Preocupación en las Fuerzas Armadas por la reaparición de Milani, en medio de las denuncias de espionaje ilegal

Según publica La Nación Sectores militares contrastan la posición del Gobierno con la fuerte ofensiva que mostró el kirchnerismo en 2011 contra la Armada, ante una acusación de tareas de inteligencia en una base naval.

Por: Mariano De Vedia

Incomodidad y contradicciones. Así se evalúa dentro de las Fuerzas Armadas –principalmente en las filas del Ejército– el escándalo por la denuncia sobre la participación de militares en actividades de inteligencia con fines políticos. A eso se suma la preocupación por el retorno a la escena pública –en formato de declaraciones en los medios– del teniente general retirado César Milani, exjefe del Ejército y hombre fuerte de la inteligencia militar durante el kirchnerismo.

Fuentes castrenses advierten que el Gobierno relativiza las denuncias de la oposición sobre la inteligencia militar en la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), pese a que en 2011 el kirchnerismo promovió el procesamiento del entonces jefe de la Armada, el almirante Jorge Godoy, por actividades de espionaje ilegal en la Base Almirante Zar, en Trelew, contra dirigentes políticos y miembros de organizaciones de derechos humanos. Godoy había sido el almirante elegido por Néstor Kirchner para conducir la Armada en 2003 –cuando Alberto Fernández era el jefe de Gabinete– y se mantuvo más de ocho años en esas funciones, hasta que el gobierno de Cristina Kirchner le bajó el pulgar.

Todo el gobierno kirchnerista se manifestó y actuó en contra de la inteligencia naval sobre familiares que protestaban en la base de Trelew por la masacre de 1972. En esa ofensiva, varios jefes navales fueron juzgados y perdieron sus carreras, por denuncias de “espionaje político ilegal” que finalmente nunca fueron probadas. “Las posiciones que se asumen hoy son una contradicción”, graficó un exjefe militar.

Diputados de Juntos por el Cambio denunciaron la existencia de una “mesa militar” en la AFI, que habría realizado tareas de espionaje ilegal en el celular del ministro de Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, que debió tomar licencia en medio del escándalo.

“Milani y sus amigos”

“Lamentablemente, hoy se habla de la mesa militar. Se debería hablar, en todo caso, de la mesa de Milani y sus amigos”, dijo el presidente del Foro Argentino de Defensa, Santiago Lucero Torres, en alusión al coronel retirado Marcelo Oscar Granitto, exasistente de Milani e incorporado como asesor por el Ministerio de Defensa en diciembre de 2021.

Granitto está estrechamente ligado al exjefe del Ejército del kirchnerismo. En 2015, Milani le concedió el grado honorífico de coronel mayor, luego de su frustrado intento de lograr su ascenso a general de brigada, al que el entonces ministro Rossi se negó.

Dedicado a la reflexión sobre temas relacionados con la Defensa Nacional, sin alineamientos partidarios, el Foro Argentino de Defensa está integrado por unos 120 miembros: muchos de ellos fueron jefes de las Fuerzas Armadas y entre sus objetivos promueve valores republicanos y la práctica democrática.

“Nos preocupan las versiones que sostienen que dentro de la estructura de la AFI se desempeñaría un grupo de militares que cumplen funciones en tareas propias de la inteligencia interior”, señaló Lucero Torres, al reclamar a los legisladores que “se tomen los recaudos pertinentes y necesarios para esclarecer esta lamentable situación”.

“Milani ha quedado enganchado en las telarañas de la baja política. Cuando se lo menciona, aunque no tenga nada que ver, se relaciona a las Fuerzas Armadas y eso es lo que duele”, resumió.

La fuerte prevención que suscitó la reaparición de Milani se extiende a distintos sectores de las Fuerzas Armadas. “Todo lo relacionado con Milani impacta muy mal, porque construyó la imagen del Ejército sobre su imagen personal, debido a su fuerte personalismo. Cuando cayó en desgracia, también quedó afectada la fuerza”, confió un exjefe militar, convencido de que la mayoría de los oficiales en actividad nunca toleró la fuerte ligazón política que el exhombre fuerte de la inteligencia militar le imprimió a la institución.

En las propias Fuerzas Armadas recuerdan que el uso de la inteligencia militar es “uno de los fuertes” de Milani, un militar de fuerte personalismo y comprometido con el “proyecto nacional y popular” identificado con el kirchnerismo. Hombre de confianza de Cristina Kirchner, mantuvo siempre, sin embargo, una mala relación con el exministro de Defensa y actual jefe de la AFI, Agustín Rossi.

Durante los ocho años que condujo el área de Inteligencia y el propio Ejército (2007-2015) se alimentaron sospechas del uso de información de inteligencia en favor del gobierno kirchnerista, pero las denuncias no prosperaron. Del mismo modo, con el correr de los años, Milani fue absuelto en los tres procesos judiciales que enfrentó por la represión ilegal en La Rioja durante la dictadura militar, la desaparición del soldado Alberto Ledo en 1976 y las denuncias por enriquecimiento ilícito. “Su retorno no es una buena noticia, pero tampoco es una sorpresa”, transmitió una fuente castrense. (La Nación)

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