Según publica Clarín “Debe hacerse ya, inmediatamente”, anunció la Vicepresidenta de la Comisión Europea, Vera Jourová.
La avalancha de contenido generado por inteligencia artificial está sacudiendo a la Unión Europea (UE) y sus regulaciones, por lo que la última jugada de Bruselas ante esta situación es presionar a las grandes tecnológicas para que apliquen un nuevo método contra la desinformación generada por IA: las etiquetas.
El bloque quiere que las plataformas en línea etiqueten todas las fotos, videos y textos generados por IA, según ha anunciado la Vicepresidenta de la Comisión Europea, Vera Jourová: “El etiquetado debe hacerse ya, inmediatamente”, advirtió la funcionaria comunitaria, quien urge a llevar a cabo esta medida.
Este nuevo intento de legislar sobre la IA llega precisamente cuando ChatGPT ha sido identificada como la aplicación que ha tenido un crecimiento más rápido en la historia, además de coincidir con el auge de los generadores de imágenes por inteligencia artificial que son capaces de copiar creaciones artísticas y difundir desinformación.
En este sentido, Jourová ha advertido desde Bruselas de que “agentes malintencionados” pueden utilizar estos servicios para difundir noticias falsas, con lo que urge legislar: “Las empresas que tengan servicios con potencial para difundir desinformación generada por inteligencia artificial deben, a su vez, poner en marcha una tecnología que reconozca estos contenidos y los etiquete claramente a los usuarios”, ha señalado.
Sin embargo, las peticiones de Jourová son para muchos imposibles de realizar porque el código de desinformación es meramente voluntario, los firmantes no tienen obligación de cumplirlo, y los que lo intenten se enfrentarán a grandes obstáculos.
Para detectar y marcar todos los medios sintéticos en tiempo real, las plataformas tendrán que superar inmensos retos técnicos. Además, sus etiquetas podrían ser erróneas, manipuladas o falsificadas.
La respuesta de las empresas
Google parece haber dado el paso de comprometerse a seguir estos principios, según Jourová, ya que la gigante tecnológica habría expresado su confianza en poder cumplir la petición europea: “Sí, pero estamos desarrollando más las tecnologías”, respondió Sundar Pichai, CEO de Google a la funcionaria.
Por su parte, Twitter se ha negado a seguir este camino y la vicepresidente les ha advertido: “Han elegido la confrontación”.
El etiquetado de contenidos pretende limitar el impacto, sobre todo, de los llamados ‘deep fakes’ y evitar que las ya de por sí difusas fronteras entre realidad y ficción se vean todavía más comprometidas por la aparición de textos e imágenes con alta apariencia de credibilidad pero generados por máquinas y, en función de los intereses de su creador, no siempre fieles a los hechos.
Estas innovaciones, advierte la Comisión Europea, pueden tener serias consecuencias para la vida política y personal de los ciudadanos europeos.
La vicepresidenta Jourová y el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, han presentado la propuesta a los representantes de más de 40 empresas -entre ellas, todas las ‘big tech’, desde Google, a Meta, TikTok o Microsoft- que han firmado el código de conducta europeo sobre desinformación.
Las propuestas para que las plataformas digitales mitiguen los riesgos derivados de las nuevas tecnologías llega cuando quedan pocos meses para que la UE pacte la Ley sobre Inteligencia Artificial, una primicia mundial que muchos países, a la zaga desde el punto regulatorio, observan con interés.
Pero, como la vicepresidenta y titular de la cartera de Competencia, Margarethe Vestager, advirtió la semana pasada en Lulea (Suecia) en una reunión con el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, la nueva normativa “no llegará, en el mejor de los casos, hasta dentro de tres años”, de ahí la iniciativa de proponer un código de conducta voluntario al sector, “que pueda aplicarse de inmediato y se anticipe al avance de la inteligencia artificial”. (Clarín)