Automotrices y autopartistas en alerta por falta de dólares

Las automotrices nacionales - Foto: NA

Según publica Clarín Las cámaras del sector reclamaron al BCRA que no pueden pagar al exterior bienes de capital para fabricar nuevos modelos en el país. Una autopartista comunicó su cierre y otra pasó a cobrar en CCL.

Por: Luis Ceriotto

La industria automotriz local alcanzó en 2022 una producción de casi 540.000 vehículos, con lo cual retomó un ritmo que había perdido hace ocho años. Sin embargo, ese mayor volumen no fue suficiente para compensar las inestable situación de las empresas que integran esta cadena de valor, las cuales dependen de manera cotidiana de las importaciones de insumos y repuestos para poder funcionar.

A comienzos de febrero, tanto las terminales automotrices agrupadas en ADEFA, como las autopartistas que integran la cámara AFAC le enviaron una nota al titular del Banco Central, Miguel Pesce, en la cual reclamaron que la autoridad monetaria les haga más flexible el acceso al mercado de cambios para poder pagar bienes de capital y repuestos.

El reclamo ya no hacía eje en mejorar los plazos para la importación de insumos (que el BCRA viene postergando a 180 días desde marzo del año pasado) sino para poder concretar las multimillonarias inversiones que tienen que hacer las automotrices y sus proveedores para lanzar nuevos modelos de vehículos.

Según ADEFA y AFAC, con el nuevo sistema de importaciones SIRA, el Gobierno consiguió no sólo trabar las operaciones cotidianas, sino también las inversiones que la industria automotriz local logra conseguir, en cuentagotas, de sus casas matrices.

Este año, el único modelo nuevo de producción local que será lanzado es la nueva Ford Ranger, con una inversión de 580 millones de dólares. 

En ese contexto de trabas para producir, para pagar a los proveedores externos o bien para enviar dividendos a las casas matrices en los casos de empresas multinacionales, el viernes trascendió que una de las empresas autopartistas que abastecen a las terminales locales bajará sus persianas a fin de mes.

Según reveló Ambito Financiero, la productora de caños TI Automotive, con fábrica en la localidad de Victoria, informó a sus proveedores y clientes que dejará de producir el 28 de febrero y cesará por completo sus operaciones el 30 de abril.

La empresa, en su nota, dijo que la decisión fue tomada por la casa matriz TI Fluid Systems, con sede en Inglaterra, “considerando la grave situación económica que estamos atravesando”.

La empresa no emitió comunicados externos sobre su situación, sino que envió una nota interna a proveedores y clientes. Lo cierto es que apenas unos meses antes, en España, la filial ibérica de TI Fluid Systems salió a buscar 60 nuevos operarios para sumar a su planta de 500 empleados.

En la Argentina, el rumbo sería el opuesto: de confirmarse la información, se trata del primer cierre de una autopartista local tras la pandemia.

Durante la cuarentena y los meses siguientes hubo tres cierres de firmas autopartistas que se sumaron al pelotón de 50 empresas de este sector que cesaron sus operaciones en el país durante los últimos 10 años.

Pero tras la pandemia la industria local cobró impulso, a pesar de las crecientes dificultades para acceder al mercado de cambios. Se produjeron 540.000 vehículos, con una fuerte demanda desde el exterior (se exportaron 322.000) y durante 2022 no hubo cierres entre las autopartistas. El de TI Automotive sería el primer caso que corta esa racha.

Otra empresa, proveedora de mezclas de caucho (su nombre se mantuvo en reserva), comunicó a sus clientes que los precios de la materia prima importada los cobrará según la cotización del dólar tipo “contado con liqui”.

En la nota, que circuló entre clientes de la empresa con sede en General Alvear (vecina de Rosario y de la automotriz General Motors), la empresa pidió disculpas por el cambio de las condiciones de pago y planteó que buscan adecuarse “a las limitadas posibilidades que tenemos para poder continuar abasteciendo con un horizonte poco o nada claro”.

El contexto es un contexto cada vez más trabado para conseguir repuestos e insumos importados. La nota de AFAC y ADEFA dirigida al Banco Central lo detalla, con énfasis en las nuevas dificultades que supuso cambiar el sistema de autorización de importaciones, de las SIMI a las actuales SIRA.  

“El nuevo sistema ya no contempla los pagos anticipados, lo cual genera dificultades serias a empresas de la cadena de valor automotriz; especialmente en lo que respecta al pago de importaciones de bienes de capital y sus repuestos”, señala la nota, firmada por Fernando Rodríguez Canedo (ADEFA) y Juan Cantarella (AFAC).

Los bienes de capital, explicaron los directivos, no pueden ser ingresados porque ahora el Banco Central “imposibilita los pagos de adelantos requeridos en cada etapa de la fabricación (de esas máquinas), lo cual es condición ineludible para avanzar con las etapas siguientes de inversión”.

En cuanto a la importación de repuestos para esas máquinas, agregaron con a partir de las SIRA “la situación es aún más crítica”, ya que la mayoría de los proveedores del exterior solicita el pago anticipado del 100% del valor del repuesto, “lo cual se encuentra totalmente restringido e imposibilita los imprescindibles mantenimientos y reparaciones (…) e incrementando fuertemente el riesgo de paradas de producción y desabastecimiento”. (Clarín)

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