Este lunes, autoridades del gobierno de Santa Cruz y representantes de la compañía canadiense Pan American Silver oficializaron el cierre definitivo de la mina Manantial Espejo, un anuncio que había sido anticipado el año pasado. La noticia ha generado preocupación en la comunidad local, especialmente en términos laborales y económicos.
Durante una reunión con vecinos y autoridades locales, la Secretaría de Estado de Minería y directivos de Pan American Silver presentaron los avances en el “Plan de Cierre Social”. Este plan tiene como fin mitigar el impacto del cierre en la comunidad, detallando acciones de control, mantenimiento y apoyo económico tanto al sector público como a entidades y personas particulares. A su vez, se destacaron los esfuerzos realizados para facilitar la reinserción laboral de los trabajadores afectados. Entre las medidas más relevantes, se incluyeron capacitaciones y cursos en oficios con el objetivo de brindar nuevas oportunidades laborales a quienes perderán su empleo tras el cese de las operaciones mineras.
Pan American Silver confirmó que, según las normativas vigentes en materia de minería, deberá mantener personal técnico y directivos hasta el año 2044 para garantizar el cierre seguro del yacimiento. Sin embargo, esto no ha disipado las preocupaciones de la comunidad, que enfrenta un escenario complejo con el primer cierre de una mina en la provincia. El evento ha sido calificado como “histórico” y ha estado acompañado de reclamos y discusiones por parte de los residentes.
La intendenta de la localidad, Carina Bosso, había expresado en días anteriores su preocupación por el fuerte impacto que este cierre tendrá en la región, afectando no solo el empleo, sino también la vida social y cultural de los habitantes. Bosso subrayó que las consecuencias ya son visibles, y el futuro económico de la zona es incierto. (Agencia OPI Santa Cruz)
