Según publica La Nación La Cámpora y sindicatos encolumnados con la vicepresidenta preparan una marcha a la Plaza de Mayo; el día de la lealtad encontrará al peronismo dividido en distintos actos, en modo preelectoral.
Por: Mariano Spezzapria
El kirchnerismo busca salir de la conmoción que le provocó el atentado contra Cristina Kirchner y recuperar el estado de movilización previo al ataque de la “banda de los copitos”. Por eso organiza una marcha a la Plaza de Mayo para el 17 de octubre, el “día de la lealtad”, que paradójicamente encontrará al peronismo dividido en distintos actos y en modo preelectoral, con el telón de fondo de la puja por las candidaturas para 2023.
La organización de la marcha corre por cuenta de la agrupación La Cámpora, que lidera Máximo Kirchner, y de sindicatos encolumnados con la vicepresidenta, como los Camioneros de Pablo Moyano y la CTA. También habrá columnas de movimientos sociales, pero no de los que están alineados con el presidente Alberto Fernández. Ese día, el mandatario tiene previsto encabezar su propio acto en San Miguel de Tucumán.
La activación de la marcha del 17 de octubre fue producto de una decisión política del kirchnerismo de salir de la actitud defensiva que le provocó el ataque contra la vicepresidenta el 1 de septiembre y de las posteriores especulaciones en torno a la autoría del atentado que se derivaron de la investigación judicial. La propia Cristina Kirchner ya había salido a marcar la cancha con un tema delicado para el Gobierno como es la inflación.
Más tarde, el último fin de semana, fue Máximo Kirchner quien reapareció en un acto en Morón, al oeste del conurbano, donde sostuvo que las cerealeras “pusieron de rodillas al Estado” al exigir el dólar soja para liquidar la cosecha. Ambos mensajes fueron interpretados como un señalamiento a la política económica de Sergio Massa, el ministro de Economía, pero también como un mensaje del kirchnerismo a su propio electorado.
Máximo Kirchner confesó, en esa oportunidad, la incertidumbre que le provoca aun que alguien “haga lo que no tiene que hacer”, en referencia al ataque contra Cristina, que provocó su reclusión y también la del propio jefe del PJ bonaerense y de La Cámpora, que recién volvió a escena un mes después. “Hay que recuperar la calle”, es la consigna que ahora vuelve a ganar terreno en el kirchnerismo, según pudo saber LA NACIÓN.
La escalada kirchnerista fue completada esta semana por Andrés “Cuervo” Larroque, ministro de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires, pero fundamentalmente habitual vocero de La Cámpora. El secretario general de la agrupación que lidera Máximo Kirchner marcó sus diferencias con el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, un amigo del Presidente, ante lo que consideró como un “déficit de gestión” de la cartera laboral.
Los cuestionamientos del kirchnerismo a Moroni vienen de larga data -integraba la lista original de los “funcionarios que no funcionan”- pero recrudecieron por la demora en la resolución del conflicto del gremio del neumático, que estuvo a punto de paralizar a la industria automotriz. Larroque también sorprendió con un cambio de postura histórico: planteó que habría que analizar la eliminación de las PASO para 2023.
La vuelta de campana es notable porque fue el expresidente Néstor Kirchner quien ideó las elecciones primarias que se implementaron desde 2011, pero coincide ahora con una avanzada de los gobernadores del PJ que reclaman su eliminación o al menos su suspensión para el proceso electoral del año próximo. Esos planteos marcan que el oficialismo ingresó, tempranamente, a etapa de la discusión de las candidaturas.
En esa línea se interpreta que la CGT haya definido hacer un acto propio el 17 de octubre. Al borde de la fractura, en una reunión sin el moyanismo realizada en la sede de la Uocra esta semana, anunció que su “día de la lealtad” transcurrirá en el estadio de Obras Sanitarias, sobre la avenida del Libertador. La reaparición de Luis Barrionuevo, un crítico del kirchnerismo, entre los “gordos” de la central obrera no pasó inadvertida.
Así, el 17 de octubre volverá a mostrar dividido al Frente de Todos: habrá al menos tres actos para celebrar el “día de la lealtad”, fecha icónica del peronismo en su liturgia. A la marcha del kirchnerismo a la Plaza de Mayo habrá que sumarle el encuentro de la CGT en Obras, mientras que el presidente Alberto Fernández planea, al menos por el momento, pasar la jornada junto al jefe de Gabinete, Juan Manzur, en su tierra Tucumán.
Anoche, en tanto, se terminó de confirmar que el Frente Sindical por el Modelo Nacional, que conduce Pablo Moyano, y la Central de los Trabajadores Argentinos, liderada por Hugo Yasky, marcharán a Plaza de Mayo. Culminarán ese acto con la lectura de un documento. Lo definieron en una reunión a la que concurrieron representantes de movimientos sociales como Somos Barrios de Pie y el Frente Popular Darío Santillán.
En 2021, el “día de la lealtad” peronista ya había mostrado al oficialismo dividido. En Plaza de Mayo, el kirchnerismo duro hizo un acto con críticas para el Presidente, al que concurrieron, entre otros, el gobernador Axel Kicillof y el exvicepresidente Amado Boudou, que escucharon un discurso de tono encendido de Hebe de Bonafini. Un año después y tras el ataque contra Cristina, el kirchnerismo volverá a movilizarse al mismo lugar. (La Nación)