Según publica Clarín Compartieron un almuerzo en el despacho de la presidenta de la Cámara alta para apurar acuerdos dentro del Frente de Todos. La estrategia de despiste del ministro de Economía, al toparse con un fotógrafo de Clarín.
A horas del cierre de alianzas para las elecciones 2023, Cristina Kirchner recibió este martes en su despacho a Sergio Massa y Eduardo “Wado” de Pedro, dos de los precandidatos que tiene el Frente de Todos en plena feroz interna por las postulaciones.
La vicepresidenta los recibió en su oficina del Congreso, donde compartieron un almuerzo con miras a aprontar definiciones electorales. Es que este miércoles por la noche cierra el plazo para inscribir las alianzas, mientras que el 24 de junio deben cerrarse las candidaturas que presentará cada espacio para las PASO.
Massa llegó raudo al Congreso, vistiendo un sobretodo oscuro que -con el cuello levantado en punta- ocultaba parte de su cara, como lo retrató un fotógrafo de Clarín.
El ministro de Economía, que el sábado encabezó una reunión clave de su Frente Renovador, arribó después de presenciar el anuncio de inversiones de una automotriz. Tras ser capturado por los fotógrafos, montó en redes un maniobra de despiste: así, el senador ultrakirchnerista Oscar Parrilli, mano derecha de Cristina Kirchner, salió a agradecer la visita de Massa.
“Buena reunión con Sergio Massa en mi despacho del Senado para hablar de las represas sobre el Río Limay y la importancia de convocar a representantes de Neuquén y Río Negro para que formen parte de la discusión del proyecto”, promocionó Parrilli lo que pareció ser una pantalla para que no se difundiera la cita con la vice.
De hecho, el propio senador por Neuquén aportó a la confusión al promocionar en sus redes el cónclave que por esas horas lo mantuvo atareado en la Cámara alta con embajadores de América Latina, donde incluso disertó sobre lawfare.
Por su parte, De Pedro, ministro del Interior de Alberto Fernández y máximo referente de La Cámpora en el organigrama del Gobierno abandonó el Congreso para participar de un acto en Ezeiza.
Algunas versiones indican que en el meeting en el Senado también habría estado presente Máximo Kirchner.
En un momento crítico antes del lanzamiento de la campaña, el hermetismo marcó la reunión. No hubo pronunciamientos públicos. Y, además del intento de pista falsa plantada por Parrilli, también Massa jugó al misterio. Desde el entorno del ministro salieron a mostrarlo en un encuentro posterior con con su compañero de gabinete Matías Lammens, donde hablaron del “crecimiento del turismo receptivo en la República Argentina”.
Al ministro de Economía se lo vio con la misma camisa que al entrar Senado, horas antes. De la reunión con la vicepresidenta y posibles definiciones electorales, ni una sola palabra.
Son momentos claves para el tejido de fuerzas y postulaciones. A horas del cierre de alianzas se aceleraron las negociaciones para alcanzar un principio de acuerdo, con miras a la presentación formal de fórmulas.
Uno de los más preocupados es Daniel Scioli, que se mantiene firme en su postura de ir a las PASO a pesar de las sugerencias del otro ala del Frente de Todos para que haya candidato único y eludir así las primarias.
El embajador argentino en Brasil encomendó a Aníbal Fernández -su apoderado electoral- las tratativas para acordar detalles de los comicios, como el piso de porcentaje de votos que debe sacar una boleta en las PASO para negociar un lugar en las papeletas de las generales.
La premura es por la posibilidad de que Máximo Kirchner aumente ese valor, lo que condicionaría la distribución de lugares en listas legislativas y, por ende, complicaría el armado del exmotonauta: espacios más pequeños serían renuentes a sumarse a su estructura contra espacios mayoritarios.
Cercanía entre las patas albertistas del Frente de Todos
Massa y Wado se perfilaban como los principales contendientes de la interna del Frente de Todos, antes de que Scioli y Agustín Rossi soltaran las riendas de sus postulaciones, con el aval del albertismo.
Aunque pareció que comenzaban enfrentados, el ministro de Economía y el del Interior se muestran cerca desde mediados de mayo. Una de las primeras apariciones en ese sentido fue en el acto del 25 de Mayo que le montaron a Cristina Kirchner en la Plaza de Mayo, a 20 años de la asunción de Néstor Kirchner.
Aquella vez, a metros de la Casa Rosada, Massa y De Pedro se ubicaron uno al lado del otro, a la izquierda de la vicepresidenta.
Días antes, en una entrevista con la señal oficialista C5N, Cristina había deslizado una frase que se leyó como apoyo explícito a De Pedro. Expresó que era hora de los “hijos de la generación diezmada”, lo que se interpretó como destinado a Wado, hijo de desaparecidos.
Sin embargo, y a pesar de las altas expectativas, Cristina no dio nuevas señales en la Plaza de Mayo, en una aparición que abundó en emociones pero que estuvo corta en definiciones electorales.
Wado y Massa repitieron acto conjunto en Mercedes, terruño del ministro del Interior. (Clarín)
