Según publica Clarín La mayoría de quienes ingresaron a la operación fueron entes públicos y optaron por un título indexado a la inflación y suba del precio del dólar.
Por: Juan Manuel Barca
El Gobierno reprogramó este martes el pago de $ 2,89 billones correspondientes al primer trimestre del año. El primer canje deuda del 2023 permitió así reducir a menos de la mitad los compromisos del primer tramo y postergarlos para después de marzo con una adhesión del 67%, un nivel mayor al 61,4% obtenido en noviembre, pero por debajo del primer canje liderado por Sergio Massa en agosto pasado, cuando alcanzó un 81% de participación.
En un comunicado, el Ministerio de Economía celebró el resultado al señalar que fue un “canje exitoso”. Después de afrontar dificultades para financiarse en octubre y noviembre, las autoridades necesitaban este martes enviar una señal de “tranquilidad”. En concreto, los vencimientos de los tres primeros meses se achicaron de $ 4,3 billones a $1,41 billones y se pateó el grueso de los pagos para entre julio y septiembre, previo a las elecciones de octubre.
Preocupado por el cúmulo de pagos, el equipo de Sergio Massa intensificó las reuniones reservadas con los bancos privados y pidió la colaboración del sector público, tal como reveló Clarín. “Se destaca la participación de bancos entre los que lideraron Banco Santander y Banco Galicia y, en menor medida, Nuevo Banco de Santa Fe, Banco San Juan y Banco Macro”, confirmó Economía tras el canje en una mención que sorprendió a operadores del mercado.
En reemplazo de títulos con tasa fija y ajustados por inflación, la secretaría de Finanzas habría captado un 57,5% de lo adjudicado con la canasta de tres bonos duales (julio y septiembre de 2023, y febrero de 2024), un 35,4% con instrumentos de tasa fija (hasta abril, mayo y junio próximos), y un 7,1% con con una letra ajustada por inflación (junio próximo), según los cálculos del economista Jorge Neyro.
De ese modo, el Tesoro logró reducir los vencimientos proyectados a $ 0,39 billones en enero, $ 0,42 billones en febrero y $ 0,6 billones en marzo.
La colocación fue bien recibida por el mercado, en donde coincidieron que fue clave la participación del sector público. “Creo que un buen canje, muchos públicos”, señalaron en un banco privado. En efecto, uno de los objetivos era refinanciar la deuda con el Banco Central, cuya carta orgánica le prohíbe participar directamente de licitaciones primarias y que en diciembre acumuló cerca de $ 1,5 billones de bonos del Tesoro, según fuentes cercanas al Banco Central.
En el canje, el tercero en la era Massa y el cuarto desde el 2022, el Gobierno volvió a recurrir a los bonos duales, un título que ofrece cobertura contra la inflación y la devaluación. El costo de utilizar esos instrumentos es un mayor riesgo para el Tesoro ya que incrementan la indexación de la deuda en pesos. Según datos de Pedro Siaba Serrate, de PPI, los bonos indexados por CER, dólar o duales ya rondan el 84,2%, más que el 54, 9% en 2019 y el 81,9% en 2021.
Aparte de la dificultad para bajar las tasas, el Gobierno tiene el desafío de extender los plazos más allá del 2023. “El canje es correr la pelota, se va a refinanciando, puede estirar la pelota unos meses más, pero el riesgo va a continuar en junio o julio antes de las PASO, son tan altos los vencimientos que necesita muchos éxitos en todas las colocaciones y cualquier tropiezo genera una fuerte expansión monetaria”, señaló Martín Polo, economista de Cohen.
La próxima licitación tendrá lugar el miércoles 18 de enero. (Clarín)