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Daniel Scioli demora su asunción en Producción y juraría recién la semana que viene

Daniel Scioli junto a Jair Bolsonaro -

Según publica Clarín El embajador todavía debe ordenar su gestión en Brasil. Rechazan que esté a la espera de un guiño de Cristina para asumir.

Por: Federico Mayol

Daniel Scioli todavía no asume. Designado de urgencia por Alberto Fernández como reemplazo de Matías Kulfas, el embajador en Brasil espera terminar de resolver alguna formalidades esta semana para asentarse en Buenos Aires como flamante ministro de Desarrollo Productivo.

“Tiene que arreglar muchas cosas”, aseguraron este domingo por la tarde en el entorno de Scioli.

Es que al ex gobernador bonaerense y ex candidato presidencial, que en este último año sonó infinidad de veces como número puesto para volver al gabinete, el llamado del Presidente lo tomó por sorpresa: en el punto más tórrido de la interna con el kirchnerismo, el embajador no tenía previsto ahora volver a Buenos Aires.

Para Fernández, que pensaba dedicar esta semana a su viaje a Los Ángeles y a oficializar la vuelta de Agustín Rossi al gabinete, como cabeza de la AFI, la salida de Kulfas tampoco estaba en su cabeza.

Scioli participó el viernes del centenario de YPF en Tecnópolis que derivó en la eyección de Kulfas del Gobierno, y tenía previsto volar por estas horas a Brasilia para empezar a definir su salida de la embajada en ese país, que el ex motonauta diseñó en estos dos años con un pragmatismo propio de su trayectoria: trabó una relación tan estrecha con el presidente Jair Bolsonaro como con el ex presidente Lula da Silva, que en octubre buscará volver a la Presidencia.

La semana próxima, Scioli ya tenía agendadas varias reuniones en el vecino país.

“Tenía su vida armada allá. No podes desarmar una embajada de un día para el otro, queda despectivo”, aseguraron a Clarín desde su entorno en alusión a la demora del desembarco del ex gobernador bonaerense en las oficinas que hasta este viernes ocupó Kulfas.

Además de la actividad escolar de su hija más chica, Scioli le había encontrado a la embajada en Brasilia una veta político y económica que todavía pensaba aprovechar y que en los últimos meses lo llevó a posicionarse como potencial candidato presidencial en 2023 frente a la poco atractiva oferta electoral del oficialismo de cara al próximo año.

Ocupa, además, la presidencia del Grupo Regional de América Latina y el Caribe, es decir, los embajadores de latinoamérica. Este domingo no había todavía un reemplazo definido.

Versión desmentida

Había, en ese sentido, una versión este fin de semana en torno al kirchnerismo que daba cuenta de que el embajador demoraba su salida de Brasil a la espera de un guiño de Cristina Kirchner para su designación.

Un trascendido que tanto en Casa Rosada como en el entorno del ex gobernador desacreditaron de cuajo: resaltaron que la dilación se debía exclusivamente a la necesidad de ordenar la gestión en Brasilia.

Hace rato que Scioli alternaba sus días entre el vecino país y Buenos Aires: había montado en los últimos años oficinas porteñas en las inmediaciones de las Galerías Pacífico, a pocas cuadras de Casa Rosada. Y en el peronismo habían empezado a mirarlo con simpatía de cara a las elecciones del próximo año, producto de la crisis en el Frente de Todos y de la interna feroz entre el Presidente y Cristina Kirchner.

De hecho, hubo una versión insistente que circuló en el oficialismo que dio cuenta de que la ex presidenta le había sacado “la bolilla negra” que arrastraba de la campaña del 2015, y que su gestión en Brasil era seguida de cerca por ella, a pesar de la proximidad que trabó en estos tiempos con el jefe de Estado y con Martín Guzmán, el ministro más apuntado por el kirchnerismo.

Scioli, de todos modos, se las ingenió para sobrevivir a la grieta. Por caso, en noviembre del año pasado, recibió al gobernador Axel Kicillof, referenciado en la vicepresidenta, que viajó a San Pablo con una delegación de empresarios.

El desembarco del ex candidato presidencial en el gabinete nacional inquieta en paralelo a otro de los socios de la coalición de gobierno.

Se trata de Sergio Massa, que según fuentes oficiales habría pulseado por el Ministerio de Desarrollo Productivo tras la salida de Kulfas y que tiene ambiciones presidenciales en 2023: Scioli le compite con una agenda de conciliación que, hasta ahora y en Buenos Aires, era propiedad casi exclusiva del presidente de la Cámara baja. En el massismo lo rechazan. Aseguran que al ex intendente le ofrecieron “tres veces” entrar al gabinete. La última, este fin de semana. (Clarín)

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