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Plan Massa, fase 2: guiño al campo y suba de tasas para evitar la devaluación

Alberto Fernández junto al ministro de economía Sergio Massa - Foto: NA

Según publica Clarín El equipo económico estudia nuevas medidas para frenar la pérdida de reservas.

Por: Juan Manuel Barca

Ni devaluación ni desdoblamiento. Sergio Massa decidió transitar la avenida del medio para inyectarle reservas al Banco Central, dar vuelta las expectativas de devaluación y evitar un mayor descontrol de la economía ante el peligro de un desborde inflacionario.

El kit de emergencia, en principio, se trata de; crédito externo, incentivos y tipos de cambios diferenciados, con el objetivo de adelantar exportaciones y conseguir US$ 10.000 millones para las arcas del Central.

Ese refuerzo le daría más espalda a la autoridad monetaria para defenderse, mostrar que tiene dólares y reducir la brecha cambiaria. La diferencia con el dólar oficial -hoy en torno al 120%- hace que los importadores demanden más divisas, los productores rurales no vendan sus granos y no se liquiden exportaciones, a la espera de un salto brusco del tipo de cambio o lo que algunos economistas llaman el “Fabregazo”, por la devaluación forzada en 2014.

Después de los anuncios del miércoles, la fase 2 del plan Massa comenzará este viernes, y tendrá como un capítulo clave la negociación con la Mesa de Enlace.

En el equipo, admiten que el campo es el “corazón” de la acumulación de reservas. El tigrense proyectó el adelanto de exportaciones por US$ 5.000 millones en 60 días, una cifra que equivale a lo que se esperaba para agosto y septiembre en el agro.

Si de señales se trata, el Banco Central conducido por Miguel Pesce anunció el jueves a la noche un endulzante por el que las empresas que adelanten la liquidación de exportaciones, van a poder hacer un depósito dollar-linked hasta la fecha de liquidación de esa exportación y aquellas que prefinancien exportaciones podrán depositar los dólares en una cuenta especial a cambio de un bono remunerado. Esa medida, con todo, no resuelve la pulseada con los productores.

¿Retenciones? “No niego ni confirmo”, dijo el miércoles Massa. El jueves, siguió afinando detalles con su equipo en el Ministerio de Economía. Una de las alternativas es mejorar el “dólar soja”, por el cual los productores pueden acceder al dólar solidario por el 30% de sus ventas y el 70% restante colocarlo en un depósito ajustado al dólar oficial. Al igual que el dólar turista, la medida fue impulsada por Silvina Batakis, pero quedó en la nebulosa tras su eyección.

Tampoco cayeron bien en el campo las trabas incluidas en la letra chica de la normativa para poder hacer el “rulo” con dólares financieros, un mecanismo que hoy utilizan para dolarizarse las empresas. Cerca del ministro, además, explican que el trámite era engorroso. El principal problema, según un dirigente de la Mesa de Enlace, es que “nadie va a querer quedarse un 70% en pesos”, cuando pueden sentarse sobre la soja y mantenerse dolarizados.

Ahí, es donde entran a tallar las otras herramientas que podrían ponerse a prueba en los próximos días, como una mayor aceleración en la devaluación del tipo de cambio. Hoy, con el dólar corriendo a un 5,5%, muy por detrás de la inflación, en el equipo económico creen hay que “acomodarlo” para evitar que la demanda vaya al blue, al CCL o al MEP. Juan Carlos Fábrega lo intentó en 2014. Llevó el ritmo de suba al 9% mensual y tuvo que convalidar una devaluación del 25%.

Pese al rearmado del esquema de poder con el encumbramiento de Massa, el Banco Central vendió US$ 600 millones esta semana para pagar importaciones. Quienes asesoran al superministro creen, a contra mano de Cristina Kirchner, que buena parte de las presiones devaluatorias e inflacionarias son por el exceso de pesos. De ahí, que también ven con buenos ojos seguir subiendo las tasas.

No se descarta que ocurra el próximo jueves cuando se reúna el directorio del Banco Central, después de conocerse la inflación de julio, que podría orillar el temible 8% mensual y llevar la proyección anual al 90%.

La fase 2, a su vez, incluye frenar la emisión para financiar al Tesoro y un mayor ajuste presupuestario mediante una suba de tarifas adicional, junto con el recorte de planes y otras partidas, lo que genera tensión con movimientos y gobernadores.

Según cálculos del equipo económico, esto permitiría reducir el gasto en 0,5% del PBI y allanar la meta del 2,5% de déficit primario con el FMI.

“Técnicamente, no podes devaluar, no tenés ancla inflacionaria, tenés que usar todos los recursos, en este contexto es imposible, con lo cual tu única forma para controlar las expectativas de devaluación son por oferta y demanda”, dice una fuente cercana a Massa, que traduce el espíritu de sus anuncios: “Lo que dice el ministro es que hay que cuidar la caja, sacar circulante y eso es cero emisión y subir la tasa”.

Para llevar adelante ese programa, se sumaría al equipo Gabriel Rubinstein, otra figura cercana a Roberto Lavagna, como viceministro de Economía Gabriel Rubinstein. El exfuncionario del Banco Central durante la gestión económica de Lavagna bajo la presidencia de Néstor Kirchner, cree que el desembarco de Massa podría permitir alejar los riesgos de una “hiperinflación”. (Clarín)

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