió posibles regulaciones de contenidos y aprobó la Ley de Mercados Digitales, que regula el acceso a datos y limita posiciones monopólicas.
La metáfora de Beliz sobre el efecto tóxico de las redes pareció calcada a la que el papa Francisco -habitual interlocutor del titular del CES- esgrimió durante la Jornada Mundial de la Juventud, en septiembre pasado. El pontífice sostuvo que las redes se convirtieron en el “campo de batalla” que utilizan los jóvenes para “difundir noticias falsas, esparcir veneno y destruir a sus adversarios”. (Clarín)
