A partir de febrero, las jubilaciones y pensiones del sistema general de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) tendrán un incremento del 2,7%, en línea con la inflación registrada en diciembre pasado, según lo informado por el Indec.
Con este ajuste, el haber mínimo bruto pasará de $265.907,01 a $273.086,50, mientras que el máximo se incrementará de $1.789.302,45 a $1.837.613,62. Al descontar el aporte destinado al PAMI, los montos quedarán en $264.893,90 y $1.735.549,40 respectivamente.
Para los jubilados que perciben el haber mínimo, se sumará un bono adicional de $70.000, lo que llevará el ingreso total a $334.893,90. Este bono, congelado desde marzo de 2024, continuará abonándose durante 2025 sin actualizaciones, pese a que la inflación acumulada entre marzo y diciembre de 2024 fue del 43,65%.
El incremento anunciado es parte de la política de actualización trimestral que sigue el índice de movilidad previsional, diseñado para mantener el poder adquisitivo de las prestaciones en un contexto inflacionario. Sin embargo, el bono fijo y su falta de ajuste generan preocupación entre los jubilados, dado el impacto de la inflación en los productos y servicios esenciales.
El Gobierno reafirmó su compromiso de seguir abonando el bono durante el 2025, aunque no se prevén modificaciones en su monto actual. Este escenario plantea desafíos para los beneficiarios, especialmente para aquellos que dependen exclusivamente del haber mínimo, ya que la inflación sigue afectando el poder de compra de las jubilaciones y pensiones. (Agencia OPI Santa Cruz)