La Argentina enfrenta una situación económica crítica, con una inflación del 20% mensual que el INDEC oficializaría en su próximo informe. Esta inflación descontrolada ha llevado a una pérdida significativa del poder adquisitivo de la mayoría de la población, lo que ha impactado negativamente en los niveles de consumo masivo.
Según la consultora Scentia, las ventas en los supermercados han experimentado una caída superior al 10% a medida que avanza febrero. Esta disminución en el consumo se debe al impacto de los altos precios en los ingresos de los sectores medios, que son los principales impulsores del consumo masivo. Se estima que el poder adquisitivo ha disminuido entre un 50% y un 80% dependiendo del sector medio y su canasta de consumo.
La CAME informó que las ventas en pequeñas empresas y comercios cayeron un 28,5% en enero, reflejando la disminución del consumo en diversos sectores de la economía. Esta tendencia se da en medio de una inflación persistente que ha estado en aumento, con un shock inflacionario del 25,5% en diciembre y un estimado del 20% en enero.
El informe de la consultora 1816 resalta la gravedad de la situación, mostrando una serie de indicadores económicos en rojo en comparación con el inicio del año 2023. Las ventas de alimentos en pequeños comercios cayeron un 37,1% interanual en enero, lo que evidencia la magnitud del impacto en el consumo.
Además, el informe señala una fuerte caída en el poder adquisitivo de los asalariados, lo que ha contribuido a la tendencia negativa en las ventas minoristas. El salario real de los trabajadores privados registrados tuvo la mayor caída mensual en al menos 30 años en diciembre, y es probable que en enero haya alcanzado niveles incluso más bajos que durante la crisis de 2001. (Agencia OPI Santa Cruz) Con información de NA