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Sergio Massa demora el llamado a la UIA y la CGT, mientras crece el temor gremial por la suspensión de paritarias

Sergio Massa - Foto: NA

Según publica Clarín Preocupa a los sindicatos que se disponga un aumento de emergencia y se interrumpan las negociaciones por actividad. Desconcierto y malestar alimentan la organización de la marcha del miércoles 17.

Por: Elizabeth Peger

Desconcierto, muchas dudas y algo de malestar. Esa mezcla de sensaciones invadió en las últimas horas a los principales referentes de la CGT y la UIA ante la falta de definiciones sobre la convocatoria que anticipó el ministro de Economía, Sergio Massa, el mismo día en que asumió el cargo. El encuentro fue anunciado para este jueves, pero empresarios y sindicalistas aguardaron en vano por un llamado que nunca se concretó, mientras se multiplicaron las versiones sobre un eventual acuerdo de precios y salarios, y hasta la posibilidad de que se disponga un aumento de suma fija a cambio de la suspensión de las paritarias. Ahora se menciona que la reunión con Massa podría concretarse la semana próxima o quizás la otra, sigue en la nebulosa.

En el mientras tanto, la incertidumbre gano a todos y con ello cierto nerviosismo. En la primera línea de la CGT pareció esfumarse de a poco el optimismo con el que recibieron el desembarco de Massa en el Gobierno. A la par, se amplificaron las voces de rechazo contra la posibilidad de que el ministro avance con la imposición de un aumento salarial bajo el esquema de suma fija, como alientan del el entorno de la vicepresidenta Cristina Kirchner, y fortalecieron un discurso más crítico para ratificar la convocatoria a la marcha del próximo miércoles 17, que anticipan será multitudinaria.

“Se largaron a tirar temas y anuncios, y generaron un estado de ansiedad que ahora no pueden contener”, se quejó ante Clarín uno de los referentes de la cúpula cegetista en referencia directa a la catarata de anuncios de Massa tras su asunción. Una interpretación similar compartieron otros caciques gremiales durante el almuerzo reservado que mantuvieron este jueves en la sede de la UOCRA.

“Se acumula malestar porque pasan los días y no se define nada, siempre la misma historia”, masculló uno de los que participó del asado. Sentados a la mesa estaban, además del anfitrión Gerardo Martínez, los dirigentes Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Jorge Sola (Seguros) y el camionero Hugo Moyano, que no ocupa cargo en la conducción de la central. Su hijo Pablo, miembro sí del triunvirato de cúpula, sigue en el Vaticano, a donde viajó para participar de un encuentro de los gremios del transporte con el Papa Francisco.

El futuro de las paritarias en medio de una inflación incontrolable (el dato del IPC de julio en 7,4% que difundió el Indec acrecentó el ruido interno) es la inquietud dominante entre los gremialistas. Y la postergación de la convocatoria del ministro profundiza sus temores, en especial a partir de las versiones acerca de que en el Ejecutivo se analiza la alternativa de fijar un aumento salarial de emergencia con formato de suma fija para todos los trabajadores a cambio de la suspensión temporal de las negociaciones paritarias.

Un gremialista incluso mencionó que se habla de un pago por única vez de en torno a los $ 30.000 y deslizó que en algunos despachos se comentó que la idea era parte de una propuesta acercada por el economista Emmanuel Alvarez Agis al propio Massa.

La misma especulación forma parte de las conversaciones que intercambian entre la conducción de la Unión Industrial. La entidad, encabezada por Daniel Funes de Rioja, recibió el martes al flamante secretario de Producción, José Ignacio de Mendiguren, pero el tema no fue parte de la charla.

Sin embargo, varios industriales reconocieron estar al tanto de algunos sondeos sobre la posibilidad de un entendimiento que suponga un congelamiento por un período específico (dos meses fue el tiempo de le puso el presidente Alberto Fernández a su llamativo anuncio del martes) y la implementación de un aumento salarial fijo de emergencia con suspensión de paritarias. La propuesta allí tampoco suma adhesiones importantes, en medio de las complicaciones que ya atraviesa el sector por la falta de insumos importados y la incertidumbre sobre el escenario económico más cercano.

Como en la CGT, en la UIA también desconfían de las bondades del pago de un bono de emergencia. Advierten que la mayoría de las paritarias firmadas fijó aumentos que se pagarán desde este mes y hasta fin de año, y que será muy difícil que los gremios acepten que se posterguen esos tramos o que se dilate la reapertura de los acuerdos que se están renegociando.

“Nadie va a aceptar un esquema así. Lo que está firmado y acordado no se puede cambiar”, aseguró otro dirigente cegetista y alertó que de ninguna manera la entidad va a validar que se dejen sin efecto las paritarias a cambio de un aumento de suma fija.

El malestar creciente que genera esa posibilidad encendió las alarmas de la mayoría de los gremialistas y activó la organización de la marcha del próximo miércoles que recorrerá el trayecto entre el Obelisco y la Plaza de los Dos Congresos, para lo cual este viernes habrá una nueva reunión. “Habrá que aprovechar el escenario para dejar bien en claro el mensaje”, desafió el mismo dirigente. (Clarín)

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