El presidente ruso Vladimir Putin firmó un decreto que redefine los escenarios en los que Rusia podría emplear su arsenal nuclear, en respuesta directa a la autorización de Estados Unidos para que Ucrania utilice misiles de largo alcance contra territorio ruso. Este cambio, que coincide con el día 1.000 de la invasión rusa a Ucrania, busca actualizar la estrategia de disuasión nuclear ante las “amenazas” percibidas por el Kremlin.
Entre las condiciones delineadas en el decreto se incluye el lanzamiento de misiles balísticos hacia Rusia y ataques contra la nación por parte de un Estado no nuclear con el respaldo de una potencia nuclear. “Cualquier ataque de este tipo será tratado como una agresión conjunta contra la Federación Rusa”, afirmó Putin en un mensaje contundente.
El portavoz presidencial, Dmitry Peskov, destacó que esta revisión de la política nuclear es una medida necesaria para alinearla con las dinámicas actuales de seguridad global. Fuentes oficiales confirmaron que estas disposiciones forman parte de un estudio más amplio sobre los “Fundamentos de la política del Estado en materia de disuasión nuclear”.
La reacción internacional no se hizo esperar. Antony Blinken, Secretario de Estado de Estados Unidos, calificó las declaraciones como una “irresponsabilidad absoluta”, acusando a Rusia de utilizar la amenaza nuclear como herramienta de intimidación en el ámbito geopolítico. Desde el Kremlin, Peskov rechazó estas acusaciones, argumentando que la actualización responde a la necesidad de garantizar la seguridad nacional en un contexto internacional “cada vez más impredecible”.
El decreto surge en un momento de alta tensión global, luego de que Rusia advirtiera en septiembre sobre el posible uso de armas nucleares ante bombardeos aéreos masivos en su territorio. Este anuncio intensifica la preocupación mundial sobre una potencial escalada nuclear en el conflicto con Ucrania y agrava la polarización entre Occidente y Moscú. (Agencia OPI Santa Cruz)
