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Con el apoyo de la derecha, Gabriel Boric logra un primer triunfo en el Congreso de Chile

El presidente de Chile, Gabriel Boric - Foto: Presidencia Chile

Según publica Clarín El mandatario consiguió frenar una ley para un nuevo retiro de fondos de pensiones. Pero surgen internas en el gobierno.

Por: José María del Pino

El presidente de Chile, Gabriel Boric, enfrentó la primera gran negociación política de su mandato en el Congreso de su país. Y aunque logró un triunfo, con votos de la oposición de derecha, ahora enfrenta una división dentro de la alianza de gobierno.

Desde marzo, un grupo de diputadas y diputados buscaban allanar el camino a un nuevo retiro del 10% de los fondos de jubilación de cada chileno, para que pudiesen disponer de ese dinero libremente.

Una idea que tensionó a la coalición oficialista, pues quienes en el pasado votaron a favor de los otros retiros –incluido el mismo Boric- ahora fueron convocados por el gobierno a rechazarlo, para cuidar una nueva alza en la inflación por inyección de dinero circulante.

Para persuadir a sus propios congresistas, el mandatario debió presentar un proyecto alternativo, que permitía un retiro a los fondos solo para personas con deudas adquiridas durante la pandemia por servicios básicos, salud o educación.

Con esa estrategia logró alinear a los 37 diputados de Apruebo Dignidad, la coalición que lo llevó a la presidencia, y a parte de los partidos de centro izquierda que se sumaron después a su gobierno para darle conducción política.

No fue un camino fácil. El compromiso del gobierno, a través de su ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Giorgio Jackson, brazo derecho del mandatario, fue el de conseguir los votos del proyecto acotado para que sus representantes en el poder legislativo no pagaran los costos de oponerse a una medida ampliamente popular en el país.

Apoyo de la derecha

Luego debió ir en búsqueda del apoyo de la derecha para frenar el proyecto, pues el líder chileno gobierna en minoría.

Para los sectores más conservadores, el argumento inflacionario era del todo plausible y el mismo que usó infructuosamente Sebastián Piñera para oponerse a los retiros anteriores.

Sin embargo, a cambio de su rechazo exigieron que el gobierno declarase los fondos inexpropiables e inalienables para, en sus palabras, evitar un “manotazo como el que ocurrió en la Argentina”.

Así, la estrategia fue que, si no se les garantizaba ese punto, aprobarían el retiro para que “la gente pueda proteger su dinero”, señaló el diputado Jorge Alessandri.

A las 3 de la tarde del lunes, Boric, un político de izquierda, otorgó el gusto a la derecha y presentó un proyecto de reforma constitucional que consagró que “se garantizará siempre la propiedad del afiliado respecto de los ahorros provenientes de la capitalización individual, sin que la ley pueda expropiar dichos ahorros”.

Con ello el gobierno logró sumar los votos necesarios para rechazar el retiro promovido por los congresistas. Hasta ahí un éxito político.

Sin embargo, con lo que no contaban en La Moneda es que su proyecto de retiro acotado, el que habían negociado con sus propios diputados para evitar la aprobación de la iniciativa original, tampoco contó con los votos y fue rechazado por igual.

Con el rechazo doble, Boric consiguió el objetivo de evitar un nuevo factor de presión a la inflación sostenida que enfrenta el país -9,4% acumulado en el último año-, pero levantó críticas entre los partidos de gobierno, pues al no alcanzar los votos para el proyecto alternativo, la coalición gobernante deberá explicar a sus electores por qué una iniciativa que respaldaron hace cuatro meses ahora es rechazada sin más.

Internas en el gobierno

Allí subyacen las tensiones. El Partido Comunista, el grupo con mayor número de diputados, fue en el pasado uno de los promotores de los retiros.

Sin embargo, esta vez estuvieron dispuestos a evitar ese escenario y exigieron con firmeza el proyecto alternativo, para poder defenderse. Un plan que se vio frustrado por la votación minoritaria que obtuvo en la Cámara de Diputados.

El mismo Gabriel Boric se hizo cargo de la incapacidad del oficialismo para construir una mayoría para su proyecto de ley durante un punto de prensa, este lunes.

“Ayer logramos algo que es importante, que fue que la amplia mayoría de los parlamentarios de gobierno apoyaran el proyecto del gobierno. Eso, sin embargo, nos deja una lección. Tenemos que mejorar el diálogo con otras fuerzas, es necesario para importar el proceso de reformas”, expresó el presidente chileno.

Sobre la estrategia que siguió para enfrentar el escenario en el Congreso, el mandatario expresó: “Lo que hicimos fue presentar un proyecto acotado para evitar una espiral inflacionaria que es muy grave. El costo de la vida está hoy aumentando significativamente para muchos compatriotas y como gobierno no vamos a cejar en nuestra preocupación para ayudar a quien lo necesita”.

Finalmente, envió un claro mensaje sobre la utilización de fondos de jubilación para alivianar el bolsillo de los chilenos. “(Debemos) terminar con la pretensión de que a través de los ahorros personales de los ciudadanos chilenos se pueden resolver crisis o desigualdades estructurales. Eso no le hace bien a Chile, no le hace bien a la economía, pero por sobre todo a los mismos ciudadanos”.

La oposición de Gabriel Boric a esta medida ha impactado fuertemente la popularidad del mandatario en Chile. El fin de semana, sondeos de opinión le daban un 51% de desaprobación y sólo un 27,8% de aprobación a su mandato.

La directora de asuntos públicos de la Encuesta Pulso Ciudadano, Victoria León, señaló al medio chileno Súbela Radio que con el rechazo de los proyectos “la popularidad del presidente se va a ver afectada aún más”. (Clarín)

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