La Corte Suprema de Justicia de la Nación definirá mañana si acepta o no el pedido de licencia extraordinaria presentado por el juez federal Ariel Lijo, quien fue recientemente designado en comisión para integrar el máximo tribunal junto con Manuel García-Mansilla. El futuro de Lijo dependerá de la decisión que se tome en la reunión de Acuerdo de Ministros, en la que participarán el presidente de la Corte, Horacio Rosatti, y los ministros Carlos Rosenkrantz, Ricardo Lorenzetti, y el propio García-Mansilla, quien juró la semana pasada.
Lijo, titular del Juzgado Criminal y Correccional Federal 4, había solicitado la licencia para poder ocupar su nuevo cargo en la Corte, y recibió la aprobación unánime de la Cámara Federal. Sin embargo, su solicitud se encuentra en una situación compleja debido a que la designación en comisión, según el decreto 137/2025, tiene vigencia hasta noviembre de este año. En caso de no obtener el acuerdo del Senado, Lijo podría verse obligado a retomar su cargo en Comodoro Py, desde donde actualmente ejerce funciones.
Los opositores a esta medida sostienen que la licencia otorgada por la Cámara Federal carece de validez, ya que solo la propia Corte está facultada para otorgar licencias extraordinarias. De aceptar esta postura, el tribunal podría rechazar el pedido de Lijo y solicitarle que renuncie formalmente a su cargo en el juzgado de Comodoro Py para poder asumir en la Corte. Esta interpretación es respaldada por el exministro de la Corte, Juan Carlos Maqueda, quien recordó un antecedente histórico en el que la Corte se pronunció en contra de una licencia extraordinaria para un juez designado en comisión. En su opinión, los jueces en esa situación deben renunciar a su cargo anterior para poder asumir en un tribunal superior.
Maqueda citó el caso de José Francisco Bidau, un juez que en la década del 60 fue rechazado por el Senado cuando se trató su pliego para la Corte, lo que le costó tanto su puesto en el tribunal como en la Cámara Federal. Este antecedente, según el exmagistrado, refuerza la postura de que una licencia extraordinaria no es válida en circunstancias como la de Lijo.
Mientras tanto, el jueves pasado la Corte sorprendió a todos con la jura en silencio y sin demasiado protagonismo de García-Mansilla, un acto que se esperaba de manera conjunta con la definición sobre la situación de Lijo. El nuevo integrante de la Corte, García-Mansilla, fue el primero en llegar al Congreso el sábado pasado para presenciar la apertura de las sesiones ordinarias del presidente Javier Milei, donde recibió el saludo de legisladores, gobernadores y otros funcionarios. Sin embargo, la cuestión de la licencia de Lijo quedó pendiente, y se resolverá en las próximas horas. (Agencia OPI Santa Cruz)