Dos explosiones, catalogadas como “ataques terroristas”, tuvieron lugar durante una ceremonia en Irán, donde se conmemoraba la muerte del comandante Qassem Soleimani en 2020. Funcionarios reportaron casi 100 muertos y más de 200 heridos. El presidente Ebrahim Raisi condenó el acto como un “crimen atroz e inhumano”, y el líder supremo, ayatolá Alí Jamenei, prometió venganza.
La televisión estatal iraní informó de las explosiones en el cementerio de Kerman, donde está enterrado Soleimani. Aunque ningún grupo se atribuyó la responsabilidad, las autoridades iraníes prometieron una “dura respuesta”. El ministro de Sanidad indicó que el número de muertos asciende a 95, convirtiendo este evento en el atentado más mortífero de la historia del país.
Numerosos países, incluyendo Rusia y Turquía, condenaron los ataques. Estados Unidos se desvinculó, y no hay indicaciones de participación extranjera en las explosiones. A pesar de las tensiones previas con Israel y EE. UU., las autoridades iraníes no culparon públicamente a nadie por el momento. (Agencia OPI Santa Cruz) Con información de NA