Un fuerte terremoto de magnitud 7,7 sacudió Myanmar el viernes, provocando la muerte de al menos 1.644 personas, dejando 3.408 heridos y 139 desaparecidos, según el último informe oficial del Equipo de Información del Consejo de Administración Estatal (SAC). El terremoto afectó principalmente las regiones de Mandalay, Bago, Magway, Sagaing, el estado noreste de Shan y Nay Pyi Taw, donde se registraron los daños más significativos.
El presidente del SAC, Min Aung Hlaing, llegó este sábado a Mandalay para realizar una inspección aérea de la zona más afectada. En un mensaje urgente, Hlaing solicitó ayuda internacional para asistir en las labores de rescate y tratamiento de los heridos. Además, enfatizó la necesidad de despejar los edificios dañados y proporcionar recursos esenciales como agua, alimentos y alojamiento a las víctimas.
El epicentro del terremoto se localizó a unos 20 kilómetros al noreste de Mandalay, con una profundidad de 10 kilómetros, a las 12:51 hora local. Las autoridades locales continúan trabajando en la búsqueda de sobrevivientes y en el traslado de los heridos a hospitales cercanos.
La respuesta internacional fue inmediata, con China y Estados Unidos enviando equipos de ayuda para colaborar en las labores de rescate. Además, el terremoto también causó daños en algunas regiones de China y en la capital de Tailandia, Bangkok, que sintió el impacto del sismo.
Con las labores de rescate en marcha, las autoridades siguen trabajando para evaluar el alcance total de los daños, mientras la población afectada lucha por sobrevivir en medio de las difíciles condiciones creadas por el desastre natural. (Agencia OPI Santa Cruz)