Claudio Vidal se acordó del desastre ecológico que produce la minería, pero no hace mención a la devastación petrolera en zona norte y la contaminación del agua

(Por: Rubén Lasagno) – El candidato a gobernador del SER, Claudio Vidal, en plena campaña política surge, entre otras cosas, como un ecologista y defensor de los puestos de trabajo en la minería de Santa Cruz, descubriendo lo que en la campaña del año 2019 “no sabía”, no era de su interés o simplemente ocultaba por razones estrictamente políticas, dado que jugaba para que la actual gobernadora Alicia Kirchner, reincidiera en su cargo.

La nueva imagen que trata de “vender” Vidal, lo expone más como un oportunista, mentiroso y ocultista, que como un genuino candidato preocupado y al borde de un ataque de nervios, por las consecuencias atroces que dejan las empresas mineras y las inequidades que cometen con los trabajadores y los pueblos que impactan.

No es honroso para un político, aunque esté en campaña, mentir o simular ser un extraterrestre que llegó ayer a la tierra y hoy se asombra de lo mal que está el sector de los trabajadores mineros, el desastre que ha dejado la megaminería y la explotación intensiva en nuestra provincia, la forma en que se llevan el oro y la plata a valores de liquidación y la falta de compromiso empresarial, en medio de los negociados que tienen funcionarios y gobiernos con las multinacionales, por cuanto todo eso estuvo siempre allí, solo que (excepto OPI Santa Cruz) jamás nadie lo dijo en esta provincia.

Vidal salió con un spots de campaña mostrando imágenes de pits mineros, grandes hoyos en medio de la provincia y cayó con todas las críticas hacia el sector minero por el despido de trabajadores y en contra del gobierno provincial por la falta de controles ambientales de la actividad.

Los pits, que no nos asombran porque desde el año 2005 los venimos mostrando y hablando de ellos en nuestro diario, son parte del legado nefasto que dejan las mineras como Panamerican Silver, Gold Corp, Cerro Vanguardia y otras tantas, o los túneles de Manatial Espejo o Huevos Verdes que crudamente muestra el video del candidato, verdaderos vehículos de la mayor contaminación acuífera, que en OPI venimos advirtiendo hace 15 años y hoy parecen sorprender al candidato.

Vidal pone en carne viva un tema tan antiguo como nuestras notas, cuando señalábamos la mentira oficial y empresaria con la promesa de remediación y cierre de mina.

Yamana Gold, no era, no fue, ni es la excepción. Se veía venir esta situación que nuestras fuentes describieron como “irresponsabilidad empresarial” y ni hablar de los métodos de lixiviación en pila, que tantas veces describimos de cómo la desinversión y la falta de control del gobierno, permitía que este proceso de filtración, contaminara todas las napas de aguas profundas. Todo está dicho; Vidal recién lo descubre.

Otro que parece llegado del espacio exterior, es Javier Castro, candidato a gobernador de Pablo Grasso, otro kirchnerista resciliente que habló del cierre “abrupto y desprolijo de Pan American Silver “, cuando él como Secretario general de AOMA es como mínimo, cómplice del silencio que hizo su organización alrededor de este tema, el cual explota políticamente hoy tratando de hacerse el distinto.

Vergonzosamente hipócritas

El gobierno provincial que dice mostrarse disconforme con la metodología de cierre de mina de PAS, Javier Castro (candidato) y titular de AOMA, que desde el discurso (solamente) patalea por los “desórdenes” en que incurren las mineras, mientras entrega a los trabajadores mineros y Claudio Vidal que descubrió ayer el desastre minero, son vergonzosamente unos hipócritas que merecerían en voto castigo, solo por tomarle el pelo a un pueblo que sufre hoy las consecuencias de la inacción, complicidad y silencio por años de estos personajes, en todo el tiempo en el cual, como no tenían intereses políticos que representar, hacían un saludable ocultamiento de los desastres e inequidades laborales, por obvias razones.

Sin embargo, la mayor contradicción y donde esta hipocresía se pone de manifiesto con mayor intensidad, es de parte del titular del SER, Claudio Vidal, Secretario General de Petroleros Privados de Santa Cruz, que por cuestiones de oportunismo político mira la paja en el ojo ajeno, pero no ve la viga en el propio.

No hemos escuchado a Vidal criticar, protestar y denunciar por las miles de hectáreas de suelo contaminado en zona norte por la actividad petrolera.

En el año 2006, OPI hizo un relevamiento de los suelos contaminados y recuerdo que en el mes de enero, en tierras usadas para tirar los desechos petroleros, metíamos un palo y la tierra se movía como si se tratara de una ciénaga, un pantano, con una consistencia más o menos blanda, que respondía a la existencia de desechos de hidrocarburos tirados en los campos y tapados superficialmente con tierra.

Por ese entonces se calculaba que unos 10 mil lechos contaminados de este tipo, habían producido las empresas petroleras en zona norte (Caleta Olivia, Pico Truncado y Las Heras), principalmente YPF con tierras contaminadas de los años 80 y 90 y que la provincia tenía puntualmente localizados en un mapa muy explicativo, cuando Omar Fernández estaba a cargo de Medio Ambiente en zona norte.

De los desastres ecológicos producido por las empresas petroleras, Vidal no sabe nada, o al menos no abre la boca, porque el problema ambiental parece que es selectivo: las mineras contaminan, son malas, maltratadoras y las petroleras son buenas, honestas y transparentes. ¿O será que al sector minero (al cual también pertenece el petrolero) le podemos cargar todos los males y a las multinacionales del petróleo las debemos exculpar porque sostienen al Sindicato de Vidal y algunas quizás, podrían estar aportando para su campaña?.

Cuando un candidato resbala en su propio barro y queda expuesto tan evidentemente por razones estrictamente políticas, poniéndose al hombro causas (como la ambiental) que nunca fueron parte de su accionar sindical, el público lo capta y si se trata de un candidato, se revela como un contramensaje y puede generar un efecto absolutamente distinto al buscado por quienes lo asesoran en el manejo del mensaje político. (Agencia OPI Santa Cruz)