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Alberto Fernández activó una mesa política que evalúa posibles cambios en el Gabinete

Alberto Fernández en la TV Pública - Foto: NA

Según publica La Nación El Presidente analiza con Cafiero, Argüello y Rossi retoques en su equipo de gestión; quiénes son los ministros apuntados por el kirchnerismo y los nombres que hay en danza.

Por: Mariano Spezzapria

En público lo niega, pero en privado lo analiza. Aun sin plazos definidos, el presidente Alberto Fernández ya no obstaculiza el debate interno en el Gobierno ante quienes le plantean de buena fe que es necesario un cambio de Gabinete. A tal punto, que conformó una “mesa de decisión” política junto a funcionarios y dirigentes de su mayor confianza para seleccionar, llegado el momento, los nombres de quienes ingresarán a reforzar su elenco inmediato de colaboradores.

Los ministros apuntados por el kirchnerismo, ya se sabe, son Martín Guzmán (Economía); Matías Kulfas (Desarrollo Productivo) y Claudio Moroni (Trabajo), quienes integran el ala económica del Gabinete. Aunque también descargan duros cuestionamientos contra el canciller Santiago Cafiero y en menor intensidad, sobre Juan Zabaleta, el titular de Desarrollo Social, ambos albertistas de pura cepa. Pero no está claro, ni mucho menos, que el Presidente vaya a desprenderse de ellos.

Según pudo saber LA NACION, el primer encuentro del grupo que comenzó a analizar los probables cambios de gabinete ocurrió el martes en la Casa Rosada. A la hora del almuerzo, allí se dieron cita el Presidente, el propio canciller Cafiero; el embajador argentino en los Estados Unidos, Jorge Argüello, y el exministro Agustín Rossi, quien volvió a ser escuchado en la mesa chica del albertismo. La reunión tuvo una larga sobremesa de dos horas y un apartado mano a mano entre Fernández y “el Chivo” Rossi, quien ya incorporó tropa propia en el Ministerio de Trabajo.

Las fuentes consultadas aclararon que Rossi y Argüello son referentes a quienes el Presidente consulta en confianza, pero que “no son necesariamente candidatos ministeriables”. De todos modos, el paso de ambos por la sede gubernamental dejó una estela de rumores: al santafesino se lo vuelve a mencionar para la Jefatura de Gabinete –en medio de versiones que involucran a Juan Manzur- y al embajador lo ubican ascendiendo de rango al nivel de canciller. Manzur dijo hace dos días que “es pronto y prematuro” regresar a Tucumán para retomar su cargo como gobernador. Una señal en medio de los rumores.

El destino de Cafiero, uno de los hombres de máxima confianza de Fernández y al mismo tiempo, uno de los más cuestionados por el kirchnerismo, sería analizado en esa misma mesa política, que se declaró en “sesión permanente”. Tras el encuentro del martes, Cafiero volvió al Palacio San Martín –donde se encerró en su despacho con llamadas telefónicas-; Argüello comenzó a preparar su regreso vía aérea a Washington y Rossi partió nuevamente hacia Rosario, su base política.

Allí, sobre la ribera del río Paraná, Rossi encabezará el sábado una convocatoria para “reflexionar sobre el presente y el futuro del país junto a referentes del pensamiento nacional”, que no pasaría de ser una consigna partidaria si no fuera porque serán de la partida varios funcionarios nacionales como el propio Kulfas, Gabriel Katopodis, Jorge Ferraresi, Daniel Filmus, Mercedes Marcó del Pont y Cecilia Todesca, entre otros miembros del Gobierno, algunos objetados por Cristina Kirchner.

Los interesados

Siempre atento a los movimientos en la Casa Rosada, pese a que hace dos años que está en Brasil, el embajador Daniel Scioli envió un correo interno: se puso “a disposición” del Presidente para regresar a Buenos Aires y hacerse cargo de un puesto relevante. Con astucia y tiempismo político, el exmotonauta levantó el perfil con las negociaciones ante Jair Bolsonaro para aumentar la crítica provisión de gas para el invierno. Mañana mismo compartirá esas gestiones con Guzmán.

Scioli, para quien quedó trunca su proyección presidencial en 2015, se molestó bastante en las últimas horas con la aparición de un video promocional que en su entorno juran que no subieron a las redes sociales. Se trata de una mezcla de imágenes del exgobernador con frases en off tales como “los incondicionales siempre están” y que pondera a los que aparecen “en las buenas y en las malas”. Una forma de recordarle al Presidente que “lo banca” también en su peor momento.

Aunque no lo digan, también están interesadas en un recambio del Gabinete las organizaciones sociales oficialistas, en especial el Movimiento Evita, que aspira a la creación de un ministerio u organismo que se haga cargo en forma directa del manejo de los planes sociales. Allí aparece la figura de Emilio Pérsico para encabezar el área, algo que no despierta ninguna simpatía al ministro “Juanchi” Zabaleta, quien lidia con conflictos internos y con las agrupaciones de izquierda.

“Acá el problema es que Pérsico está de los dos lados del mostrador”, advirtió un funcionario con despacho en el histórico edificio de la 9 de Julio. A una decena de cuadras de allí, en el Congreso de la Nación, arrecian las versiones de un cierre político entre Cristina y Sergio Massa para que el titular de la Cámara de Diputados sea el candidato del kirchnerismo en 2023. El tigrense dice a sus allegados que no volverá a intentar llegar a la Presidencia hasta 2027.

Para Massa, esas versiones buscan “desgastar la figura presidencial y al Gobierno”. Pero en el Frente Renovador no faltan -como informó LA NACION- los dirigentes que tienen planeado escenificar un operativo clamor por la candidatura de Massa cuando se reúnan en un congreso partidario, la última semana de abril, en Mar del Plata. Eso sí, a todos les quedó claro que el jefe de la fuerza -que hoy se reúne con el embajador estadounidense, Marc Stanley- ya no coquetea con ingresar al Gabinete.

El kirchnerismo, silente, no revolea nombres propios para colocar en el Gabinete de Fernández. Los que conocen la lógica de la vicepresidenta sostienen que, en realidad, su pelea pasa por ser quien toma las decisiones, antes que por poner figuras leales. Aunque Máximo Kirchner pareció sugerir, en su última aparición pública rodeado de sindicalistas, el nombre del ministro bonaerense Augusto Costa para el eventual reemplazo de Guzmán, el blanco predilecto de las críticas internas.

Todo esto sucede en medio de un clima político cargado de ironías y chicanas, que están a la orden del día en el agrietado Frente de Todos. Tanto es así, que La Cámpora -siempre señalada por el control de cajas centrales como las de la Anses, el Pami e YPF- sigue festejando la derrota de Santiago Cafiero en las internas del PJ bonaerense, pese a que -afirman cerca de Máximo Kirchner- el canciller maneja “dos cajas cuantiosas del Estado” en el Banco Nación y el Correo Argentino. (La Nación)

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