El Gobierno nacional oficializó hoy la reducción del Impuesto PAÍS mediante el decreto 777/2024, estableciendo una disminución de la alícuota del 17,5% al 7,5% para la importación de bienes y fletes. Esta medida, que ya entró en vigencia, tiene como objetivo contribuir a la estabilización de precios en un contexto económico desafiante.
En los considerandos del decreto, el Poder Ejecutivo justificó la medida como una estrategia para mitigar el impacto de la inflación en los precios de productos que dependen de insumos importados. El texto destaca que “resulta necesario reducir la alícuota del Impuesto PAÍS para las operaciones de compra de billetes y divisas en moneda extranjera efectuadas por residentes en el país para el pago de obligaciones por la importación de determinados bienes y por la adquisición de servicios de fletes y otros servicios de transporte por operaciones de comercio exterior”.
El Gobierno espera que esta rebaja impositiva se traduzca en una disminución de los precios a partir de septiembre, particularmente en productos con componentes importados. Según el ministro de Economía, Luis Caputo, esta reducción debería comenzar a reflejarse en los precios al consumidor en las próximas semanas. “Creo que en septiembre vamos a ver una baja de precios”, afirmó Caputo en declaraciones recientes.
La carga tributaria del Impuesto PAÍS en el precio final de venta con IVA puede variar entre un 2%, 4% y 6%, dependiendo de la estructura de costos de ciertos bienes nacionales que utilizan insumos importados. Por ejemplo, si la incidencia es del 2%, la reducción del tributo podría generar una baja de precios del 1,14%. Esto significa que un producto que actualmente cuesta $1.000 podría pasar a valer $11,4 menos. En casos donde el impacto es mayor, como con una incidencia del 6%, la disminución de precios sería del 3,4%, o $34 por cada $1.000.
Sin embargo, empresarios de diversos sectores han expresado cautela respecto a la posibilidad de una baja significativa en los precios. Argumentan que otros costos, como las tarifas de servicios públicos y los combustibles, han aumentado en paralelo, lo que podría amortiguar el efecto de la reducción impositiva.
Uno de los sectores donde se espera un mayor impacto es el agropecuario, ya que la reducción del Impuesto PAÍS facilitará la compra de insumos clave como los fertilizantes. Asimismo, la industria automotriz podría beneficiarse considerablemente, dado que más de la mitad de los componentes utilizados en la fabricación de vehículos son importados. (Agencia OPI Santa Cruz)