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Cristina Kirchner y Sergio Massa no trasladarán a las dietas el aumento del 69% a los empleados legislativos

La presidenta del Senado, Cristina Fernández de Kirchner y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa - Foto: NA

Según publica La Nación De haberse efectivizado la suba, la dieta de los legisladores hubiese trepado a casi un millón de pesos.

Por: Laura Serra

Sobre el final de la jornada, Cristina Kirchner y Sergio Massa, presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados respectivamente, decidieron curarse en salud ante las críticas y anunciaron que el aumento del 69% en los sueldos de los empleados legislativos, otorgado la semana pasada, no se trasladará a las dietas de los legisladores, salvo que éstos decidan lo contrario en el recinto.

La decisión se adoptó luego de que los principales referentes de Juntos por el Cambio, reunidos en su mesa nacional, anticiparan que iban a rechazar el cobro del aumento que, de haber sido formalizado, hubiera llevado las dietas a casi un millón de pesos en octubre próximo, sin contar los demás ingresos que perciben los legisladores por desarraigo y pasajes.

“Cualquier aumento a los legisladores deberá ser tratado y aprobado por el pleno de cada cámara”, informaron esta tarde Cristina Kirchner y Sergio Massa. Con esta decisión ambos se desentendieron del costo político que acarreaba este tema y se lo endosaron al resto de los bloques para que lo definan en una eventual sesión. Difícilmente esto prospere; en medio de la crisis inflacionaria, una suba del 69% en las dietas sería una bofetada al ciudadano de pie que, a duras penas, llega a fin de mes.

Hasta conocerse el comunicado, esta noche, no estaba claro si Massa y Cristina Kirchner iban a trasladar el aumento del 69% que arrojó el cierre de la paritaria legislativa a las dietas que cobran los diputados y senadores. La cuestión había desatado un sordo revuelo en los principales despachos del Congreso; durante el pasado fin de semana el presidente de la Cámara de Diputados había sugerido, en charlas informales con algunos legisladores opositores, la posibilidad de dictar una resolución que disponga que aquel legislador que requiera cobrar su dieta actualizada lo solicite por escrito por medio de una carta de adhesión. Los interlocutores rápidamente salieron a desmarcarse de la idea.

“Massa no nos comunicó nada formalmente”, fue la respuesta unívoca de las distintas bancadas. Es evidente que el tema les incomodaba a todos. “Fueron Massa y Cristina los que acordaron otorgar un 69% de aumento a los empleados legislativos y ahora Sergio pretende hacernos copartícipes del costo político de trasladar la suba a las dietas. Que se haga cargo”, bramó uno de los legisladores consultados.

En ese marco, los jefes de bloque de Juntos por el Cambio anticiparon esta tarde durante la reunión de la mesa nacional que no aceptarían el aumento si es que Cristina Kirchner y Massa lo efectivizaban. En el mismo sentido se expresó el diputado José Luis Espert, de Avanza Libertad.

“Yo no voy a cobrar este aumento del 69% y creo que no debería hacerlo ningún legislador. Sería una vergüenza, el Congreso prácticamente no sesiona ni trabaja como debiera. En medio de esta crisis económica, recibir semejante incremento sería una burla”, enfatizó el libertario, una rara avis en el Congreso: desde que asumió su banca hace públicos cada uno de los recibos de su dieta, como también sus declaraciones juradas. Una excepción en medio de la opacidad que suele primar sobre los gastos parlamentarios.

Cómo se compone la dieta

Lo cierto es que, hasta el comunicado de esta noche, el mes próximo el recibo de sueldos de los diputados y de los senadores iba a venir con un primer aumento del 30%, que luego se completaría otro el 30% en octubre próximo, tal como se definió en la paritaria con los tres gremios legislativos. La resolución 13/2011 dispone que los ingresos de los legisladores deben calcularse sobre la base de lo que cobra un director con categoría A1 (el escalafón más alto de la planta permanente); a ese monto se suma un 20%. Ergo, cada vez que estos funcionarios cobran aumento, automáticamente los legisladores se “enganchan” al beneficio.

Este mes los diputados cobraron una remuneración bruta de $542.183, entre dieta y gastos de representación. Sobre ese monto se le efectúan los descuentos correspondientes; a diferencia del Poder Judicial, todos los empleados legislativos, incluidos los legisladores, pagan el impuesto a las ganancias. No reciben aguinaldo. Descontados los aportes, el importe neto que percibieron este mes fue de $448.597. A este monto se agregan, además, los ingresos correspondientes a desarraigo y pasajes.

De haberse efectivizado la suba del 69% sobre la remuneración bruta, los legisladores hubiesen percibido un extra de poco más de $374.000. En total, habrían cobrado casi un millón de pesos. Finalmente quedó trunco, con la paradoja que los funcionarios de más alto rango de la planta cobrarán más que un legislador. (La Nación)

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