Según publica Clarín “La violencia siempre preocupa”, aseguraron en Casa Rosada, mientras el Presidente almorzó a solas con Sergio Massa para pulir anuncios económicos.
Por: Federico Mayol
En medio de un día copado por completo por el brutal asesinato del chofer de la línea 620 y la violenta agresión a Sergio Berni, el presidente Alberto Fernández suspendió la visita que tenía prevista al Gran Buenos Aires y delegó en el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, el seguimiento del tema y sus repercusiones.
En paralelo, se abocó junto a Sergio Massa al repaso de las medidas económicas que el jefe del Palacio de Hacienda anunciará el miércoles para tratar de hacerle frente a la crisis de reservas.
“La violencia siempre preocupa”, aseguraron escuetos a este diario en el entorno del Presidente entrada la tarde. A las 18, Fernández tenía previsto estar presente en un acto en Ituzaingó junto a intendente y dos ministros, pero la actividad fue suspendida pasado el mediodía, sin más explicaciones que las condiciones meteorológicas y la necesidad de “regular” las salidas presidenciales, según confiaron.
“Era un acto chico, el Presidente está con otras reuniones, fue Gabriel Katopodis”, explicaron.
Ninguna fuente oficial se refirió a la suspensión del acto como un coletazo de las trompadas y los piedrazos recibidos por el funcionario bonaerense en la intersección de la General Paz y la ruta 3, entre la ciudad de Buenos Aires y La Matanza. Lo cierto es que era la única actividad oficial en la agenda del jefe de Estado.
Fernández habló temprano con el ministro de Seguridad, que quedó a cargo del seguimiento de las agresiones sufridas por Berni. También conversó con el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, que telefoneó al gobernador Axel Kicillof para interiorizarse sobre la salud de Berni y ponerse “a disposición”.
El vínculo entre la Casa Rosada y el ministro de Seguridad provincial es de malo a pésimo. Incluso lo volvieron a evidenciar las declaraciones del funcionario, que desde el hospital Churruca resaltó una vez más que el pedido de envío de más gendarmes al Conurbano no había sido respondido por el gobierno nacional.
Fernández, en ese sentido, se despegó del tema y se metió de lleno en la otra agenda, además de la seguridad, que preocupa, y mucho, a la Casa Rosada: la de la economía.
A la hora en que Berni salía del Churruca, el Presidente almorzaba a solas en su despacho con Sergio Massa, con el que, según reconstruyó este diario de fuentes oficiales, analizó los detalles de los anuncios que el ministro prevé realizar el miércoles, en la previa de los feriados de Semana Santa, vinculados al campo y a las economías regionales para tratar de captar dólares.
Este lunes, el goteo en el Banco Central siguió su curso alarmante: se vendieron 250 millones de dólares.
La escasez de reservas inquieta demasiado al Gobierno. Fue un tema de conversación fluido entre el jefe de Estado y el líder del Frente Renovador durante la gira por Estados Unidos de la semana pasada.
La comida a solas entre Fernández y Massa se dio además en un contexto político particular: después de los tironeos entre el ministro y el albertismo de las últimas semanas -la titular de AYSA, Malena Galmarini, acusó a la Casa Rosada de estar detrás de una serie de “off the récords” contra su marido- y en medio de la definición de la estrategia electoral del Frente de Todos, en un contexto de creciente incertidumbre por las candidaturas.
Este domingo, en la entrevista con “El método Rebord”, Fernández se refirió de manera amistosa al ministro de Economía y volvió a pronunciarse sobre la unidad de la coalición: insistió en la necesidad de unas PASO para dirimir candidaturas y aludió a la posibilidad de enfrentarse con Cristina Kirchner en una hipotética interna para saldar el liderazgo del Frente de Todos. Un escenario que nadie vislumbra. Por el contrario, en el kirchnerismo quieren que el mandatario desactive cuanto antes su operativo reelección.
En ese contexto, aunque agobiado por la inflación que no baja, Massa todavía sigue en la grilla de candidatos junto a Eduardo “Wado” de Pedro y Daniel Scioli por el lado de la Casa Rosada. (Clarín)