El narcoestado venezolano sigue haciendo lo que quiera y la comunidad internacional (incluyendo EEUU) miran para otro lado

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(Por: Rubén Lasagno) – El sitio de la embajada argentina en Venezuela y la reciente detención del ciudadano argentino Nahuel Gallo, pone a la relación de ambos países en una tensión política inédita. Lo que hay que discriminar perfectamente es que esa actitud es del gobierno de Nicolás Maduro, no de Venezuela como país. 

Si este usurpador del poder, un criminal de los pocos que quedan en el mundo, utiliza las armas y el poder en contra de su propio pueblo y de los países de la región, no existe otro remedio para ponerle fin a este terrorista, que interviniendo en el país carioca con una fuerza multinacional, mediante una operación militar de las tantas que EEUU ha encabezado en el mundo, detención del dictadorzuelo y todos sus colaboradores y luego la instalación de una Fuerza de Paz a cargo de “Los cascos Azules” y la democratización real y concreta con decisión de los propios venezolanos de bien.

La comunidad internacional y EEUU en especial, no hacen nada, porque de Venezuela se sirven volúmenes de petróleo a precio de oferta, debido a la voracidad del dictador Maduro que está vaciando el país en beneficio propio y de su casta militar y civil, golpista y asesina. Además, como ha trascendido en medios de Brasil, Maduro, Cabello y todos los corresponsables de su dictadura militar, tienen todo sus dineros robados al pueblo venezolano, en cuentas, sociedades e inversiones en Miami y paraísos fiscales del mundo.

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Actualmente hay 12 fuerzas de paz distribuidas en el mundo. En varios países hubo que reestablecer la paz quitando dictaduras y autocracias que demolieron a la sociedad donde actuaban. Por mucho menos, las fuerzas intervencionistas del mundo, lideradas por EEUU y apoyadas por occidente, quitaron los tumores malignos que como Nicolás Maduro está desintegrando un hermoso país donde más de 5 millones de venezolanos han escapado de este gobierno criminal, narcoterrorista y abominable.

Hubo una época donde EEUU se había constituído en “Gendarme del mundo” y con la excusa de la lucha anticomunista contra la entonces URRSS, desplegó una intensa actividad militar intervencionista en todo el mundo para impedir el avance del bloque oriental tanto en Europa, África, Oriente próximo y Asia.

Hoy en el cuadrante internacional la pelea es por los recursos y la vida. Nadie habla de intervenir en este caso por cuestiones políticas y menos por ideología, sino por razones estrictamente humanitarias

Mucho se habla de los Derechos Humanos, de la paz y la lucha contra los crímenes de guerra, el genocidio y la lesa humanidad, pero al lado de nuestra casa tenemos un Estado narcoterrorista que mata a sus connacionales, secuestra, los tortura, los encarcela, cercena las libertades, trafica drogas, comercia seres humanos, comete vejaciones a mujeres y niños, fragua elecciones, masacra a su mismo pueblo con bandas paramilitares y los países latinoamericanos solo reaccionan con declaraciones políticas de baja intensidad.

¿Cuál es la diferencia entre Cuba y Venezuela?, ninguno, sin embargo los estatus de uno y otro país son distintos a la vista del mundo latinoamericano. Y no hablo de los subnormales que romantizan las dictaduras como las de los Castro y Maduro, sino de esa vaguedad en la que caen los estados hispanoparlantes, que firman tratados, generan costosos congresos parlanchines, crean becas políticas como el Parlasur que no sirve para nada, hacen ondear la bandera de la hermandad latinoamericana en sus discursos y cantan canciones de hermandad, señalan intereses comunes y de solidaridad, pero no levantan un dedo para coordinar y plantear una defensa seria y concreta hacia los habitantes, en este caso de Venezuela, sometidos a una dictadura criminal que los mata, los empobrece y los encierra solo por pensar distinto a este energúmeno de Maduro, que sucedió al padre de la criatura que fue Hugo Chávez.

Por eso tenemos un dictador, chorro y energúmeno en un país paradisíaco como Venezuela. La culpa no es de Maduro, él es un delincuente consagrado del cual nop podemos esperar otra cosa, el problema es de la comunidad internacional que no ayuda a los venezolanos y miran por televisión como el régimen genocida de este delirante narco, los somete y sodomiza, sin que ningún país del continente, se avergüence de asistir impávidos a las acciones del mayor criminal que sufre latinoamérica desde hace años y lo mira por televisión de brazos cruzados. (Agencia OPI Santa Cruz)

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7 COMENTARIOS

  1. Por suerte nos salvamos, hasta ahora, en Argentina de la dictadura que siempre quiso instalar el kirchnerismo, extrapolando el modelo esclavizador de Santa Cruz al resto del país.
    Es bueno que se muestre como quedó de devastada esta provincia y su capital, Río Gallegos, luego de 30 años de gobiernos de esos sinvergüenzas.

  2. Bullrich y el gobierno de Milei, tiene que contestar las preguntas que le formuló Óscar Laborde. Gallo tendría que tener una autorización especial de su cadena de mandos, no es un ciudadano común. Encima se decía que iba a visitar a su familia en Venezuela y resulta que su esposa vive en Mendoza. Rarito todo.

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