La periodista italiana Cecilia Sala, corresponsal del periódico Il Foglio, fue liberada este miércoles después de pasar más de un mes detenida en Irán. Sala, de 29 años, se encontraba desde el 19 de diciembre bajo arresto en el régimen de aislamiento en la prisión de Evin, en Teherán, acusada de “violación de las leyes” de la República Islámica, aunque sin que se especificara cuáles eran las normativas que habría infringido.
La noticia de su liberación fue confirmada por la oficina de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien celebró la salida de la periodista de la prisión y su regreso a Italia. Según se informó, Sala ya se encuentra en un vuelo hacia Roma, donde se espera que llegue por la tarde, tras un “intenso trabajo diplomático y de inteligencia” realizado por el gobierno italiano para lograr su liberación.
El gobierno italiano no dejó de destacar que la detención de Sala podría haber sido una represalia por la captura de Mohammad Abedini, un ciudadano iraní detenido en Milán, acusado de entregar una tecnología de drones que se utilizó en un ataque en Jordania en enero de 2024, que resultó en la muerte de tres soldados estadounidenses. Aunque este vínculo aún no ha sido confirmado de forma oficial por las autoridades iraníes, los rumores en los pasillos diplomáticos apuntan a que podría haber sido un factor determinante en la detención de la periodista.
Durante su tiempo en prisión, Sala estuvo aislada y, según denunciaron sus familiares, sufrió condiciones extremas de encarcelamiento, como la obligación de dormir en el suelo en una celda sin ventanas, con luces encendidas las 24 horas. La detención ocurrió poco después de su llegada a Irán el 13 de diciembre, donde había viajado con un visado de periodista. Seis días después, las autoridades iraníes la arrestaron sin ofrecer detalles sobre los cargos que enfrentaba, más allá de la vaga acusación de haber infringido las leyes locales.
Cecilia Sala, quien también es presentadora de un podcast de noticias, estaba en Irán cubriendo diversos temas de actualidad cuando fue detenida. La periodista había mantenido un perfil bajo durante su tiempo en prisión, pero su caso fue rápidamente tomado por las autoridades italianas, que se movilizaron en diversos frentes para asegurar su liberación. La noticia de su retorno a Italia fue recibida con alivio tanto por su familia como por los medios de comunicación italianos, que siguen de cerca el caso de los periodistas y ciudadanos detenidos en Irán en los últimos años.
Este episodio pone de manifiesto la creciente tensión entre Irán y varios países occidentales, en un contexto marcado por el aumento de las detenciones de extranjeros en el país, así como el uso de estos arrestos con fines políticos. La liberación de Cecilia Sala es un respiro para la periodista y su familia, pero también resalta las complejas dinámicas internacionales que involucran a Irán y las naciones occidentales. (Agencia OPI Santa Cruz)