El gasto público destinado a planes sociales en Argentina ha aumentado de manera significativa, alcanzando casi $4.200 millones diarios. Según datos oficiales, en tan solo 8 meses se ha agotado casi la totalidad del presupuesto previsto para el año. Estos planes, en muchos casos administrados por organizaciones piqueteras, han generado controversia y críticas en el ámbito político.
El gobierno ya ha gastado más de un billón de pesos en estos programas, y se estima que estos fondos se están utilizando a un ritmo acelerado. Los programas más beneficiados incluyen el “Potenciar Trabajo” y “Políticas Alimentarias“, que concentran la mayor parte de los recursos. También se han ampliado otros planes como “Abordaje Territorial” e “Integración Socio Urbana“.
La administración de estos planes a través de organizaciones piqueteras ha generado controversias y suspicacias en la política. Algunos líderes piqueteros han sido acusados de financiar campañas electorales en distritos clave, lo que ha generado tensiones y críticas en el panorama político.
El aumento del gasto en estos planes ha llevado a preguntas sobre la sostenibilidad a largo plazo y sobre cómo se utilizan los fondos recaudados a través de impuestos. A medida que la inflación continúa, el impacto de estos programas en el gasto público total se ha incrementado en lo que va del año.
La creciente demanda de actualizaciones en los montos de los programas por parte de los beneficiarios y organizaciones de izquierda ha llevado a la realización de protestas y cortes de calles en búsqueda de incrementos para contrarrestar la inflación. (Agencia OPI Santa Cruz) Con información de NA