Según publica La Nación El oficialismo buscará, además, convertir en ley una nueva moratoria previsional; la UCR, Pro, la Coalición Cívica y el interbloque Federal no darán quorum, pero el Frente de Todos contaría con el apoyo de Evolución Radical, que impulsa una de las universidades, al igual que la izquierda.
Por: Laura Serra
Por impulso del oficialismo, y tras fracasar en su primer intento, la Cámara de Diputados convocó a sesión especial para este miércoles -sería la última de este año- para tratar un temario propio, en el que se incluyó la creación de ocho universidades nacionales y la instrumentación de un plan de pagos de deudas previsionales, entre otros temas. Los bloques de la UCR, Pro, la Coalición Cívica y el interbloque Federal anticiparon que no darán quorum y acusaron al oficialismo de imponer un temario de manera unilateral sin el consenso de las fuerzas opositoras mayoritarias.
Sin embargo, esta posición no es unívoca en Juntos por el Cambio, lo que anticipa un frente de conflicto en el principal espacio opositor. En efecto, el bloque de Evolución Radical, que comanda el cordobés Rodrigo De Loredo y que cuenta con 12 integrantes, hizo trascender su voluntad de dar quorum en la última sesión del año para darle aprobación a las nuevas universidades nacionales, una de sus banderas políticas.
“No hay motivos reales para que no demos quorum en esta oportunidad. La Corte Suprema ya dio por resuelto el conflicto por la designación de (la diputada radical) Roxana Reyes en el Consejo de la Magistratura, que fue lo que hizo fracasar la última sesión en Diputados -anticiparon a LA NACIÓN desde el bloque de Evolución Radical-. En la provincia de Buenos Aires, Juntos por el Cambio le dio los votos al oficialismo para aprobar el presupuesto la semana pasada. No hay margen para no sentarnos a debatir este miércoles, máxime cuando los proyectos propuestos en el temario cuentan con los dictámenes correspondientes.”
La posición de los legisladores de Evolución Radical es clave, ya que si efectivamente se sientan en sus bancas el oficialismo tendrá garantizado el quorum para arrancar la sesión. Se descuenta que la izquierda, con cuatro miembros, y el interbloque Provincias Unidas -aliado al oficialismo- con sus cinco integrantes, también serán de la partida.
La postura de Evolución Radical anticipa un fuerte conflicto interno en Juntos por el Cambio, renuente a participar de las sesiones convocadas por el oficialismo mientras no haya un acuerdo de todas las partes sobre los temas a llevar al recinto. “El oficialismo actúa como si tuviese la mayoría, convoca a sesiones especiales de manera unilateral e impone los temarios. Nosotros queremos tratar la nueva ley de alquileres y el proyecto que propone un alivio a los que tomaron créditos UVA. No tuvimos respuesta”, despotrican.
En el mismo sentido se expresó el jefe del interbloque Federal, Alejandro “Topo” Rodríguez. “Esperábamos otra cosa, un consenso amplio -sostuvo-. Ahora le corresponde al oficialismo garantizar el quorum ya que es el Frente de Todos quien convoca”.
Desde el oficialismo refutan las críticas opositoras. “Hasta último momento, Germán Martínez (jefe del bloque) intentó acercar posiciones con Juntos por el Cambio para acordar una última sesión. No encontró eco. Juntos por el Cambio ya entró en el modo campaña electoral, no le interesa que el Congreso funcione ni que se aprueben los proyectos del Gobierno”, retrucan.
Con la convocatoria a sesionar este miércoles, el Frente de Todos procura superar la parálisis a la que quedó sumida la Cámara de Diputados desde la sesión del 1° de diciembre pasado, que se cerró con escándalo tras la decisión de la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, de suspender las designaciones de los cuatro representantes del cuerpo ante el Consejo de la Magistratura en virtud de un fallo judicial. La semana pasada la Corte Suprema, en una acordada, puso fin al entuerto al ordenar que se le tome juramento a los legisladores.
La actitud de Moreau le valió que el grueso de la oposición decidiera no reelegirla al frente del cuerpo y, en una sesión cargada de tensión y fuertes acusaciones cruzadas, evitó que se avanzara en la creación de las nuevas universidades. El oficialismo decidió ahora volver a la carga con un temario idéntico, al que le incluyó un proyecto de plan de pago de deudas previsionales -con media sanción del Senado- y otra iniciativa para la informatización y digitalización de historias clínicas.
Las ocho universidades a crearse se ubican, en su mayoría, en la provincia de Buenos Aires. Tres de ellas ya consiguieron dictamen en agosto pasado: la del Delta, que fue impulsada por el ministro de Economía, Sergio Massa, y que tendrá sedes en Tigre, San Fernando y Escobar; la de Pilar, promovida por el intendente Federico de Achával (Frente de Todos) y respaldada por el gobernador Axel Kicillof y el presidente Alberto Fernández; y la de Saladillo, que alienta la UCR, de la mano del diputado Emiliano Yacobitti (Evolución Radical) junto al jefe comunal José Luis Salomón. A ellas se suman, además, las universidades de Ezeiza y Cañuelas.
Las únicas dos universidades a crearse en el interior del país son las de Río Tercero, en Córdoba y la Juan Laurentino Ortiz, en Paraná, Entre Ríos. El bloque Evolución Radical no apoyará esta última por considerar que no cuenta con el aval del Consejo Interuniversitario Nacional, y condicionó su apoyo a la creación de la Universidad Nacional de las Madres de Plaza de Mayo, en la Capital, a que el oficialismo acceda a modificar su sistema de autoridades.
En mayor o menor grado, cada una de las sedes propuestas generó debate y resistencias, principalmente en un sector de Pro y en la Coalición Cívica, que en su momento advirtió que la creación de universidades responde a una necesidad del kirchnerismo para generar cargos que den cobijo a sus militantes. Otros sectores alertaron también que la expansión se da en un contexto del ajuste del gasto educativo. (La Nación)