EL TARIFAZO DE MASSA, ALBERTO Y CRISTINA

Malena Galmarini la esposa de Sergio Massa y titular de AYSA, tomó la centralidad en la mesa de exposición de funcionarios de Energía y como delegada de su marido (ausente en la oportunidad) explicó cómo se debe cuidar el recurso (el agua) y nos dio cátedra, sin mencionar una sola fuente creíble de dónde sacaba los datos, que un ser humano necesita 140 litros de agua para vivir e hidratarse por día y que actualmente gasta 380 lts. (¿?).

Le recordó a la población que en Buenos Aires el usuario paga el 34% de lo que consume y el resto está subsidiado. Se olvidó, no pudo o no quiso, recordar que los subsidios fue un mecanismo del populismo K, aprobados por ellos mismos e implementado durante la década ganada, como forma de hacer que la gente tenga los servicios “mas baratos”, a su vez desviar los fondos a los amigos, propietario de las empresas subsidiadas y en el camino quedaba el “vamos y vamos” con el funcionario intermediario.

Fue un mecanismo que implementó y llevó adelante el mismo gobierno del cual son parte Massa y Galmarini. Mal entonces puede decir la funcionaria bonaerense “El subsidio hoy es homogéneo, reciben lo mismo los ricos que los pobres”. Bien, dicho esto, debemos aclarar que estos subsidios fueron reimplatados por el actual gobierno, bajando la actualización de tarifas que hizo Macri en su momento, pagando costo político y de lo cual se horrorizaban los mismos que hoy deben hacer lo mismo pero con menos vergüenza.

Este gobierno nacional de Alberto, Cristina y Massa, haciendo populismo al palo, volvió a reimplantar los subsidios que generó esta desigualdad que hoy, para tratar de enmendarlo, provocan un tarifazo brutal cuando, quien lo más lo van a sufrir, son las clases más bajas que dicen proteger.

¿Por qué ocurre esto?, sencillamente porque se terminaron los fondos, el país tiene un déficit insostenible y los genios como Massa que se hicieron cargo de los despojos, ensaya una fórmula nunca aplicada: aumentar los servicios con impacto directo en las clases menos pudientes, la cual es la más sacudida por una hiperinflación en ciernes, con una medición del 7,5% mensual y va en aumento. Gamlarini dijo que no es un tarifado, es una redistribución de los subsidios (¿?), ergo: impuestazo.

El Ministro Massa, como sus antecesores, en vez de achicar el gasto público, vuelve a meter la mano en el bolsillo de la gente y de ella, las familias de menos recursos, son las más perjudicadas, aún cuando el populismo irracional, les siga vendiendo el relato de que están haciendo lo más que pueden, para que cada día estén mejor. (Agencia OPI Santa Cruz)