El Gobierno de Bolivia se encuentra a la espera del “momento preciso” para ejecutar la orden de aprehensión contra el expresidente Evo Morales (2006-2019), según afirmó el viceministro de Coordinación y Gestión Gubernamental, Gustavo Torrico. La prioridad del gobierno, señaló Torrico, es garantizar la seguridad de la población y evitar enfrentamientos que puedan poner en riesgo vidas inocentes.
La orden de aprehensión contra Morales, acusado de trata de personas y estupro, ha generado tensiones en el país, especialmente en la región del Chapare, en el departamento de Cochabamba, donde el exmandatario se encuentra protegido por un fuerte cerco de seguridad organizado por movimientos sociales leales.
Durante una reciente cena navideña en Lauca Ñ, Morales agradeció públicamente el apoyo de sus seguidores, calificando las acciones legales en su contra como una persecución política. Líderes de organizaciones afines al Movimiento Al Socialismo (MAS), como Isidro Auca y Maicol Rojas, declararon un estado de emergencia indefinido, reafirmando su disposición a resistir cualquier intento de captura, incluso al costo de sus vidas.
Por su parte, Torrico criticó la decisión de Morales de refugiarse en el Chapare, calificándola como un acto de desacato a la ley y describiéndolo como una suerte de “arresto en su propio territorio“. Según el viceministro, la negativa de Morales a presentarse ante la justicia demuestra su falta de respeto hacia el debido proceso.
“Está atrincherado ahí, está cumpliendo un arresto en su propio territorio (…) Se confirma que se siente culpable y que no se va a presentar a declarar, va a irrespetar la ley nuevamente y así todavía quiere ser candidato, para que vean las contradicciones en las que entra el ex presidente“, declaró Torrico.
Mientras tanto, la polarización en Bolivia continúa agudizándose, con sectores que respaldan al expresidente y otros que exigen su detención inmediata para garantizar el respeto a la ley y la justicia en el país. (Agencia OPI Santa Cruz)