Según publica La Nación En medio de las versiones sobre su eventual candidatura, el expresidente podría participar de la reunión de Gabinete porteño e irá a la cumbre de la mesa nacional de JxC; por qué quiere postergar su definición y su inquietud por Milei.
Por: Matías Moreno
Mientras crecen las especulaciones sobre si jugará o no en las presidenciales de 2023, Mauricio Macri no altera su plan: prioriza la idea de armonizar la disputa interna entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich y no piensa anticipar su decisión personal sobre su eventual postulación hasta marzo o abril del año próximo. Está claro que Macri quiere mantener latente la expectativa y evitar el desgaste. Pero, a medida que se agrava la crisis económica y se multiplican las peleas intramuros en Pro, acumula crédito político y poder de influencia para jugar con un doble rol: no descarta ni volver a correr por la Presidencia ni ubicarse como el “gran elector” en los próximos comicios.
Luego de que Carlos Pagni informara que Macri le comunicó a su familia durante la Semana Santa su decisión de pelear por la sucesión de Alberto Fernández, el exjefe del Estado se mostrará en el centro de la escena. Mañana podría mostrarse junto a Larreta en la reunión de Gabinete porteño, a las 8, en Bolívar 1, donde funciona el Ministerio de Salud. Su presencia al cierre de esta edición aún no estaba confirmada. En la Ciudad lo esperan. Horas después, el exmandatario asistirá al encuentro de la mesa nacional de Juntos por el Cambio, que se realizará en el Instituto Arendt, el think tank de la Coalición Cívica.
Y, luego, Macri viajará a Bariloche para participar como invitado del Foro Llao Llao, que reúne a los empresarios más importantes del país. Consciente de que los integrantes del “círculo rojo” buscarán auscultar sus deseos de competir, el expresidente insistirá con su libreto: quiere debatir “para qué” JxC pretende volver al poder en 2023 e impedir que escale la tensión y haya una “interna sanguinaria” entre sus herederos políticos para evitar una fractura.
En el entorno del fundador de Pro repiten que Macri aún no definió si activará o no un proyecto para volver al poder en 2023 para jugar su “segundo tiempo” y que está más inquieto por discutir el rumbo y el relato del próximo gobierno de Juntos por el Cambio que en anotarse en la pelea. “Hoy, Macri no es candidato, aunque está claro que ganaría las PASO y las generales”, asegura uno de los dirigentes leales del expresidente. En cambio, en la Ciudad, en donde admiten un estancamiento del jefe de gobierno porteño en las encuestas, consideran que Larreta es el único que garantiza un triunfo en la elección general.
Apenas aterrizó en el país tras su viaje a Washington, en donde dio clases en la universidad de Georgetown Americas Institute, Macri retomó su agenda política y reactivó el modo “rosca”. Además de mantener reuniones con sus principales laderos e intercambiar chats y llamados con dirigentes leales, el fundador de Pro recibió en sus oficinas de Olivos a la senadora nacional Carmen Álvarez Rivero y a la periodista jujeña Rosario Agostini, con quien Macri tiene un vínculo cercano desde hace años. De hecho, Agostini no descarta dar un salto a la política partidaria e integrarse a JxC, apalancada por el sector de Bullrich.
Los trascendidos de que Macri habría decidido correr por la Presidencia en 2023 agitaron las aguas en Pro. Apenas corrió el rumor, varios dirigentes del espacio cruzaron mensajes en grupos internos de WhatsApp para verificar la información, sobre todo, con los hombres más cercanos a Macri. Lanzada en la pulseada por la Presidencia, Bullrich se enteró de las versiones en Miami, mientras participaba del foro “Derecha e Izquierda en el Siglo XXI″, que se realizó en la Universidad Internacional Florida (FIU). “No comments”, deslizaron cerca de Bullrich, quien trata de correrse de la interna y enfocarse en fortalecer su plan presidencial, sus equipos y su agenda en el exterior. La titular de Pro camina con pies de plomo a la hora de hablar sobre el futuro político de Macri tras su último traspié -dijo que el expresidente no jugaría y tuvo que retractarse-. Enfocada en medir fuerzas con Larreta, Bullrich evita decir si estaría dispuesta a competir o no con Macri en las primarias. Larreta, en tanto, corre su maratón y avisa ante propios y extraños que no hay chances de que se baje.
Otros socios de Macri en JxC, como Gerardo Morales (UCR) o Elisa Carrió (CC), están convencidos de que Macri irá por la revancha en 2023. “¿Les cabe alguna duda? Él piensa como los deportistas; hizo un libro que se llama Primer Tiempo”, remarcó anoche Carrió en diálogo con LN+. La exdiputada nacional dijo que no lo volvería a votar y defendió a Morales, quien sigue en la mira del macrismo por sus vínculos con Sergio Massa.
Macri estira el misterio, se coloca como un primus inter pares y mantiene en vilo a sus herederos en Pro. “Ser o no ser es un tema del futuro”, le dijo a uno de sus laderos. Incluso, sus colaboradores se mostraron sorprendidos por las versiones que lo ubican en la grilla de largada para la carrera hacia la Casa Rosada. Quienes hablaron con el expresidente durante los últimos días lo notaron convencido de que JxC volverá al poder en 2023. Por eso, machaca que la coalición opositora debe acelerar la discusión sobre el programa económico que pondrá en marcha en caso de ganar los comicios. Entiende que el próximo presidente deberá ir a fondo y enfrentar a los intereses de grandes corporaciones. Por tanto, examina los perfiles y equipos de Bullrich y Larreta.
En los últimos días lo escucharon reflexionar sobre el desgaste físico que implica la gestión. ¿Estará dispuesto a asumir ese costo personal? Macri no da señales concretas en la intimidad, pero reconoció semanas atrás que su esposa, Juliana Awada, no quiere que vuelva a postularse.
La semana pasada, al participar vía Zoom del primer encuentro regional de la Fundación Pensar, el think tank de Pro, Macri pidió “coraje” y “sinceridad” a sus socios de JxC para 2023: “Los argentinos no van a comprar más discursos berretas”, resaltó. Según expresó el exmandatario no podrá haber “distintas visiones” dentro de la coalición opositora sobre el programa económico.
“Espero de esta coalición sinceridad y que no hagamos ni digamos lo políticamente correcto que es una estafa permanente. Hagamos lo que hay que hacer y digamos las cosas con claridad”, subrayó. Ese tipo de arengas de Macri irritan a un sector de la UCR, que tienen fresco el recuerdo del fracaso de la gestión económica de Cambiemos, pese al nuevo clima de época.
Tras regresar a la Argentina, Macri dejó traslucir una fuerte inquietud por los movimientos del Morales, jefe de la UCR, relativizó las críticas de Carrió por su foto con Donald Trump y puso la mira en el armado nacional del Javier Milei (La Libertad Avanza). “Lo respeta mucho”, dicen cerca del exmandatario. Es más, el expresidente se mostró interesado por el nivel de convocatoria que tuvo el acto del libertario durante el último fin de semana en la provincia de Mendoza. Los números que exhibe en las encuestas Milei encendieron las señales de alerta en Pro. Bullrich insiste en buscar una vía para sumar al líder de La Libertad Avanza, pero pidió esperar que baje la espuma. Mientras tanto, Larreta, propenso a minimizar el radio de alcance del liberal, comienza a ocuparse del tema: no solo promueve una candidatura a presidente de Ricardo López Murphy sino que también les pidió a sus legisladores porteños que salgan a debatir con el economista para desenmascararlo. “Hay que sacarle la careta”, lanzó. En el bloque de JxC no quedaron satisfechos con su prédica. (La Nación)