La Fiscalía de Bolivia imputó formalmente al expresidente Evo Morales por el delito de trata de personas y solicitó su detención en el marco de una investigación que lo vincula con un presunto caso de estupro agravado. El proceso, que incluye una alerta migratoria para prevenir su fuga, se centra en hechos ocurridos en 2015, cuando Morales aún ocupaba la Presidencia del país.
La fiscal departamental de Tarija, Sandra Gutiérrez, confirmó en conferencia de prensa que la investigación se inició tras un informe presentado por inteligencia. Asimismo, indicó que se aguarda la fecha para la audiencia de medidas cautelares. “Ante cualquier denuncia que se presente, siendo estos delitos de orden público, el Ministerio Público tiene la obligación de llevar adelante las investigaciones“, explicó Gutiérrez, quien recordó que la orden de aprehensión fue emitida el pasado 16 de octubre.
El caso se enmarca en la legislación boliviana que establece penas de 10 a 15 años de prisión para el delito de trata de personas. Morales, quien lideró Bolivia entre 2006 y 2019, es una figura clave del Movimiento Al Socialismo (MAS) y un símbolo del movimiento indígena y campesino. Sin embargo, esta acusación podría poner en riesgo su rol como líder de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba, el principal sindicato cocalero del país, y el ala “evista” dentro del MAS.
La imputación marca un nuevo capítulo en el convulsionado escenario político boliviano, donde Morales ha mantenido una influencia significativa desde su salida del poder en 2019, a pesar de las divisiones internas en el partido oficialista y las múltiples controversias judiciales que enfrenta. (Agencia OPI Santa Cruz)