El kirchnerismo tiene problemas sexuales irresueltos y los resuelve con negocios sexuales muy caros

(Por: Rubén Lasagno) – Algún problema psicológico está guardado en la psique de la militancia K. Venimos diciéndolo desde hace tiempo, ante las recurrentes manifestaciones de temas relacionados con el sexo, los objetos sexuales o cosas por el estilo.

Desde los penes de madera pulida, que mandaron a fabricar por más de 14 millones de pesos, pasando por una compra de preservativos a un costo de más de 130 millones, hasta el programa “Haceme tuyo” de Axel Kicillof con la adquisición de un millón de pomos con lubricante íntimo en gel a un módico precio de 500 millones de pesos, todo nos lleva a pensar seriamente que dentro de la cabeza de los gobernantes peronistas/kirchneristas, la cosa no está nada bien.

La otra teoría es que para facturar y producir gastos, lo cual redunda en ganancia importante para operadores, intermediarios, empresas de amigos y retornos, el gobierno inventa una excusa, modela un proyecto, lo fundamenta aunque sea de manera oprobiosa como ésta del gel íntimo y sobre ello arma un proyecto, le da un nombre y monta el negocio. 

Así sucedió en Santa Cruz en los albores de la pandemia, cuando la gobernadora Alicia Kirchner largó una compra masiva de elementos de limpieza por una cifra millonaria y la oferente era una empresa creada pocos días antes.

En Santa Cruz decimos que donde hay  una necesidad, el kirchnerismo monta un negocio. En el caso de las connotaciones sexuales que tienen las iniciativas de inversión del gobierno nacional y en este caso puntualmente del gobernador de la provincia de Buenos Aires, me animaría a decir que los promotores están para el diván o bien tienen muy poca astucia al buscar negocios con tan alto perfil, los cuales, una vez que salen a la luz, no solo afectan a los acuerdos comerciales que hayan realizado, sino, suman puntos en contra de sus promotores/impulsores, cuando se relacionan estas ideas fijas de los kirchneristas con alguna frustración que los hace actuar de manera monotemática y ridícula.

Desde la frase increíble de Tolosa Paz “En el peronismo siempre se garchó”, hasta estas muestras de preocupación por la sexualidad de los demás, sin duda debe haber una explicación freudiana que nos explique la tendencia priapista de nuestros actuales gobernantes, aunque el controvertido Macri no se quedó atrás cuando en un intento por ser gracioso, en medio de una reunión poco propicia para la broma, dejó a todos con la boca abierta revalorando el swinguerismo.

Pero más allá de los posibles problemas sexuales del kirchnerismo en su conjunto, lo más patético es la forma impúdica con la cual hacen negocios pornográficos (muy atendible la calificación con la temática) sin que se les mueva un pelo y cómo vuelven a incurrir una y otra vez en el mismo error, casi en el total convencimiento de que lo pueden hacer, ante la falta total de justicia y rechazo social.

Si uno analiza los fundamentos del proyecto de Kicillof, no puede creer el nivel de chabacanería al que hemos llegado. El texto de sexo explícito del gobernador, cuando describe en detalle la utilización del gel en las partes íntimas, es desopilante. 

El nivel de perversidad y alienación del gobierno de científicos, se torna más desesperante aún, cuando nos damos cuenta que detrás de toda esta innecesaria palabrería pseudo-didáctica, se encubre un negocios fabuloso y millonario que le arranca a un país fundido por ellos mismos, plata que podría ir a remendar tantas carencias públicas o a proveer de remedios inaccesibles para abuelos que están condenados a morir, por falta de atención de una obra social canibalizada y depredada por estos infames. (Agencia OPI Santa Cruz)